¿Cuándo fue que la religión se empezó a interesar por el aborto?
A propósito del Día Internacional de la Planificación Familiar y los recientes cambios legislativos en torno al aborto en varios países del mundo, nos preguntamos acerca de los orígenes del debate político. Ahondamos específicamente por ese momento histórico en que los evangélicos norteamericanos decidieron movilizarse políticamente para hacer oposición a la interrupción voluntaria del embarazo.
El aborto no siempre fue el centro del polarizado debate político en Estados Unidos en los últimos años. A pesar de que el tema ha sido ampliamente promovido como parte de una agenda conservadora norteamericana, su origen no se remonta tanto a la fé y más a una elaborada estrategia política para movilizar a las comunidades religiosas norteamericanas.
Al abordar este tema es común que por un lado encontremos argumentos basados en la salud pública y por el otro, argumentos basados en la religión. Lo cierto es que el aborto siempre ha sido un tema de debate y aunque la religión tiene un papel principal en esta discusión, no fue hasta la llegada del gobierno de Ronald Reagan en Estados Unidos que este tema se convirtió en un campo de batalla.
Muchos relacionan directamente este debate con la creación de la derecha religiosa en Estados Unidos en la década de 1970, pero en realidad, como siempre, es mucho más compleja e interesante.
La historia comienza con Paul Weyrich, un periodista y estratega político conservador quien por años había intentado movilizar a los evangélicos con temas como la pornografía, los derechos de las mujeres, entre otros. Tras años de fracasos o modestos avances, a finales de la década de los años 70, había logrado convertirlos en el apoyo político más valioso del partido republicano.
Una década antes, a este llamado “arquitecto de la derecha religiosa” se le presentó el escenario perfecto: después de que la Corte Suprema de los Estados Unidos dictaminó que las escuelas segregadas racialmente eran inconstitucionales, a los menores afroamericanos se les permitió asistir a escuelas públicas que para ese entonces, eran solo para niños blancos.
Al cabo de dos años, las familias blancas que se opusieron a la integración abandonaron por completo las escuelas públicas, creando sus propias escuelas privadas. Estas instituciones contaban con el patrocinio de la iglesia y con la excepción de impuestos del gobierno federal.
Esto continuó hasta que en 1969 los padres de varios alumnos afroamericanos demandaron al Departamento del Tesoro para evitar que tres nuevas escuelas privadas obtuvieron esa excepción de impuestos. A partir de entonces las escuelas privadas debían demostrar que no estaban practicando la discriminación racial o perderían cualquier beneficio federal.
Esta decisión no cayó nada bien entre los líderes evangélicos que argumentaban que interfería con la autonomía religiosa, esto sin tener en cuenta que varios de estos líderes eran dueños de estas escuelas privadas.
Fue en medio de este malestar que Paul Weyrich, se dio cuenta del interés de los líderes evangélicos por movilizarse políticamente. Entre estos líderes se encontraba Jerry Falwell, quien tenía su propia academia de segregación, él junto a Weyrich darían orígen a la organización Mayoría Moral, un grupo de acción política republicano que llegaría a desempeñar un papel importante en la política norteamericana.
Su primer gran momento vino de cara a las elecciones legislativas de 1978, Weyrich sabía que todavía necesitaba una gran bandera para llevar a los evangélicos a las urnas y fue entonces donde decidió convertir al aborto en un tema principal de la agenda. Un fin de semana antes de los resultados, él de la mano de aliados de la lucha contra el aborto, dejaron folletos en los parqueaderos de las iglesias, dos días después los candidatos demócratas perdieron ante los republicanos que estaban en contra del aborto. Con este tema en el centro de su plataforma política, Weyrich logró la elección de un número sin precedentes de candidatos republicanos y antiabortistas.
Desde entonces, la amplificación del mensaje de oposición al derecho al aborto se ha convertido en una herramienta de movilización política. Esta misma plataforma, liderada tanto por Paul Weyrich como Jimmy Falwell, brindaría su apoyo al candidato republicano Ronald Reagan, quien ganaría las elecciones presidenciales para el periodo de 1981.
Es así como comenzó la estrecha relación entre el Partido Republicano y los evangélicos blancos que, entre otras cosas, ha marcado históricamente la oposición a la despenalización del aborto.