Arcade Fire en Bogotá, el concierto que nos debían
Algunas opiniones y percepciones del tal vez último gran concierto de rock del 2017. ¡Gracias Arcade Fire!
Como unos 10 años o más esperando este show. Y aunque no es la banda de mi vida, sí es la banda que mostró cosas diferentes en un momento donde todo era parecido. Conocí a Arcade Fire en el 2007, cuando me gradué del colegio, y entendí con ellos que el rock podía ir más allá. Cuando destapé el 'Neon Bible' (2007) me enamoré profundamente de sus sonidos, de su propuesta tanto estética como musical, bailaba (y bailo) Keep de Car Running como si no existiera un mañana y cada vez que suena No Cars Go o Intervention siento que si existe el paraíso, así debe sonar.
Por eso, por la virtuosidad de sus músicos, por la versatilidad entre sus canciones, por sus discos posteriores, por Afterlife y por Everything Now, el concierto del 5 de diciembre de 2017 en la Gran Carpa de las Américas en Bogotá, no solamente fue uno de los mejores del año, sino de la historia de los conciertos en Colombia (muy a pesar de su logística a la entrada, de sus fallas de sonido al principio y de los problemas que tuvieron con el escenario).
La música y los artistas al final lo salvan todo, y una banda como la de Régine Chassagne, Win y Will Butler, y compañía, con su entrega sobre tarima, con su amor y efusividad al público, con su puntualidad, con sus sonrisas, con su potencia y delicadeza, con sus puestas en escena (un ring de boxeo sonoro), con sus luces e influencias setenteras, con la bola de disco en el techo, con su afinación y con el cariño hacia la música colombiana (tocaron Everything Now y Here Comes the Night Time junto a Los Gaiteros de Ovejas), demostraron por qué son una de las agrupaciones más importantes del rock.
Aquí algunas precepciones y opiniones que recogí del equipo Radiónica. ¿Cómo les fue a ustedes?
Diego Bolaños:
Arcade Fire entregó todo en Bogotá, la banda de Win Butler y amigos entendió esta oportunidad única con un público que los esperó por años. Arcade Fire presentó un set más que completo que, a excepción de algunas favoritas entre unos y otros, no dejó a nadie insatisfecho y probó por qué, a pesar de las críticas y de las modas, Arcade Fire es una de las bandas más importantes del mundo.
Es evidente que Bogotá vivió una de esas noches mágicas en las que una generación y un movimiento se encontró con la banda sonora que los impulsó.
Juan Jaramillo 'Juanelo':
El espectáculo de Arcade Fire en Bogotá fue una lección certera acerca del bien que le hace la entrega, el respeto y la pasión a un proyecto musical. Cada detalle contó y aportó para que el público terminara sintiendo como propias canciones de todas las etapas de la banda. Qué alegría da ver a la música como la protagonista, primando sobre estereotipos, divisiones e incluso álbumes o sencillos. La música es energía, vida y resistencia y Arcade Fire es una muestra clara de esto.
Lorena Rojas 'La Mona':
Describir un concierto de Arcade Fire parece una tarea casi imposible, miles de ideas vienen a la cabeza y encontrar el orden para expresarlas no es nada sencillo. Lo de Arcade Fire en Bogotá fue una cosa de otro mundo, la agrupación nos transportó a un lugar único, lleno de música, felicidad y mucho baile. Fue magistral en todo el sentido de la palabra, desde la puesta en escena hasta lo más importante, el sonido, a pesar de los invonvenientes que tuvieron con la tarima; cabe destacar su empatía con la gente, la manera en la que todos saltaban, cantaban y derrochaban alegría.
Los canadienses dejaron claro por qué después de 16 años de carrera su música sigue más vigente que nunca; recorrieron discos como 'Funeral', 'Reflektor', 'The Suburbs', 'Neon Bible' y su más reciente larga duración 'Everything Now'. Arcade Fire nos regaló una noche mágica, llena de felicidad y sus sonidos quedarán para siempre en la cabeza y en el corazón.
Eduardo Rendón:
Arcade Fire demostró en Bogotá que es una banda que ama lo que hace. Con un total de 22 canciones la banda hizo un repaso acorde y emotivo por su historia, esa que nos sigue entregando himnos que fueron interpretados con una alegría que contagió a todos los que cumplieron la cita con una de las bandas más importantes del rock de los últimos años. Su concierto fue una deuda saldada de la banda con sus seguidores colombianos y de los seguidores colombianos con la banda. Un show para repetir las veces que sea.
Mariel Bejarano 'Chú':
Ver a Arcade Fire en Colombia ya era una deuda, no sólo de la banda con sus seguidores en nuestro país, también de los empresarios que al cumplir sueños de otros cierran ciclos propios, y eso pasó con la visita de los canadienses a Bogotá en una noche que nos hizo sentir que la movida musical de la capital evoluciona.
Por un lado Bruno Mars hacía un concierto sin precedentes y escribía otro capítulo importante de la música y sus espectáculos en el Estadio Nemesio Camacho El Campín a lleno total, y por otro, Arcade Fire traía por primera vez sus clásicos y sus nuevas canciones a un público que explotó de alegría y cantó de principio a fin haciendo del recital un show memorable y digno de una de las bandas más grandes del mundo indie de la última década.
El concierto de Arcade Fire, el primero esperando que no sea el último, fue una celebración de la música que atraviesa la vida misma, que funciona como mantra, que hace de un montón de melómanos una comunidad que con canciones hace de lugares fríos espacios místicos. El sonido en la Gran Carpa América Corferias no es nada fácil, por el contrario, asunto complejo, pero la banda tras coger confianza hizo que el lugar explotara y con alegría compartió sus canciones. Un show hecho con el corazón, con las vísceras, con amor. Sin lugar a dudas, uno de los mejores espectáculos musicales vistos este año en Colombia.
Cami Rivas:
Todos sentimos ese no sé qué que nos produce la música. Esa respuesta química y física a un estímulo auditivo que nos hace sentir. Pero a veces el idioma se queda corto para describir ciertas sensaciones, eso me sucede cuando intento ponerle palabras a lo que sentí durante la primera visita de Arcade Fire a Colombia. Quienes tenemos la fortuna de ver varios conciertos al año, pequeños, medianos o grandes tenemos en la cabeza aquello que nos produjo cada show, pero el de ayer fue sin duda una clase de amor por la música. De amor y pasión; puros y duros.
Sin mayores pretensiones que la de ser felices tocando sus canciones y hacer felices a quienes las coreábamos. Un recorrido preciso y precioso por toda su discografía con un innegable protagonismo de su Everything Now (2017). Disco que no es más que una prueba de una banda que sigue explorando, que no deja de ser irreverente, que no deja de cuestionarse y que no deja de amar lo que hace. Aplausos para ese show tan bello, seguro nos queda a todos mucho por aprender de este concierto. Músicos, periodistas, público y amantes de la música.
'El Profe':
La presentación de Arcade Fire fue un homenaje a la pasión que genera la música. La banda canadiense logró crear un show emocionante, destapando con maestría cada uno de sus discos, como capítulos de vida, lectura de los últimos 14 años de la cultura pop. La banda, con facilidad, se ganó al público, sus himnos fueron cantados con el alma.