El telescopio Webb hace uno de los despliegues más desafiantes de la historia
El telescopio espacial más poderoso jamás construido ya está flotando en el espacio. Su nombre es James Webb y luego de haber sido lanzado el pasado 25 de diciembre del año que acaba de pasar, este martes fue su despliegue. Uno que fue descrito por la NASA como el más desafiante de la historia: este mide 21 metros y ha sido comparado en tamaño con una cancha de tenis.
Este hito es uno de los muchos que deben ocurrir para que el observatorio de la NASA funcione correctamente en el espacio, por lo que hoy todo el equipo que hizo posible esta proeza espacial está de celebración.
"Desplegar el parasol de Webb en el espacio es un parteaguas increíble, crucial para el éxito de la misión", dijo Gregory L. Robinson, director del programa de Webb en la sede de la NASA. "Miles de piezas tuvieron que trabajar con precisión para que esta maravilla de la ingeniería se desplegara por completo. El equipo ha logrado una hazaña audaz con la complejidad de esta implementación, uno de los proyectos más audaces hasta ahora para Webb", agregó.
El enorme parasol de cinco capas protegerá el espejo gigante y los instrumentos de Webb del calor del sol. Tanto el espejo como los instrumentos deben mantenerse a una temperatura muy fría, de -188 grados Celsius para poder observar el universo tal como fue diseñado. Cada una de las cinco hojas es tan delgada como un pelo humano.
Cuando el telescopio fue lanzado, el parasol se dobló para encajar dentro del cohete Ariane 5 que lo llevó al espacio. El proceso de ocho días para desplegar comenzó el 28 de diciembre. Esto incluyó desplegar la estructura de soporte en el transcurso de varios días antes de que pudiera comenzar el ajuste de cada capa.
En general, todo el proceso, que fue controlado por equipos en la Tierra, incluyó el movimiento perfecto y coordinado de cientos de mecanismos de liberación, bisagras, motores de despliegue, poleas y cables.
"Este hito representa el espíritu pionero de miles de ingenieros, científicos y técnicos que pasaron una parte significativa de sus carreras desarrollando, diseñando, fabricando y probando esta tecnología espacial, la primera en su tipo", dijo Jim Flynn, gerente de protección solar en Northrop Grumman, contratista principal de Webb de la NASA.
El telescopio Webb observará cada fase de la historia cósmica, incluidos los primeros destellos después del Big Bang que creó nuestro universo y la formación de las galaxias, estrellas y planetas. Sus capacidades permitirán al observatorio ver hacia el interior de las atmósferas de los exoplanetas e investigar las débiles señales de las primeras galaxias formadas hace 13.500 millones de años.
Se espera que el telescopio Webb tarde 29 días en alcanzar su órbita, con otros pasos críticos en el camino, y eso incluye otro gran desafío: desplegar el espejo del telescopio. Este puede extenderse 6.5 metros, lo que le permitirá recoger más luz de los objetos una vez que el telescopio esté en el espacio. Cuanta más luz pueda captar el espejo, más detalles podrá observar.
Finalmente, se espera que Webb haga un ajuste más de trayectoria para insertarse en una órbita que va más allá de la luna. Si bien eso completa los 29 días, el telescopio pasará por un período de puesta en servicio en el espacio que dura aproximadamente cinco meses y medio, lo que implica enfriar, alinear y calibrar sus instrumentos.
Sus primeras imágenes llegarán a finales de 2022 y se espera que se publiquen en junio o julio, con lo que se espera seguir dando pasos agigantados en la ciencia.