Visitas de 4 Patas: cómo las mascotas y animales terapéuticos humanizan la atención en salud
En una clínica de Manizales, Tommy y José Fernando García se encontraron para despedirse. Este último, un paciente en fase terminal, logró recibir a su perro en la habitación de la Clínica Ospedale Manizales. Tommy ingresó como parte de un proyecto que permite integrar la presencia de animales en la atención médica de esta clínica.
La historia de Tommy y José es parte de una práctica conocida como asistencia terapéutica con animales, un enfoque que ha ganado reconocimiento mundial como una intervención complementaria en el ámbito de la salud.
Animales como perros, gatos, caballos, aves y otras especies intervienen en los tratamientos de pacientes con diversas condiciones médicas, como patologías crónicas, hospitalizaciones prolongadas o, como en el caso de José, siendo parte de una despedida.
Composición fotográfica de: Clínica Ospedale Manizales
Lo que dice la ciencia sobre sus beneficios y su aporte para humanizar la atención en salud
Este es un enfoque terapéutico en expansión que se ha estudiado ampliamente en diferentes lugares del mundo. Los estudios se han realizado en distintas especialidades médicas.
Por ejemplo, en casos de enfermedades neurológicas, como el párkinson o después de un accidente cerebrovascular, la terapia con animales, particularmente la equinoterapia, ha mostrado mejoras significativas en la movilidad y el equilibrio.
Asimismo, en pacientes con lesiones en la cabeza o enfermedades crónicas, como la enfermedad de alzhéimer, la interacción con animales aumenta la estimulación cognitiva y ayuda a recordar o secuenciar eventos temporales.
En el caso de pacientes hospitalizados con insuficiencia cardíaca, la terapia con animales ha ayudado a reducir la sensación de soledad y a mejorar la calidad de vida.
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Según la Universidad de California en Los Ángeles, los beneficios se pueden evidenciar en diferentes esferas del bienestar. A nivel mental, los estudios han demostrado que:
- El acto de acariciar a los animales libera una respuesta de relajación automática, ya que promueve la liberación de serotonina, prolactina y oxitocina, todas neurotransmisores que pueden desempeñar un papel en la mejora del estado de ánimo.
- Reduce la ansiedad y el estrés, ayudando a las personas a relajarse.
- Proporciona comodidad y mejora el estado de ánimo.
- Reduce la soledad y la depresión.
- Puede proporcionar un escape o una distracción feliz.
- Puede actuar como catalizador en el proceso terapéutico.
- Fomenta la socialización entre pacientes.
Los beneficios físicos en el proceso de recuperación se destacan, ya que:
- Reduce la presión arterial y mejora la salud cardiovascular.
- Reduce la cantidad de medicamentos que necesitan algunas personas.
- La respiración se hace más lenta en aquellas personas que están ansiosas.
- Libera muchas hormonas, como la feniletilamina, que tiene el mismo efecto que el chocolate.
- Disminuye el dolor físico general.
- Mejora las funciones físicas en programas de rehabilitación.
- Fortalece el sistema inmunológico al reducir los niveles de estrés.
Foto de: Fundación Hospital San Pedro
Visitas de 4 patas
Las visitas terapéuticas se realizan de diferentes maneras, ya sea con la presencia de animales entrenados para cumplir con las intervenciones o, también, con la presencia de las mascotas de los mismos pacientes.
Los perros han sido protagonistas en estas terapias debido a su capacidad para adaptarse a los entornos, su facilidad de entrenamiento y su sociabilidad. Por ejemplo, en Colombia contamos con el grupo de “Dogtores” de la Clínica de Medellín, un “escuadrón de amor” con el que se realizan intervenciones terapéuticas planificadas, estructuradas y con objetivos definidos, utilizando perros entrenados y especializados. Así es el equipo WOOF:
Si se trata de entrenarlos para esta labor, el portal de National Geographic afirma que se prefieren ciertas razas por encima de otras; es un tema de carácter. De ahí que los labradores retriever, golden retriever, pastor alemán, spaniels y cockers se consideren para estas terapias.
Sin embargo, hay casos inauditos que nos demuestran que los animales, sin importar su especie, cuentan con una sensibilidad inexplicable. Por ejemplo, el elefante que ingresó a la habitación de un hospital para despedirse de su cuidador, y el caso de Anabella, una miniyegua que visita la Clínica Imabanaco en Cali. Así se registró su visita por los pasillos y habitaciones de la Clínica:
Sea cual fuere el origen del animal, la ciencia ha demostrado que esta modalidad de terapia es de gran beneficio para los pacientes, siempre y cuando se cumpla con una serie de cuidados de bioseguridad que permitan al animal y al paciente entrar en contacto sin riesgo alguno.
En cuanto a esto último, cada hospital determina el protocolo de ingreso, pero existen lineamientos generales que deben cumplirse. En el caso de las mascotas, estas deben contar con su carné de vacunación y desparasitación al día, sin ninguna enfermedad, lesión en la piel o patología contagiosa.
De igual forma, es obligatorio el baño previo y al momento del ingreso, así como es necesario el uso permanente de correa y algunas medidas adicionales de aseo, como la desinfección de sus patas.
El panorama en Colombia
Cada vez son más las clínicas y hospitales en el país que se unen a esta práctica que humaniza la atención en salud. Es cada vez más claro para estas instituciones que la atención no solo significa prestar los servicios médicos, sino también cuidar y empatizar con los pacientes en los momentos álgidos y de dificultad en la vida.
En diferentes lugares del país existen centros médicos que permiten el ingreso de mascotas o que cuentan con la asistencia terapéutica de animales. Uno de los más conocidos es el Hospital Universitario Nacional con el programa “Huellas que Sanan”.
En la misma ciudad de Bogotá, la Fundación Cardio Infantil implementa el programa “Peluditos de Corazón”. También se encuentra el Hospital Militar Central, la Fundación Santa Fé, entre otros.
Foto de: Fundación Hospital San Pedro
A nivel nacional, podemos mencionar algunos casos destacados. En Antioquia, la Clínica Cardio VID, el Hospital Marco Fidel Suárez, el Hospital General y la Clínica de Medellín lideran este enfoque, al igual que el Hospital Internacional de Colombia de la Fundación Cardiovascular de Colombia, en Santander.
Por su parte, en Cali, la Clínica Imbanaco y el Hospital Universitario del Valle, en el área pediátrica; o en Pasto, la Fundación Hospital San Pedro ha comenzado la implementación de un protocolo que permite el ingreso de un familiar canino a la Unidad de Cuidados Intensivos e Intermedios adultos.
Desde esta última ciudad, en una de las habitaciones del Hospital San Pedro, Milton y Dante se encontraron nuevamente después de varias semanas. Esta es su historia: