Antioquia: departamento en el que el exceso de velocidad es una de las principales causas de siniestros viales
“Culturalmente hablando, nosotros somos un país de riesgo. Desde pequeños nos han enseñado a asumir riesgos de una manera no adecuada. No hemos recibido cierto tipo de educación comportamental, por lo que hoy por hoy, asociado a la falta de una educación adecuada y al crecimiento global de información, nos estamos educando de una forma autodidacta” afirma Jhon Evaristo Rueda, ingeniero industrial que trabaja con organismos de apoyo del Sistema Nacional de Transporte.
Tal y como lo expresa la Corte Constitucional de Colombia, la conducción ha sido considerada como una actividad peligrosa “que coloca per se a la comunidad ante inminente peligro de recibir lesión”. De acuerdo con datos del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, en el periodo enero - mayo de 2023 se registraron un total de 427 personas fallecidas. Cifra que refleja un aumento del 28.69% (95.2 víctimas) en el total de fallecidos en comparación con el promedio de los periodos enero - mayo de los años 2018 al 2022 y muestra un aumento del 5.69% respecto al año 2022.
Desde hace años, esta temática ha estado asociada con el cine, las redes sociales, los intereses particulares, la adrenalina, el exceso de confianza y el afán del día a día, lo que ha llevado a normalizar este factor de riesgo que hoy por hoy, es el responsable de miles de accidentes en la vía.
En palabras de Jhon Evaristo, “la mayoría de accidentes que se presentan en las vías de Antioquia son de personas que se encuentran entre los 16 y 29 años de edad, lo que hace referencia a la pérdida de un familiar y/o del individuo mismo y a una miembro clave dentro de la población productiva, por lo que no solo se está afectando a una familia, sino, a la capacidad productiva de la sociedad”.
“En muchos casos los jóvenes llegan con conocimientos básicos adoptados en casa, sin embargo, esas experiencias tienden a ser empíricas, por lo que nuestro objetivo es reeducar con conciencia vial e integral” afirma Vanessa Franco, ingeniera administradora que trabaja en la escuela de automovilismo vial Andina.
Aunque la legislación pública esta reglamentada para que cada infracción tenga su castigo y/o consecuencia, el problema radica en que no está bien desarrollada, ya que se ha obtenido como resultado que la prohibición no es la solución más conveniente de los dilemas viales.
“Hoy por hoy podemos tener castigo para cualquiera de las situaciones que se puedan desarrollar en la vía y que puedan generar un incidente. Sin embargo, se está haciendo un cambio de metodología para que las personas cambien el chip. No vamos a seguir generando leyes para generar prohibiciones, sino, enseñar el deber hacer y el por qué”, expresa Jhon.
Finalmente, la falta de espacios adecuados, el acondicionamiento de las vías, la educación teórico normativa, la falta de justicia y por supuesto, el manejo comportamental, son algunos de los factores que inciden en el mal manejo de la adrenalina y la velocidad.
En Chévere Pensar en Voz Alta, los invitamos a escuchar el testimonio de Juan Pablo Valencia (Juansi), el cuál se relaciona con el exceso de velocidad en la ciudad de Medellín, y en el que se habla sobre cómo estos siniestros viales pueden modificar la forma en que se comportan en la vía.