Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer
El pasado 25 de noviembre se conmemoró el día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, una jornada donde diversas expresiones sentaron su rechazo a los actos violentos contra el género femenino. Sin embargo, más allá de estas acciones coyunturales, se hace necesario tomar medidas que ayuden a resolver estas situaciones violentas de raíz.
Casi 1 de cada 3 mujeres ha sufrido abusos a lo largo de su vida. En tiempos de crisis las cifras aumentan, como sucedió con el COVID-19. Un nuevo informe de la ONU Mujeres, basado en datos de 13 países en el marco de la pandemia, mostró que 2 de cada 3 mujeres padecieron alguna forma de violencia o conocían a alguna mujer que la sufría. Por desgracia, solo 1 de cada 10 dijo que recurriría a la policía en busca de ayuda. A su vez, se llegó a la conclusión que estas mujeres tienen más probabilidades de enfrentarse a situaciones de pobreza y escasez de alimentos.
Si bien la violencia de género es generalizada, esta puede y debe prevenirse. Para detenerla hay que creer en quienes la han vivido, adoptando enfoques integrales e inclusivos que aborden las causas fundamentales, transformen las normas sociales dañinas y empoderen a las mujeres y las niñas. Con servicios esenciales en los sectores policial, judicial, sanitario y social, y con suficiente financiación para la lucha por los derechos de las mujeres, podemos poner fin a la violencia de género.
En La Palabra, conversamos con distintos especialistas y mujeres que han vivido desde cerca situaciones violentas frente a sus pares masculinos.
Bibiana Aído Almagro, Representante país de ONU Mujeres Colombia nos profundizó sobre la violencia de género y con ella conocimos cuándo se empezó a hablar de este término.
Insistimos, lo importante es que la violencia se puede prevenir. Un enfoque de Salud Pública de la OPS, de cuatro pasos, ofrece un marco que puede ser de utilidad para lograr este objetivo. Estos incluyen: definir el problema, identificar causas y factores de riesgo, diseñar y evaluar las intervenciones, incrementar en escala las intervenciones que resultan efectivas.
Melissa Monroy Agámez, politóloga y Magíster en género, nos habla sobre Programas del Estado colombiano para prevenir la violencia de género. También sobre cifras, leyes y canales de atención para ayuda a víctimas de la violencia contra la mujer.
Se distinguen cuatro tipos de maltrato principales: físico, psicológico, sexual y económico o financiero. Por la visibilidad de las lesiones que genera, el maltrato físico es el más sencillo de detectar y denunciar. Sin embargo, hay otras formas de maltrato que no se ven tan directamente, como el maltrato psicológico, cuyas consecuencias son iguales o incluso mayores.
Hablamos con la antropóloga y especialista en Políticas públicas de Ciudad con enfoque de género Oriana Zapata Ochoa de los distintos tipos de violencia que se han visto aumentados en época de pandemia. Oriana, además, es integrante de la Colectiva La Creciente y La Red Solidaria de Mujeres.
A la hora de detectar el maltrato a la mujer, sea del tipo que sea, el poder parece ser un factor común. En todos los casos, el agresor ejerce una relación de poder ante la víctima. El primer paso siempre es anular a la otra persona hasta someterla a su voluntad. La violencia psicológica se ejerce, sobre todo, a través de la manipulación emocional. Son comunes la desvalorización, la intimidación, el aislamiento o la culpabilización. Con el maltrato físico, además de poner en riesgo la salud y la vida de quien sufre este maltrato, genera miedo, humillación y destrucción paulatina de la autoestima.
Conversamos con “Sofía”, una joven que sufrió agresión física por parte de su ex pareja.
Denunciar cualquier situación de violencia machista que se detecte es la ayuda más valiosa que se puede brindar a una mujer agredida para poner fin a la violencia de género. Es un trabajo colectivo del que todos podemos hacer parte. Y, a través de los distintos programas de acompañamiento a las víctimas, apoyar en los procesos de recuperación para cerrar el problema de raíz. De esta manera, nos apoyamos entre todas y todos para defender los derechos de las mujeres. La violencia tiene múltiples caras, pero podemos acabar con todas ellas.