“El Apagón - Aquí Vive Gente”: el documental que hizo Bad Bunny
Lo que arranca como un video musical a los pocos segundos da un giro para que entre un titular de noticiero en el que se ve a una planta de energía explotar mientras la voz de una mujer explica cómo, por cuenta de este suceso, la isla se quedó sin luz. Incluso, señalan ahí, los hospitales completaron 20 horas sin energía.
El relato continúa explicando que este servicio, en el Estado Libre Asociado de Puerto Rico, se privatizó hace unos años y fue entregado a LUMA Energy, teniendo como consecuencia más apagones y cuentas más caras que solo han beneficiado a los empresarios.
Luego, el video pone sobre la mesa el tema del desplazamiento del boricua nativo, con imágenes de paisaje, fiesta, de gente tocando los ritmos tradicionales de la bomba y la plea, de la cotidianidad del puertorriqueño de a pie VS las grandes mansiones o edificios para extranjeros que han ido ocupando la isla.
Por medio de tres personajes, principalmente, cuentan cómo a habitantes de edificios les notifican que deben desalojar en 30 días luego de que algún personaje decidiera comprar el edificio. Hay cifras y contextos históricos que muestran la manera como, por ejemplo, el barrio de Puerta de Tierra pasó de ser un territorio de esclavizados que querían mantener por fuera de las murallas de Puerto Rico, a un apetecido lugar de inversión donde han sacado gente que lleva 40 años viviendo ahí y cerrado escuelas públicas para armar edificios con vista al mar para unos pocos o para extranjeros. Arriendos que pasaron de 300 dólares mensuales a 150 dólares diarios por Airbnb.
Relatan cómo los beneficios tributarios para la gente de afuera convirtió a la isla en un lugar con planes de un desarrollo excluyente, que tiene detrás a grupo económicos o millonarios, que vieron el desastre del huracán María como una oportunidad para hacerse de edificios y terrenos. Y cómo a las playas, públicas según la ley, les han puesto un montón de trampas para cerrar senderos, dificultar el acceso y convertirlas en espacios prácticamente privados a los que la población difícilmente logra entrar. Comparan el turismo que se está dando con las antiguas plantaciones.
Al final, el Conejo Malo presenta un documental de 20 minutos en el que denuncia lo que está pasando en Puerto Rico, con contraste de fuentes, cifras y elementos históricos, usando toda su plataforma y reconocimiento para llamar la atención de algo que le preocupa y que quiere dar a conocer. Con apenas unos cuantos días la pieza, que vio la luz el 16 de septiembre, se acerca a los 6 millones de reproducciones. Bad Bunny sale apenas en los primeros minutos.