Barranquilla, ciudad de obras -y deudas-
Un Ecoparque, un tren turístico a la playa, un ríobus, la canalización de arroyos, la recuperación de más de 90 parques, la construcción, adecuación y reubicación del mercado de granos, la implementación de bilingüismo en las escuelas públicas, siembra de árboles, pavimentación de vías y varias obras más, hacen parte de la estructura de obras civiles que se han realizado - algunas sin inaugurar- en el último período en la capital del Atlántico.
En los últimos años, Barranquilla ha sido una de las ciudades con mayor número de obras de infraestructura e inversión para el desarrollo municipal. Sin embargo, no ha sido gratis: el creciente endeudamiento de la ciudad revela que es necesario reducir el gasto público y fortalecer los ingresos propios.
Según el más reciente análisis de Fundesarrollo, los gastos del Distrito de Barranquilla en 2022 ascendieron a 4.9 billones de pesos; de los cuales, el 12% correspondió a gastos de funcionamiento, 82% a inversión y 6% al servicio de la deuda; 311 mil millones fueron pagados en intereses y aportes a capital de créditos adquiridos por la ciudad.
La financiación de la deuda en Barranquilla pesa dos veces más que en Bogotá (3%) y seis veces más que en Cali (1%). Por eso, la viabilidad fiscal de la ciudad es una realidad que no debe ignorar el alcalde electo dentro de su plan de gobierno.
El crecimiento del gasto público en Barranquilla desde 2017 ha sido mucho mayor que sus ingresos, lo que ha llevado a cubrir déficits presupuestales con deuda pública; los indicadores de solvencia presentados del informe de viabilidad fiscal del Minhacienda dejan en evidencia la necesidad de replantear la sostenibilidad del modelo de crecimiento del gasto. Según el Ministerio: “Se recomienda evaluar la conveniencia de seguir aumentando el endeudamiento, dada la creciente participación en los últimos años y el servicio a la deuda ya existente, que durante 2022 presentó un incremento significativo”.
Para entender un poco sobre el estado de las finanzas públicas en Barranquilla, conversamos con Mario de la Puente, Director del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Del Norte.
¿Cuál es el estado actual del endeudamiento público de Barranquilla?
De acuerdo con los informes, se ha debatido en Barranquilla sobre su capacidad para cumplir con las obligaciones ya adquiridas. Recientemente, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un crédito de 250 millones de dólares para el Distrito de Barranquilla. No obstante, existen preocupaciones sobre la falta de informes precisos acerca de la deuda de la ciudad. Además, se ha sugerido que la ciudad podría estar en el rango más bajo, ‘deterioro’, debido a la falta de informes precisos.
¿Cómo afecta el incremento de la deuda pública a la ciudadanía barranquillera?
El aumento de la deuda pública puede tener varios efectos en los ciudadanos. Puede llevar a medidas de austeridad y recortes que afectan el crecimiento económico de la ciudad. Además, puede resultar en una mayor dependencia de las transferencias y bajos niveles de inversión. También puede llevar a un aumento en los impuestos y una disminución en el gasto público.
Si bien es cierto que los gastos en infraestructura representan un alto porcentaje del endeudamiento público, ¿es esto rentable para una ciudad como Barranquilla?
Los gastos en infraestructura pueden ser rentables si se utilizan para financiar inversiones públicas, como la infraestructura. Estos gastos pueden aumentar el potencial de crecimiento de una economía a mediano plazo. En Barranquilla, la industria manufacturera de la ciudad en producción real y ventas reales ha crecido 17,5% y 16%, respectivamente, lo que se ha visto reflejado en el empleo.
¿Cómo podrá afrontar la siguiente administración el desbalance entre egresos vs. ingresos?
Para enfrentar el desequilibrio entre egresos e ingresos, se pueden adoptar varias estrategias. Estas pueden incluir el uso de datos actualizados, conocer los desfases de tiempo entre ingreso y egreso, revisar el flujo constantemente y construir el flujo con un software financiero. Además, se pueden implementar medidas para reducir la deuda pública, como la programación de actividades que permitan una recuperación económica vigorosa, la consolidación fiscal para disminuir el endeudamiento y cambios estables económicos y la reducción de las tasas de interés.
Es indudable que Barranquilla ha presentado avances con miras a convertirse en una ciudad a la vanguardia de grandes capitales. Si bien es cierto que endeudarse no es malo, ya que es una de las herramientas que tienen los gobiernos para financiar sus inversiones, también es verdad que existe la necesidad de garantizar la sostenibilidad. Por eso, es necesario fortalecer los ingresos propios y ajustar el gasto fiscal para evitar caer en una situación de insolvencia en el mediano plazo.