Guatapé: entre los retos y beneficios del turismo
Por: Santiago Arango Naranjo
A Carlos Andrés Ruiz siempre le ha gustado recorrer pueblos y por eso recuerda con entusiasmo su primera visita a Guatapé en el año 2011: fue un viaje tranquilo y cómodo con un desplazamiento que duró dos horas. En diciembre de 2024, él quiso regresar al pueblo de los zócalos, pero ahora con su esposa e hijo de 3 años y así lo hizo, aunque en el mismo tardó casi 4 horas. ¿La razón de esa demora? Como suelen decir las tías, fue causada por la ‘carramenta’ y el alto flujo de turistas buscando llegar a turistear, generando con ello un tránsito de velocidad paquidérmica.
Lo anterior se explica en parte porque, según datos del periódico El Colombiano, entre semana ingresan un promedio de 20 000 personas diarias y un fin de semana, pueden visitar el municipio unas 50 000 personas. ¡Y por ende, el flujo vehicular se incrementa y la infraestructura vial actual -a veces- se torna insuficiente!
Ubicado a 75 kilómetros de Medellín, este municipio del oriente de Antioquia es privilegiado por sus zonas montañosas y tupidas de árboles, el Peñón de Guatapé, un monolito de 240 metros de altura y conocido como Piedra del Peñol; su represa, proyecto hidroeléctrico de Empresas Públicas de Medellín que buscó abastecer al Valle de Aburrá y que significó en 1970 la inundación del 30% del municipio; sumado a sus calles engalanadas con sus típicos zócalos y la calidez de sus gentes, todo en conjunto constituyó la zona en un atractivo turístico que se consolidó en lo corrido del siglo XXI, tras lidiar durante años con cruentos tiempos de presencia paramilitar en el casco urbano y presencia guerrillera en la zona rural.
La Piedra del Peñol es uno de los atractivos esenciales de Guatapé. Foto de Osbaldo Jaramillo
El posicionamiento turístico de Guatapé es tal que en marzo de 2024 fue catalogado como uno de los pueblos más bellos del mundo, según el ranking que realiza la publicación Time Out, reconocida por sus listados de los mejores lugares para visitar.
Todo lo anterior ha catapultado al municipio como atractivo turístico, generando empleo e inversiones en la zona, aunque hay procesos por mejorar. Así lo explica Jhon Alzate, gestor cultural y guía turístico local, con su emprendimiento Nativo Zócalos Tour. En sus palabras, “debemos hallar un turismo sostenible que le apueste a lo local. Por ejemplo, que las empresas de turismo contraten guías locales, pues son quienes conocen el municipio, su historia y tradiciones, mientras que guías foráneos la desconocen”.
Un estudio de la Universidad de Antioquia de 2021 arrojó en 2022 un dato de desempleo de 3,12% en el municipio -tras la pandemia-, aunque para 2023 la administración municipal argumentó una tasa de 0%; así lo explicó el área de turismo a El Colombiano, indicando además que el 92% de la población se dedicaba a labores relacionadas con esta actividad económica; la Alcaldía no cuenta con estudios oficiales que respalden estas cifras.
En ese orden, la llegada de turistas ha generado oportunidades y, a la par, problemáticas muchas veces inherentes a la actividad económica. Jhon Alzate afirma: “tuvimos que asumir la necesidad de vivir de eso, no de la agricultura, porque después de construido el embalse nos vimos abocados a vivir del turismo. Por eso, es fundamental que las inversiones que se hagan impacten al local, al nativo, porque con la gentrificación se ha encarecido la vida y, por ejemplo, conseguir un arriendo para un local o pagar casa para vivir, no es posible. Incluso, la gente oriunda de aquí se ha ido a municipios vecinos, buscando casas más baratas y, claro, eso va generando un turismo desordenado. El turismo se ha desbordado a tal punto que muchas veces no se da abasto para atender de una manera juiciosa”.
La represa es un atractivo para la práctica de los deportes náuticos. Foto de Osbaldo Jaramillo
Lo comentado por Alzate es ratificado por una habitante del municipio que pidió omitir su nombre: “Mientras que los oriundos de la zona no tienen como pagar un arriendo, inversionistas, empresarios o artistas sí cuentan con el dinero, incluso para comprar una isla. Un reconocido artista extranjero y radicado en Medellín compró una isla en Guatapé y allá está construyendo un condominio para explotación comercial, pero, ¿cómo se está beneficiando o se beneficiará la calidad de vida de la gente nativa del municipio, si incluso, mucha mano de obra la están trayendo desde Medellín?”
Los dos testimonios anteriores coinciden en que el desarrollo es bienvenido, pero son claros cuando hablan de la necesidad de beneficiar con la derrama económica también a sus habitantes y sin perder el foco de turismo sostenible.
Sobre ese aspecto, la economista Lucía Gil, especialista en turismo, concluye que “es necesario cuidar a la población, no olvidar sus necesidades básicas de alimentación, agua, educación, empleo y vivienda digna. Todo eso se puede prever con un plan de turismo que responda a las realidades de la región y en particular de Guatapé”.
Y justo en esa perspectiva y, conscientes del crecimiento constante del sector, el aumento de los visitantes, la necesidad de regular su llegada y cómo afectaría a su población, desde 2015 la Alcaldía formuló el Plan de Desarrollo Turístico 2014 - 2032 con el eslogan, “Guatapé una experiencia turística para vivirla”. Allí, sustentan las bases de la apuesta turística así:
“El Plan de Desarrollo Turístico de Guatapé es una guía para encaminar, regular y fortalecer el sistema turístico local, orientando las iniciativas de la administración municipal para mejorar la participación e inclusión de todos los actores del turismo en los procesos y acciones que se adelanten bajo los principios de sostenibilidad, competitividad e innovación, generando así sinergias de beneficio para visitantes como para los propios pobladores”.
Foto de Osbaldo Jaramillo
Un factor adicional que puede enriquecer la oferta en Guatapé y que conversa con el plan turístico en mención, es descentralizar los recorridos y atractivos de la cabecera municipal, diversificando los planes y llevándolos a la ruralidad, de forma que los visitantes no se queden un solo día, consuman recursos, dejen basuras, incrementen el tráfico y que retornen el mismo día. Desde la experiencia de su emprendimiento Nativo Zócalos Tour, Jhon Alzate hace una “apuesta por un turismo rural, de manera que no solo monten en lancha y suban la piedra, sino que se queden haciendo recorridos como el tour del café y el tour del cacao, que conozcan los ríos y recorran las montañas, que se queden más días, incluso, que visiten otros municipios como San Rafael y San Carlos, de manera que se fortalezca la región”; en síntesis, es necesario trascender el modelo turístico conocido como pasadía.
Lo anterior puede potenciarse dándole valor histórico a los zócalos como referentes locales y que se fortalezcan como símbolo de la idiosincrasia, pues como infiere la antropóloga Ximena Urrea, su tradición viene desde 1919 y es expresión de la identidad territorial de los Guatapenses.
Por último, está claro que un turismo sin control puede traer problemas como los que afrontan otras ciudades del mundo o en Colombia, Cartagena, Santa Marta y en la actualidad Medellín, con la explotación de niños, niñas y adolescentes y que, la administración local, ha empezado a contrarrestar con campañas de prevención y tareas de seguridad. Esto sumado a dificultades adicionales por microtráfico, impacto ambiental y otros factores. De ahí la relevancia de prestarle atención, capacitación, seguridad y acompañamiento a las distintas regiones del país, pues datos del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, indican que en 2023 se incrementó en un 24,3% los turistas que ingresaron al país en comparación a 2022.
Guatapé es un lugar mágico, como muchos otros territorios de Colombia, pero cuidar su encanto depende de todos.