"Yo creo que definitivamente no hay un mercado autosostenible del arte en Colombia": Claudia Morales
Lo independiente en el arte es que el artista y su expresión artística no se vean contaminados por cualquier presión de gremios, por cualquier presión ética, moral, religiosa o como se quiera llamar. Voy a poner dos ejemplos de esto: tal vez recuerdan cuando Débora Arango empezó a hacer sus primeras expresiones artísticas a través de la pintura, esto si la memoria no me falla fue a final de los años 30, y fue boicoteada por las Damas de la liga de la decencia, tal vez también recuerdan que ella hizo una exposición en el Teatro Colón que fue cerrada por Laureano Gómez porque le parecía que los desnudos que pintaba Débora Arango eran inmorales.
Después nos venimos al día de hoy y también seguramente ustedes recuerdan el episodio que ocurrió hace un año con la exposición que hizo María Eugenia Trujillo, ‘Mujer en Custodia’ en el museo Santa Clara y que un grupo de católicos quiso censurar porque les parecía que las vaginas que había pintado dentro de las custodias y los relicarios que había comprado en el mercado de las pulgas, era absolutamente repudiable, finalmente no pudieron sacar la censura adelante, pero a lo que nos lleva esto es a demostrar que el arte como manifestación de la cultura nada tiene que ver con la moral y de ahí creo que parte la premisa de la independencia.
Yo creo que definitivamente no hay un mercado autosostenible del arte en Colombia y voy a explicar por qué: yo creo que son varias cosas, si uno se pone a pensar en cuál es el presupuesto que tiene el gobierno para la cultura en el 2015, pues empieza a tener un punto de partida para entender lo que está pasando. La información que dio el gobierno al principio de este año, es que van a entregar o entregaron 390mil millones de pesos, si ustedes lo comparan con el PIB equivale 0,1% mientras una cartera como la defensa tiene el 3,5%
Desde ahí arrancamos perdiendo porque no hay una política de Estado, y no lo digo por este gobierno sino por todos los gobiernos, que deberían entregarle a la cultura el énfasis que se merece, y de ahí se desprende lo que para la sociedad termina siendo importante en su día a día, y la cultura -lo vemos- no es definitivamente una de las prioridades ni una de las cosas más importantes, esto desde el punto de la plata.
Pongo otro ejemplo desde el punto de vista de lo poco que importa la cultura desde muchos estamentos de la sociedad: ustedes saben que hace más o menos 4 años se estaba celebrando el festival de los libreros independientes en el parque de la 93, ponían unas carpas y era algo patrocinado por la revista Arcadia porque Marianne Ponsford, quien fue su directora, se lo inventó y fue realmente muy exitoso; hoy está diciendo Publicaciones Semana que no tiene plata para financiar ése festival, y ¿saben cuándo vale? 150 millones de pesos. No tiene Publicaciones Semana 150 millones de pesos para patrocinar ese festival que beneficia no solamente al público que va, se interesa, lee, compra, siente curiosidad, sino también a los libreros independientes que tienen tanta dificultad para salir adelante en ese mercado. Se trata simplemente de conseguir tres patrocinadores que pongan 50 millones de pesos cada uno y ahí tienen el patrocinio para todo el festival, pero Publicaciones Semana dice que no tiene plata; entonces bajo ese principio es muy complicado pensar en un mercado autosostenible aquí en Colombia.
Con la ley del cine creo que se ha hecho una diferencia y les han ayudado mucho a los cineastas, pero salvo eso, piensen en hacer arte a través de los libros, las esculturas, la pintura, a través de la música y el teatro, se van a dar cuenta que no es un mundo del que sea fácil vivir. Piensen cuánto le pagan a la gente que hace este tipo de cosas, salvo que ya sean artistas muy pero muy importantes, en el caso de por ejemplo los pintores, representados por grandes galerías, no hay ninguna posibilidad para que esos muchachos, personas o mujeres que se dedican a eso tengan una vida autosostenible. Creo que si partimos de eso que pongo como ejemplo desde en Estado y de ahí a cómo se ve reflejado en la sociedad, creo que es parte de la explicación que podemos tener.
Construir un mercado del arte autosostenible en Colombia creo que parte de la premisa que expuse anteriormente; primero, desde el Estado entender que la cultura no es una cosa demás, no es algo que se deba mirar con cierto desprecio porque desde ahí parte todo, de la forma en cómo la gente empiece a entender la cultura se empieza a entender quiénes somos nosotros como país, quiénes son los que nos están representando, cuáles son esas expresiones que alimentan la historia de este país, a través de eso que es justamente la cultura.
Si empezamos desde ahí yo pensaría que es el propio Estado, los gobiernos desde lo nacional y lo local que tendrían que empezar a entender la cultura como un asunto verdaderamente importante; en la medida en que eso ocurra, yo supondría que la sociedad empieza a verse seducida por esos espacios culturales que los gobernantes nos empiezan a entregar, y después la empresa privada también. Yo ponía el ejemplo de Publicaciones Semana y el festival que celebran en octubre y no les duele invertir en la cultura, por generación espontánea es imposible que ocurra, yo hablaba con los libreros independientes y les decía que si el festival no se hace entonces qué, “No sé, nosotros mismo conseguirnos el patrocinio, llamar a Avianca…”
Finalmente tienen las personas que se dedican al arte independiente la obligación de irse al sector privado para conseguir financiación porque de otra manera es imposible, para todo se necesita dinero. Si no está comprometido el Estado, si no está comprometida la empresa privada, si no está comprometida la sociedad, es muy complicado hacer arte autosostenible