Los puntos clave del discurso de agradecimiento de Gustavo Petro
Siempre que en Colombia la ciudadanía elige un nuevo gobernante, es un día histórico, sin excepción, pero el 19 de junio siempre estará resaltado por varios elementos. Según la Registraduría, el 58,09 % de los votantes autorizados acudieron a las urnas lo cual significó una abstención del 41,91%, que si bien sigue siendo alta, es la menor registrada desde 1998. Traducido en números, 22.658.694 ejercieron su derecho al voto y de esos 11.115.965 eligieron a Francia Márquez y a Gustavo Petro como gobernantes de Colombia por los próximos cuatro años.
Es la primera vez en la historia republicana que Colombia tendrá un gobierno de izquierda elegido en una comicios electorales. Además, es la primera vez que una mujer, afrodescendiente y feminista llega a un cargo tan alto como la vicepresidencia. Y como dato no menor, la última vez que un ex combatiente del M-19 estuvo compitiendo por presidencia, en 1990 Carlos Pizarro, este fue asesinado en un avión; tan solo un mes después de que Bernando Jaramillo Ossa, el otro candidato presidencial de izquierda de esa contienda, también fuera asesinado, en su caso por un sicario de 16 años.
Por eso sin duda, y más allá de lo estresantes que fueron, estas elecciones también fueron muy importantes para la democracia y demuestran que Colombia definitivamente está viviendo un cambio. Esa fue una de las bases del discurso de agradecimiento de Gustavo Petro, que al inicio de su intervención dijo: “lo que estamos escribiendo en este momento es una historia nueva para Colombia, para América Latina para el mundo”.
Luego continúo afirmando que, “lo que viene es un cambio de verdad, un cambio real, no vamos a traicionar ese electorado, que le ha gritado al país”. Y más allá de las promesas y la incertidumbre que siempre trae un gobierno nuevo, vale la pena recalcar que por ahora hay un cambio de discurso.
Durante esta primera alocución de Petro como Presidente electo, llama la atención que no usó palabras como guerra, enemigo, derrotar, bandidos, terroristas, sino centró toda su intervención en dos puntos muy interesantes, el amor y el diálogo.
“La política del amor, no es un cambio para vengarnos, no es un cambio para construir más odios, no es un cambio para profundizar el sectarismo en la sociedad colombiana”, comentó Petro que complementó diciendo que: “el cambio consiste precisamente en dejar el odio atrás”.
Y definió esta política del amor como: “una política del entendimiento, como una política del diálogo, como una política de comprendernos los unos a los otros”. En este punto hizo mucho énfasis en generar puentes de unidad entre quienes votaron por él y por su contrincante electoral Rodolfo Hernández que obtuvo 10.532.578 votos, lo cual muestra “dos colombias cercanas en términos de votos. Queremos que Colombia en medio de su diversidad sea una Colombia no dos colombias”.
Para lograr esto aseguró que: “no vamos a utilizar el poder en función de destruir al oponente, significa que nos perdonamos (...), significa que esa oposición bajo los liderazgos que quieran será siempre bienvenida en el palacio de Nariño. (...) Nunca habrá persecución política, ni persecución jurídica, sólo habrá respeto y diálogo”, e invitó a ese diálogo a sus principales contrarios políticos que son Álvaro Uribe y Federico Gutiérrez, quienes seguramente liderarán la oposición.
Durante la intervención, Gustavo Petro también presentó el que será el slogan de su gobierno: “Colombia, potencia mundial de la vida” y comentó que para lograr esto se centrará en tres ejes: la paz, la justicia social y la justicia ambiental.
“La paz es la garantía de los derechos de la gente. No es matarnos los unos a los otros, es amarnos los unos a los otros”, comentó el Presidente electo que aseguró que su objetivo es construir un gran acuerdo nacional con toda la sociedad colombiana que esté enfocado en un trabajo gestado desde las regiones, liderado por los jóvenes y las mujeres del país y que tenga como fin construir una constitución viva que “no solo sea letra muerta”.
En cuanto a la justicia social mostró una posición muy contundente cuando hizo un llamado a Francisco Barbosa, Fiscal General de la Nación, para que libere a las personas recientemente apresada y acusadas de cometer actos vandálicos, luego de decir: “cuántos jóvenes encadenados, esposados, tratados como bandoleros simplemente porque tenían esperanza, simplemente porque tenía amor”. Hizo un llamado a la procuradora Margarita Cabello, para que restituya a los alcaldes destituidos, como Juan Fernando Quintero de Medellín; y también cedió la palabra a Jenny Alejandra Medina, madre de Dilan Cruz, asesinado en el paro del 2019 por un agente del ESMAD.
Gustavo Petro también afirmó que durante su gobierno se va a desarrollar el capitalismo pero enfocado en un modelo productivo, centrado en la agricultura, la economía colaborativa, la industria local y la producción de conocimiento; con el objetivo de desarrollar un pluralismo económico y comenzar una transición del modelo extractivista centrado en el carbón, el petróleo y el gas a uno más sustentable.
Y también fue contundente al decir que el compromiso tiene que ser trabajar y producir para lograr el desarrollo económico que no solo sea beneficioso para el país sino para la región. Habló de la importancia de la unión de todos los países de América en la lucha por salvar la selva y reducir las emisiones de carbono, propuso empezar hacer diálogos y acuerdos con Estados Unidos en este tema para así lograr una coalición regional que se encaminan en “salvar a la humanidad” y el “reencuentro con la naturaleza”.
Petro finalizó enfatizando en la libertad, prometiendo que esta se respetará y que buscará que los sueños de un país distinto y en paz se hagan realidad y concluyó con un emotivo: “Me llamó Gustavo Petro y soy su Presidente”.
La primera intervención pública del Presidente electo deja muchas promesas y la ilusión de muchos cambios estructurales discutidos desde hace décadas. Pero así como estas palabras generan mucha esperanza, también hay quienes sienten miedo y finalmente será el tiempo el que dirá si esos diálogos tan necesarios se logran y si las promesas se cumplen y funcionan.
Vean el discurso completo: