Según un estudio de MIT las reuniones le quitan productividad a una empresa
La confianza y cohesión de un equipo dependen de una serie de factores entre los que está la comunicación y la interacción regular, de calidad y fluida. Sin embargo, acorde a un estudio de MIT de este año, las reuniones no son la mejor manera de lograr este objetivo.
Con la pandemia muchas empresas han cambiado a modelos de trabajo remotos e híbridos, lo que ha derivado en un aumento en el número de reuniones, así como en la frecuencia y en el tiempo de estas. Se calcula que los trabajadores académicos, investigadores o áreas afines hoy suelen pasar más del 85 % de su tiempo en reuniones.
Esto, según estudios, afecta negativamente al bienestar psicológico, físico y mental de las personas. Y además, incluso antes de la pandemia, el 71 % de los gerentes pensaba que las reuniones eran costosas e improductivas.
Ben Laker, profesor de liderazgo en la Henley Business School de la Universidad de Reading; Vijay Pereira, profesor de gestión estratégica e internacional del capital humano en NEOMA Business School; Pawan Budhwar, profesor del 50 Aniversario de Gestión Internacional de Recursos Humanos en la Escuela de Negocios Aston de la Universidad de Aston; Ashish Malik, profesor asociado de gestión estratégica de recursos humanos en Newcastle Business School de la Universidad de Newcastle, fueron los autores de este experimento publicado por MIT.
Como explican en el comunicado, encuestaron a 76 empresas, con más de 1000 empleados cada una y operaciones en más de 50 países, que habían introducido de uno a cinco días sin reuniones a la semana (prohibiendo incluso las reuniones individuales) durante los últimos 12 meses.
Además, hablaron con los gerentes y directores de recursos humanos de cada empresa para obtener perspectivas ejecutivas sobre los enfoques adoptados. Examinaron los datos, compararon niveles de estrés antes y después de la reducción de reuniones, y se evaluó el impacto posterior en la productividad, la colaboración y el compromiso.
Dentro del estudio casi la mitad (47%) de las empresas redujeron las reuniones en un 40 % al introducir dos días sin reuniones a la semana. De las restantes el 35% instituyó tres días sin reuniones y el 11% implementó cuatro. El 7% restante erradicó las reuniones por completo.
Cuando se introdujo un día sin reuniones por semana, la autonomía, la comunicación, el compromiso y la satisfacción mejoraron, lo que resultó en una disminución de la microgestión, un estilo de gestión de equipos mediante donde un gerente observa y controla de cerca el trabajo de sus empleados prestando excesiva atención a detalles menores que se ha mostrado puede llevar al efecto contrario: pérdida de eficiencia, aumento de estrés y desmotivación.
Por ejemplo, en el estudio de MIT se comprobó que compañías que dejaron de reunirse durante tres días a la semana aumentaron su productividad hasta en un 73%, redujeron en un 57% el estrés de sus empleados e incrementaron su satisfacción hasta en un 65%.