Alto Volumen presenta “Algo Simple”
La agrupación caleña presentó al publico su primer trabajo discográfico lanzado a inicios del 2016 y actualmente se encuentra en su primera gira nacional con Cirkus Funk llamada, Funky People.
‘‘Y se abre el telón (…) Aquí seguimos y vivimos, abriendo las alas, empuñando mi guitarra en vez de estar dando bala (…)’’.
Quisieron mantenerlo simple, como el título del álbum. Entre más simple, más bello. Enfocarse en el detalle, en lo que puede convertirse una obra dedicada a la historia y vida de 7 caminantes cuyos senderos se unieron hace ya 3 años para subirle el volumen a la música y convertirse en Alto Volumen. Nadie recuerda quién fue el que nombró el grupo, solo sabían que “querían sonar duro, sin moderar el volumen”.
Algo tan simple como la música unió, originalmente, a 15 jóvenes en el Primer Encuentro de Talentos en el 2012, en el sector de El Vallado. Un proyecto que buscaba formar jóvenes en diferentes prácticas artísticas desde lo social. Tras fortalecerse, iniciaron un proceso de exploración y descubrimiento sonoro que enfocó el camino de la banda que para el 2013 se redujo a 9 integrantes y para el 2015, sobrevivieron 7.
Su carrera inicio desde los escenarios pero fue con “Megafono”, su primer EP, que fortalecieron la agrupación. Las expectativas se cumplieron pero surgieron nuevos retos a nivel musical. El discurso no era contundente y requerían explotar lo que cargaban dentro, y lo lograron. La composición para “Algo Simple” fue detallada y minuciosa. Este álbum es la comodidad que encontraron para pulir los detalles que dejaron pasar. Habla del barrio, de lo que sucede, de lo que no se nombra, y lo hicieron elegante. Le dieron color y feeling, y con todo montado, el disco se grabó en 8 días en los estudios de Kromaphono en Cali y la mezcla se hizo en Metal Machine. El disco vio la luz en un mes.
Los arreglos y los cortes son claros. Se cuenta una historia fragmentada en 7 tracks con un sentido y un por qué. Con variedad y autenticidad que no se repite en la siguiente canción.
Encontraron en las prosas y textos, el placer y la diversidad. Se conjugaron géneros e instrumentos que los centró en el funk, el hip funk. “Del barrio llega el hip hop pero nos encanta el funky porque es fiesta, porque los vientos suenan brutales, porque el bajo y el bombo clap suenan amarrados. Y de vez en cuando mezclamos con un Jazz, un punteo, una distorsión”, cuenta Junior Zamora, director musical y baterista de la banda.
Aunque no hubo un lanzamiento oficial en Cali, ‘la simpleza’ de los Alto Volumen sonó en México. Fueron invitados por Intolerancia Records a participar de diferentes eventos poniendo a saltar a Puebla, Cuernavaca, Ciudad de México y hasta Toluca en el mes de mayo. Regresaron de su primera gira internacional, catapultados hacía el éxito y con los objetivos más claros: subir más el volumen.
Alto Volumen no es solo música, se vincula desde adentro, desde el barrio. Junior, Jonathan, David Edward, Carlos, Pamela y Luis lo evidencian en la identidad musical de la banda. En el día unos dan clases de música, otros son gestores culturales y hasta el saxo comparte su talento en la orquesta del Ejército Nacional y en las noches, 3 veces por semana, se reparte el tiempo para los ensayos.
"Sean todos bienvenidos a nuestro manicomio"
Esa es la frase que abre este primer trabajo discográfico de Alto Volumen, conjugando lo que son. El baile, el flow, la pinta, la presencia, nada se improvisa. Están locos y se sienten orgullosos de eso. La locura por la música los inunda, los llena de poesía en cada letra y el beat con un buen saxo, les rebosa el alma. Se pasean en el escenario y dan la bienvenida a ‘su manicomio’, el espacio donde todos cantan, rapean, alzan la mano y dicen lo que sienten. Es ahí donde los 9 tracks del álbum se descargan sobre el público y aunque algunos tararean y otros la cantan, no es excusa; Todos se levantan del suelo, siguen a Pamela y Damper con la coreografía y se contagian del volumen que trae una banda de 7 soñadores que crecieron en zonas como El Vallado, Comunero y El Retiro, que cuentan la historia de sus vidas entre rimas, vientos, y que sienten que por ‘algo simple, celebrar’.