Transmisiones en vivo: denuncias públicas en tiempo real
En la noche del 2 de mayo, mientras que en la vía Cali - Palmira un grupo de manifestantes se encontraba presente, alguién decidió iniciar una transmisión vía Instagram Live. Desde ese momento, todo el horror que se vivió fue visto en tiempo real por miles de personas de todo el planeta.
De la nada, la violencia arremetió y las 47.000 personas que estaban conectadas quedaron en estado de conmoción. “Está herido en la cabeza, es grave”, decía la persona que inició la transmisión. “Una ambulancia, ¡Paren esto por favor”, continuaba. “¡Silencio! ¡silencio!” se escuchaba decir a lo lejos. “¡Que los paramédicos coordinen!”. “Se llama Nicolas”.
Mientras tanto, los comentarios de quienes veían la transmisión intentaban hablar, alzar la voz, manifestarse: “todo lo que podamos grabemos”,“gente de Cali, envíen ambulancias para allá”, “nos están matando”, “Dios mío, que horrible”. En un par de segundos, más de 50.000 personas estaban viendo en tiempo real, lo que estaba ocurriendo con los manifestantes en Cali.
En medio de uno de los estallidos sociales más fuertes que vive Colombia en los últimos años, las redes sociales han registrado y amplificado, lo que sucede en el ejercicio del derecho a la protesta. En este contexto, las transmisiones en vivo empezaron a asumir un papel sobresaliente por encima de otras herramientas que brindan las redes, porque fueron presentando e informando en tiempo real lo que sucedía en las calles: desde las marchas pacíficas hasta los abusos y la violencia desatada.
¿Cómo nos informamos hoy?
Facebook, Twitter, Instagram, YouTube y ahora Tik Tok, son los grandes hitos del desarrollo tecnológico que llegaron gracias a la internet. Por su capacidad, han logrado transformar la manera en la que nos comunicamos y relacionamos, pero también, le dieron un giro a la manera en la que consumimos la información.
Cada año son más las personas que utilizan la internet y, sobre todo, las redes para enterarse de lo que sucede, así lo afirma Marcela López, consultora en comunicación y marketing digital: “hoy nos estamos informando con inmediatez, no se necesita, como antes, esperar al noticiero del mediodía para saber qué pasó en cualquier lugar del mundo. De hecho, cuando uno quiere confirmar algún suceso a nivel nacional, local o internacional lo primero que hacen las personas es dirigirse a Twitter, el cual es el medio por excelencia para estar informados de lo que pasa actualmente”.
Según el Digital 2021 Global Overview Report, los usuarios de Internet activos en el país representan el 68% de la población total. De ese 68%, el 76.4% es activo en diversas redes sociales, entre ellas: Facebook, Tik Tok, Instagram, YouTube.
En la encuesta anual Digital News Report 2021, elaborado por Reuters Institute, para este año los resultados arrojaron que para los encuestados, Facebook (67%) y WhatsApp (45%), son las plataformas en las que los colombianos más buscan, consumen y comparten noticias, seguido por YouTube (34%) e Instagram (28%).
En el análisis específico sobre Colombia, se destacó que: “El uso de móviles es muy alto en Colombia, con más de ocho de cada diez encuestados que utilizan teléfonos móviles para el consumo de noticias. En esta encuesta (en línea), las fuentes en línea se destacan como la principal fuente de información de las personas (87%), superando a los medios tradicionales como la televisión (58%) y los impresos (24%)”.
Estas plataformas digitales les han dado el poder a los ciudadanos para comunicarse con mayor facilidad, para informarse o, para desinformarse. Esto último, es lo que genera mayor preocupación. En este sentido Facebook es considerado como la plataforma donde hay mayor desinformación según el informe.
A nivel mundial, el nivel de uso de las redes sociales resulta impresionante y difícilmente comparable con otros medios de comunicación anteriores a la era digital, aunque los medios tradicionales se mantienen como una opción de referencia, las redes son el espacio donde las nuevas generaciones, lo llamados nativos digitales, van buscando nuevos escenarios para consumir y producir contenidos sobre temas coyunturales que les permita informar y conformar comunidad.
En el marco de la agitación política y social que enfrenta el país, estas plataformas cumplen un papel protagónico, su capacidad para viralizar contenidos y mover a la opinión pública. En el mar de información que se comparte segundo a segundo, los trinos, videos, fotos, infografías y transmisiones en vivo se convirtieron en canales de protesta que transforman el uso de estas herramientas digitales con el objetivo de apoyar la movilización social.
Transmitiendo en vivo, el aquí y ahora de los sucesos
Desde su lanzamiento en 2016, los servicios de Facebook e Instagram Live no solo fueron una novedad en su momento, sino que rápidamente se posicionaron como una herramienta seria de contenido y marketing. En 2020, debido al confinamiento, este servicio tuvo mayor auge en el mundo y su uso creció aceleradamente.
Pero ¿por qué se eligen las transmisiones por encima de otro servicio de las redes? Marcela López nos comparte un análisis pensado desde la lógica de quien las usa: “si yo estoy en la calle marchando y comienzo a hacer una transmisión lo hago para que me crean, para que vean que es verdad lo que estoy publicando, que no es algo que yo invente, sino que está pasando en realidad. Al yo hacer eso, obviamente las personas que me siguen van a creer lo que yo estoy creyendo”.
Son una ventana a la realidad que es relatada desde la subjetividad de quien transmite, pero, aun así, los actos puntuales que se muestran en las transmisiones están por fuera de todo control de quien graba. Al realizarse en tiempo real, aquí ahora, nada de lo que se muestre es susceptible a ediciones mientras el espectador está viendo lo que se transmite en vivo.
Su capacidad para generar interacción por medio de los comentarios, las reacciones y las invitaciones para transmitir junto a otros usuarios por medio de los Live Room, o salas en vivo, le ha permitido a este servicio convertirse en un espacio donde no solo se difunde lo que sucede, sino que también se conversa y se reflexiona en torno a ello.
Entre quienes transmiten junto a quienes comentan, van tejiendo una comunidad alrededor del tema. Este tipo de comunicación multidireccional supera la manera de informar de los medios convencionales, que son tradicionalmente unidireccionales. La gran posibilidad de las transmisiones es masificar la información y llegar a nuevas audiencias que continúen las conversaciones, se apropien de ella y la difundan.
Por otra parte, y no menos importante, esta interacción permite también, convocar a la transición del activismo digital a una participación que involucre salir, habitar las calles y congregarse en ellas.
Desde el 28 de abril y hasta la fecha, las redes se saturaron de transmisiones de lo que sucedía en el desarrollo de las protestas en el marco del paro nacional. Estos En Vivo, posibilitaron que más personas fueran testigos de todo lo que ocurría en medio de las marchas, las manifestaciones y los enfrentamientos con la fuerza pública u otros actores.
A su vez, este servicio le permitió a la ciudadanía conocer sobre lo que no se informaba, e incluso, sobre lo que llegaba a tergiversar en algunos medios de comunicación. Un ejemplo de esto fue lo sucedido en Cali durante la noche del 30 de abril, donde un medio televisado de cobertura nacional declaró que la ciudad celebraba el anuncio del retiro de la reforma tributaria, apoyándose en vídeos de manifestantes que se encontraban en Puerto Rellena y en la Loma de la Cruz, quienes en realidad estaban en ese lugar continuando con las jornadas de protesta contra las políticas del estado.
“Las transmisiones ayudan a demostrar, o a complementar, que lo que está mostrando el medio de comunicación es verdad o es mentira, o si el medio de comunicación está mostrando solo una cara de lo que está pasando”, menciona Marcela. Sobre el rol que juegan los Live alrededor de la información que presentan los medios, que a su vez, llevan a cuestionar a los espectadores de lo que consumen y donde lo consumen.
Pilas es un medio de comunicación alternativo y al igual que otros medios denominado como nativos digitales, se han encargado de cubrir el paro haciendo lo que ellos llaman: “noticias densas en medios breves, con lenguaje simple y actitud chimba”.
Desde la primera jornada de movilizaciones, transmiten cada día lo que sucede en diferentes puntos de la capital. Para Lisa Trujillo, periodista del medio, la decisión de presentar el paro en tiempo real se debe a que: “nos dimos cuenta que muchas veces, la gente nos enviaba videos que no corresponden ni al año, ni al país. Entonces, la mejor forma de mostrar la realidad era transmitiéndolo aquí y ahora (…) Para qué la gente vea la humanidad de las personas que están en la manifestación, en el tropel. Ha sido una forma de acercarnos”.
Cada noche, cuando los enfrentamientos se agudizan y la violencia arremete, así como Pilas, son muchos los medios y colectivos ciudadanos que deciden iniciar una transmisión para que sus seguidores conozcan lo que están viviendo en ese instante. El panorama de las redes se carga de escenas callejeras, donde perfiles como Escudos Azules, PrimeraLinea.col, La Piedra en el Zapato, Colombia Informa, La oreja Roja, Canal 2 e incluso propuesta sui generis como Notiteres 24, entre otros, utilizan estas plataformas para romper barreras informativas y abrir una ventana de lo que no se cuenta en los medios masivos. Y al mismo tiempo, para sentirse acompañados, viendo en este recurso una garantía al saber que al otro lado de la pantalla alguien está atento de lo que sucede en las calles.
Foto: Cortesía de Pilas.col
Tal como lo cuenta Lisa: “la gente está muy pendiente y cumple un papel fundamental de cuarta línea, en donde están al cuidado de los manifestantes. Preguntan ¿cómo puedo ayudar? ¿Qué puedo hacer? La gente ha salido, nos ha auxiliado, nos han prestado sus casas para refugiarnos cuando las cosas se ponen demasiado tensas. Entonces, esa ha sido una forma de que trascienda y la gente no solamente se quede mirando en una pantalla, sino que accione”.
Esta condición de las transmisiones le otorgó el poder a la ciudadanía para cambiar su uso. Pasó de ser un espacio de conversación o interacción ligado al ocio, para ser un mecanismo de denuncia pública ante abusos o irregularidades, con miles de espectadores.
Una herramienta de denuncia ciudadana
En Colombia, las transmisiones tuvieron un gran despliegue a raíz del paro porque trasladaron el contexto de las movilizaciones hasta las pantallas de los celulares. Además, fueron utilizadas para documentar y registrar lo que sucedía, esto permitió que se viralizara el tema y se llevará a escenarios internacionales.
Durante las últimas semanas se suscitó un fenómeno muy llamativo en Colombia frente al uso de los en vivo, ante las denuncias por violaciones a los derechos humanos en el marco de las protestas: varios artistas y figuras públicas asumieron un papel más activo en las redes sociales por medio de las transmisiones.
Figuras de internet como Destino Positivo o Las Cardachians y artistas como Residente, Gabylonia, Mario Muñoz “El Subcantante”, Adriana Lucia, Santiago Alarcón, Julián Román, son algunas de las personas que se sumaron a los live de quienes estaban transmitiendo desde las calles.
En el caso de los últimos tres artistas, un par de transmisiones bastaron para crear un espacio nocturno que verse no solo sobre el paro, sino también, sobre la realidad social, política y cultural del país, en lo que ellos han denominado como El programa Sin Nombre. Dos o tres veces por semana se reúnen para hablar y reflexionar junto a líderes comunitarios, activistas de derechos humanos, periodistas, músicos, actrices y muchos invitados más que desde su área de trabajo o su historia de vida le aportan a narrar la realidad del contexto en que vivimos.
Hasta la fecha, con 15 programas albergados en la plataforma de Instagram han utilizado las redes, y en especial las transmisiones, para plantear una postura y levantar sus voces en contra de los excesos de autoridad; para proponer desde el diálogo la construcción de un país empático y respetuoso por la vida y la integridad humana.
El hecho de que un personaje público se una a una transmisión en vivo en medio del ambiente del paro implicó llevar el contexto nacional a la agenda global, al trasladar la mirada de la opinión pública hacia Colombia. En medio de esta situación, las denuncias ciudadanas se trasladaron al entorno virtual con las transmisiones, las cuales fueron utilizadas como un mecanismo de acusación y de visibilidad, convirtiendo a las redes en espacios para ejercer la protesta de formas no convencionales.
Es necesario mencionar el valor probatorio de los contenidos de redes sociales ante una investigación y un proceso judicial. Y aquí hay que decir que sí, son válidos, siempre y cuando cumplan con los criterios de admisibilidad para ser una evidencia.
Según el portal Ámbito Jurídico: “en Colombia, se reguló la presentación, el recaudo y la valoración de los mensajes de datos en la Ley 527 de 1999”, para ser presentadas como pruebas documentales. “La Corte Constitucional, en Sentencia C-604 del 2016, reafirmó los criterios de validez probatoria de los mensajes de datos o documentos electrónicos en los procesos judiciales”. Los laboratorios de evidencias digitales y los peritos forenses cumplen un papel fundamental aquí.
A propósito de este tema, Lisa comenta que: “(las transmisiones son) un ejercicio de documentación. No solamente nos dedicamos a grabar y a hacer las denuncias en los lives, sino que en la calle trabajamos de la mano con organizaciones de Derechos Humanos. Ha sido un trabajo conjunto, en donde, no solamente trabajamos nosotros como medio, sino que también les damos los compañeros los elementos probatorios para las denuncias ante el ministerio público”.
Para finalizar, hasta el día en el que se publicó este artículo seguían realizándose transmisiones en vivo desde las calles de Colombia, con centenares de espectadores que se encontraban alrededor de toda la geografía, quienes, desde sus casas, dejaban comentarios como: “cuídense” “gracias por estar ahí” y “resistencia”.