‘Cortar por la línea punteada’, una serie animada para reflexionar sobre la salud mental
No son tiempos fáciles. Aunque en verdad nunca lo han sido, pero cada época, cada nueva década trae sus complicaciones y en este momento los días se sienten especialmente complicados. Y eso se ve reflejado en las alarmantes cifras de suicido registradas durante el 2020, entre los menores de 50, hubo más muertos por suicidios que por COVID, lo cual es una alarmante síntoma de la enfermedad colectiva que vive la humanidad.
A pesar de que todavía hay miles de incautos que dicen que la depresión es debilidad, una forma de llamar la atención de una “generación de cristal” y que cuando hubo las guerras mundiales a la gente le tocó más duro, hay que dejar de menospreciar la crisis de salud mental que atraviesa el planeta y empezar a mirar de frente el presente y entender no sólo los contextos en lo que vivimos, sino quiénes somos como individuos y cómo todo este caos nos afecta como personas.
Esa es la invitación que el caricaturista italiano Zerocalcare (Michele Rech), hace en su serie animada Cortar por la línea de puntos (2021), disponible en Netflix. Esta producción de seis capítulos está protagonizada por el propio Zero, un punkero en sus treintas, ya más cercano a los cuarenta, que sufre de ansiedad por lo que todo el tiempo está sobre pensado las cosas e inventando excusas para no enfrentar la realidad, la cual es ser un hombre atormentado que lidia constantemente con la frustración, la soledad, la inmadurez y creerse el centro del universo.
Pero que también está en un continuo proceso de reflexión y autocrítica, que aunque a veces es muy duro con él mismo, lo ayuda a seguir encontrando los motivos para no desfallecer ante el peso de la cotidianidad.
Zero tiene cuatro polos a tierra que lo han acompañado toda la vida. Su amigo Secco, un cínico que habla poco, ama los helados y le recuerda que la vida no hay que tomarsela con tanta seriedad; su amiga Sarah, inteligente, curiosa y análitica que es como la voz de la razón, quien lo hace bajarse de sus nubes narcisistas y que de forma cruda le recuerda la importancia de sentir el presente; Alice el amor frustrado de su vida; y finalmente un armadillo anaranjado que es la representación de su subconsciente, la voz que le dice las verdades que no quiere escuchar.
A parte de mostrar la cotidianidad de Zero y la forma en la que ve al mundo a través de su ansiedad, esta historia nos lleva por un viaje desde Roma, la ciudad donde vive, a su pueblo natal, al que tiene que volver para enfrentar una triste verdad. A lo largo de la serie vamos conociendo las distintas etapas de su vida, sus logros, sus amores y sus derrotas.
Pero sin duda lo más rico de la serie, junto con los juegos de cámara y la estructura narrativa, son las reflexiones que el personaje hace en cada entrega. La importancia de repensar la masculinidad y sus privilegios, la amistad, las formas de llevar relaciones sanas, cómo acompañar a las personas que sufren en su salud mental, el duelo y la muerte, la rebeldía y cómo enfrentarse a un sistema agobiador y enajenante, y sobre todo la importancia de estar presente y permitirse sentir y expresar esos sentimientos.
La palabra Cortar por la línea de puntos, es una metáfora a ese camino que nos imponen desde que nacemos. Ir al colegio, estudiar una carrera, conseguir un trabajo, una pareja, formar un hogar, jubilarse y morir. Como si tuviéramos que cortar una figura de papel de nosotros mismos, que se vea perfecta, pero en la vida la perfección no existe y la cosa es que te dan esa hoja de papel pero no la tijeras.
A la larga somos como un montón de rotos remendados que hacen lo posible por mantenerse estables. A veces las presiones del mundo son como una bota en el cuello y con la hiperconectividad y la enajenación a la que estamos expuestos, el ahogo que produce esa bota pareciera que nos va a acabar. Pero al final lo importante es recordar, que por más arrugada que esté esa hoja de ruta de la vida, es lo que somos y no solo eso, también es lo que hemos logrado, construido y experimentado. Las amistades que hemos forjado, los recuerdos que hemos recopilado y el momento que estamos experimentando. Y a pesar de que a veces parece que no podemos seguir o no que estamos atrapados en nosotros mismos y nuestras manías, siempre podemos cambiar, enterrar el pasado y construir el futuro.
Dicen que no somos nuestros sentimientos, ni nuestros pensamientos ansiosos, ni nuestros errores, ni los del resto. Simplemente somos la bocanada de aire que entra en este momento por nuestra nariz y de forma muy divertida Zerocalcare nos recuerda que sí, a veces esas bocanadas de aire dan miedo, duelen, lastiman y dejan cicatrices que no se van, pero a larga ahí radica la belleza de la vida. La posibilidad de vivirla, muchas veces de sobrevivirla, con todo lo bueno y lo malo que nos regala.
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