Cuidar y Celebrar: una vivencia de la comunidad Indígena Quillasinga de Obonuco
En Nariño resuenan ecos de tradiciones milenarias, arraigadas en la cosmovisión indígena de los pueblos que han preservado su legado cultural, entre ellos la comunidad Pastos, Awá, Inga y Kamentsa, Eperara Siapidara, Cofán, Nasa y Quillasinga, quienes resistieron a los embates de la colonia, la industrialización y, ahora, la arrasadora modernidad.
En estas tierras místicas, donde la sabiduría ancestral y el respeto por la naturaleza se entrelazan en un baile armonioso, se encuentra el Cabildo Indígena Quillasinga del Resguardo de Obonuco, un corregimiento ubicado al occidente del casco urbano de Pasto.
Esta comunidad florece con una celebración sagrada y trascendental que va más allá de lo meramente festivo, abrazando el cuidado colectivo y comunitario como su esencia misma, manifestándolo de manera profunda y solemne en su celebración anual.
La festividad de los Quillasingas de Obonuco, conocida como: Fiesta Ancestral de la Cosecha y Pagamento a la Madre Tierra, es un canto de gratitud que finaliza en cada solsticio de verano, la cual difiere en su organización y componente ancestral de la conocida celebración de Las Fiestas Tradicionales de las Guaguas de Pan, una festividad del corregimiento que no corresponde al cabildo.
Fiesta Ancestral de la Cosecha y Pagamento a la Madre Tierra en Obonuco| Foto cortesía de Ximena Botina
La fiesta de la Cosecha y Pagamento es una sinfonía de colores, sabores, danzas y cánticos que honran a la Madre Naturaleza por sus bendiciones y enseñanzas. Pero más allá de los rituales festivos, esta celebración encierra un profundo significado de agradecimiento y cuidado hacia la tierra, pues para los Quillasingas, la naturaleza es la madre que nutre y protege a su pueblo.
Desde los preparativos previos hasta el último momento de la festividad, todos los miembros de la comunidad se unen con un objetivo común: preservar y honrar su patrimonio cultural y su conexión con la tierra, sin embargo, las mujeres se alzan especialmente como guardianas de la tradición y la esencia misma de su mandato indígena.
Es así como en el centro de esta celebración se encuentran las mujeres indígenas, portadoras de la sabiduría ancestral y protagonistas del tejido social de la comunidad, ellas desempeñan un papel fundamental en la organización y planificación de la celebración.
Pero el papel de las mujeres en la festividad va más allá de su liderazgo; es un hilo conductor que une a la comunidad en un nexo profundo con la tierra, la comunidad y la espiritualidad. Su participación en los rituales sagrados es un tributo a su importancia en el equilibrio de la vida y la cosmovisión del pueblo indígena.
Cuando se trata de cuidar, las mujeres son las primeras en tejer lazos alrededor de la palabra para crear espacios seguros, de apoyo, confianza y equilibrio al interior de la comunidad, tanto en escenarios de celebración como al interior de la corporación del Cabildo.
Fiesta Ancestral de la Cosecha y Pagamento a la Madre Tierra en Obonuco| Foto cortesía de Ximena Botina
“Soy una india jodida, una Quillasinga”, se presenta entre risas Gisela Delgado Achicanoy, quien hoy es alcaldesa mayor de educación al interior de Cabildo de Obonuco. Gisela, cuenta una amplia trayectoria como autoridad dentro de su comunidad, al igual que Ximena Botina Yaqueno, actualmente encargada de la coordinación de la mujer y la coordinación de la recuperación del tejido.
Gisela y Ximena nos embarcaron un viaje al interior de su comunidad para conocer de cerca como las celebraciones indígenas de los Quillasingas del Resguardo de Obonuco procuran ser espacios seguros contra las violencias de género, en un diálogo que destaca el cuidado como un elemento transversal en el mandato indígena. Escúchenlo aquí: