¿Internet brinda acceso universal a la información?
Por: María Alejandra Londoño Villegas
Es innegable que internet ha sido un catalizador de cambio, derribando barreras geográficas, permitiendo acceder a una vasta cantidad de información con solo unos clics, transformando radicalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos; sin embargo, esta promesa de acceso universal está lejos de ser una realidad equitativa
De acuerdo con información de Worldometer, sitio web de referencia que proporciona estimaciones y estadísticas en tiempo real, se estima que la población mundial actual es de alrededor de 8 mil millones de personas. Esta cifra alcanzó los 8 mil millones en noviembre de 2022 y sigue creciendo. Ahora bien, en el mundo hay alrededor de 5.350 millones de personas que usan internet, lo que representa el 66,2% de la población. Por otro lado, en Colombia, a principios del 2024, había alrededor de 39,51 millones de personas usando internet, lo que representa el 75,7% de la población total, según la última edición del estudio anual realizado por We Are Social.
Para Daniel Mejía, ingeniero electrónico de la Universidad Pontificia Bolivariana y fundador de Analytic Board, empresa dedicada a la inteligencia de negocio, analítica avanzada, ingeniería, arquitectura y visualización de datos, con 12 años de trayectoria: “Internet ha democratizado el conocimiento al ponerlo al alcance de un clic, pero aún queda un largo camino por recorrer para garantizar que todos tengan acceso a esta herramienta vital”.
A medida que va rigiendo un mundo más digitalizado, es esencial reconocer que el acceso a internet sigue siendo un privilegio para muchos, en lugar de un derecho universal; así lo sentencia la OEA: “Acceso a internet como un derecho humano, la declaración Conjunta Sobre la Libertad de Expresión en Internet, de la Relatoría Especial de las Naciones Unidas para la Libertad de Opinión y de Expresión del 1° junio 2011, manifiesta entre otras cosas que los Estados tienen la obligación de promover el acceso universal a Internet”.
Ligado a lo anterior, la penetración de internet en Colombia varía mucho de una región a otra. En las zonas urbanas, la penetración de internet alcanza el 81,5%, mientras que en las zonas rurales es del 60,5%, según informe de la Organización para la Cooperación para el Desarrollo Económico (OCEDE). En ese sentido, la desigualdad en el acceso a internet persiste, separando a aquellos que tienen acceso a la información de calidad de aquellos que están marginados digitalmente. A continuación, se mencionan algunos ejemplos de brechas digitales:
❖ Brecha de acceso a internet: en algunas regiones, especialmente en áreas rurales, el acceso a internet puede ser limitado o inexistente.
❖ Brecha de habilidades digitales: No todos tienen las habilidades necesarias para utilizar de manera efectiva el internet como una herramienta esencial y funcional. Por ejemplo, los adultos mayores pueden enfrentar dificultades para navegar por la web y utilizar aplicaciones digitales debido a la falta de familiaridad con la tecnología.
Asimismo, diversos factores como la infraestructura limitada, la falta de habilidades digitales y las barreras económicas continúan siendo obstáculos significativos para millones de personas en el mundo. De acuerdo a lo que señala Mejía, “aunque internet ha acercado el conocimiento a millones de personas, todavía existen desafíos significativos en términos de acceso equitativo y brechas digitales, creando una disparidad en el acceso a la información entre grupos socioeconómicos y geográficos”.
Ligado a esto, según el informe del Banco Mundial sobre la brecha digital en Colombia, se haN tenido diferentes avances como la implementación del programa “ConectiVIDAd para cambiar vidas” y la instalación de 2.500 juntas de internet para llevar internet a zonas apartadas.
En promedio, los colombianos pasan 3 horas y 46 minutos al día conectados a internet, dividiendo su tiempo en 8 redes distintas. Esta cifra representa un ligero aumento en comparación con el 2021, cuando el promedio era de 3 horas y 44 minutos. En ese sentido, las aplicaciones más usadas son WhatsApp (92,2%), Facebook (89,2%), Instagram (86,7%), YouTube (82,5%), TikTok (74,3%), Twitter (49,2%), Pinterest (45,7%), LinkedIn (38,4%), según investigación de We are Social.
A pesar de los desafíos, hay que reconocer que también ha habido un avance relevante durante el proceso de la globalización del conocimiento. En cuanto a términos de crecimiento, “el número de usuarios de internet está creciendo a un ritmo de alrededor del 1,8% anual. En 2023, había 97 millones de usuarios nuevos, en comparación con 2022”, según el portal Marketing Ecommerce. Por otro lado, el internet también genera un impacto económico representando alrededor del 22,5% del PIB mundial, según la Encuesta de Opinión Industrial Conjunta realizada por la ANDI.
“La tecnología avanza a pasos agigantados, ofreciendo soluciones innovadoras para superar las barreras de acceso. Iniciativas como la expansión de la conectividad móvil, el desarrollo de infraestructura de banda ancha y la creación de programas de alfabetización digital están allanando el camino hacia un mundo más equitativo en la información”, afirma Mejía.
Pero la responsabilidad de hacer realidad la promesa de Internet no recae únicamente en los avances tecnológicos. Si bien es cierto, también requiere de un compromiso colectivo de gobiernos, empresas y sociedad civil para abordar las desigualdades existentes y garantizar que nadie quede atrás en esta era digital.
El Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MINTIC) es la entidad encargada de formular, adoptar, coordinar, seguir y evaluar la política pública, planes, programas y proyectos del Gobierno Nacional en materia de tecnologías de la información y las comunicaciones en Colombia. Ahora bien, MINTIC juega un papel crucial en el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026, con el componente de internet como eje central para la transformación digital del país. El plan establece ambiciosos objetivos para ampliar el acceso y la calidad de internet en todo el territorio nacional, con el fin de cerrar la brecha digital y aprovechar las oportunidades que ofrece la conectividad para el desarrollo económico y social.
“La educación desempeña un papel fundamental en este proceso, hoy en día es mucho más económico para una persona educarse a través de plataformas virtuales a comparación de algunos años donde se debía pagar una universidad costosa para poder tener una formación académica, ahora cualquiera puede educarse a costos mucho más asequibles”, sentencia Mejía.
En resumen, la promesa de internet de brindar información de manera global es un objetivo en proceso de cumplimiento. A medida que se avanza hacia un futuro cada vez más digital, es crucial que se siga trabajando desde todas las esferas correspondientes con el fin de garantizar que esta promesa se convierta en una realidad para todos.