Mindhunter: cazando buenas historias y buenos sonidos
No es extraño que tengamos cierta atracción por las historias de los asesinos en serie. Hay dos cosas que se juntan para que eso tenga efecto: primero, todos guardamos algo de morbo y curiosidad por conocer la verdad de los casos, y segundo, los directores de cine han hecho que las historias resulten fascinantes, ¿no sigue siendo Hannibal Lecter uno de los villanos más recordados en la historia del cine? Bueno… ahí está.
Una de las mentes que ha hecho que eso crezca es David Fincher, el director que en 1995 nos mostró algunas de las escenas más escabrosas en el cine con Se7en, la cinta en la que dos detectives le siguen el paso a un psicópata que selecciona sus víctimas por sus siete pecados capitales. Pues el mismo se encargó de dirigir una serie que se puede convertir perfectamente en uno de esos audiovisuales de culto: Mindhunter.
Repitiendo el éxito que logró en Netflix con House of Cards, Fincher le puso el lente a la historia real que contó el detective John E. Douglas en su libro Mind Hunter: Inside FBI's Elite Serial Crime Unit (1995) y la lanzó al estrellato en octubre de este año de la mano del gigante del streaming.
El aclamado director también se acompaña en ciertos capítulos con otros grandes de la industria: Asif Kapadia (Amy, 2015; Senna, 2010), Tobias Lindholm (The Hunt, 2010) y Andrew Douglas (Searching for the Wrong-Eyed Jesus, 2003).
“¿Cómo lidiamos con los locos si no sabemos cómo piensan?” con esta tesis Mindhunter nos entra en un mundo donde se inicia la exploración de la psicología criminal a finales de los años setenta. Sin llegar a caer en la típica historia de policías y federales que inundan las pantallas de balaceras y explosivos, la serie muestra al joven y perspicaz detective del FBI, Holden Ford (personaje basado en Douglas), quien en el camino se encuentra con Bill Tench un veterano agente quien le ayuda aterrizar su idea de entrevistar a los psicópatas.
Dos sujetos que revelan la inteligencia del FBI por encima de las acciones defensivas y bélicas; entablando conversaciones con los asesinos confinados en las cárceles y entrando de manera audaz (con el tiempo) a las mentes que antes de conocerse se entendían como inútiles.
Ford (Jonathan Groff ) y Tench (Holt McCallany) le hacen comprender a la agencia la importancia de explorar la mente de estos personajes, así con una esta serie de interrogatorios los dos detectives a agudizan sus sentidos para resolver los crímenes con los que se encuentran en diferentes partes de Estados Unidos.
La historia es tan importante para las técnicas de investigación criminal que muestra de dónde sale el termino ‘asesinos en serie’, clasificación que se da tras analizar juiciosamente las acciones de asesinos que atraparon a la prensa y aterraron a la comunidad estadounidense en los años sesenta y setenta. De allí que se conozca más a fondo el perfil de Ed Kemper ‘el asesino de colegialas’ quien mató a más de diez personas incluyendo a sus abuelos y a su madre. Kemper, en el cuerpo del actor Cameron Britton, recoge el perfil de un asesino elocuente, que simpatiza con los policías y quien hasta parece inofensivo. Uno de los personajes más interesantes de la serie.
Con menor profundidad, pero con igual curiosidad conocemos a Monte Rissell, quien violó y asesinó a cinco mujeres; Jerry Brudos, el fetichista de Salem acusado de cuatro asesinatos y a Richard Speck quien apuñaló a ocho estudiantes de enfermería.
El lenguaje es la herramienta que mejor se usa en los relatos de la serie, la idea básica de Mindhunter es llevarnos a imaginar los crímenes más allá de mostrar las atrocidades explícitamente y es allí donde parte uno de los encantos de la serie.
Y si hablamos de los aspectos que hacen que el audiovisual haya sido catalogado por el New York Times como una de las diez series del año, tenemos que nombrar su impecable fotografía y adaptación de los años setenta; en el vestuario y en algo que la hace brillar más: su música.
Siendo consecuente con la década de mayor experimentación musical, a lo largo de sus diez episodios se pasean las voces de David Bowie, Alice Cooper, Sweet, The Alan Parsons Project, por nombrar algunas estrellas de la época.
Netflix por su parte ya confirmó que hará la segunda temporada de la serie. Así que si no la han visto, les recomendamos que saquen diez horas de su tiempo para conocer la mente de estos asesinos en serie que viene acompañada con una excelente selección muscial.