Un ritual llamado hardcore: reseña de Turnstile en Colombia
El hardcore como género está en constante evolución, decir que solamente esto se le debe acuñar a un puñado de bandas sería una mentira, porque históricamente tras más de 40 años de artistas, bandas, exploración, corrientes y contundencia, existen propuestas muy interesantes a nivel internacional que dan cuenta de ello, pero también de una contundencia que se ha sabido matizar con el pasar de los años.
Las nuevas generaciones están viendo de frente cómo el ímpetu de un género se conserva en esencia, desde su estética, sus posturas y su desenfrenada tenacidad, pero entendiendo el cambio de los tiempos y siendo un refugio para aquellos que, sean jóvenes o más adultos, pueden ser libres en hermandad.
La segunda presentación de Turnstile en Bogotá es un testimonio en el presente de ello, ya que perfectamente se puede decir que este fue uno de los mejores conciertos internacionales de hardcore en territorio colombiano. Desde hace un poco más de 10 años que su historia comenzó siendo actualmente un fenómeno internacional, el panorama es bastante optimista frente a las constantes y nuevas propuestas en devenir inspiradas por actos como el de este grupo, para la muestra un botón con actos de la talla de Zulu, Magnitude, Scowl, Gel o Initiate, donde sonoramente se realiza una exploración hacia otros confines, pero sin olvidar el origen.
Raw Brigade: orgullo, actitud y determinación
Con una puntualidad totalmente evidente, la encargada de abrir la jornada fue la agrupación capitalina Raw Brigade, quienes demostraron en tarima por qué fueron la banda idónea para este propósito. 30 minutos con un despliegue sonoro del más puro New York hardcore, sonido que los caracteriza desde sus influencias e inspiración, mezclado con todo el componente cultural de una ciudad como Bogotá y de la ideología del movimiento Straight Edge.
Su madurez en tarima es producto de la realización de forma autogestionada de una gran cantidad de giras por territorio estadounidense, donde con todo el enfoque del DIY, se han ganado a pulso una fanaticada en otros territorios y un amplio grupo de seguidores en su país, quienes con orgullo cantaron las canciones, vistieron prendas alusivas a este demoledor quinteto y aparte de esto, apoyaron toda su presentación de comienzo a fin.
Sin duda alguna, una propuesta que ha representado muy bien al hardcore colombiano y que, hoy por hoy, es una especie de evolución en cuanto a fuerza y contundencia de bandas de alta importancia como Ataque en Contra.
Un nuevo capítulo para Colombia desde Baltimore
Si bien esta fue la segunda visita de Turnstile para nuestro país dentro de una ventana de dos años, su primer acto en el Festival Estéreo Picnic de 2022 llegó a tener algunas limitantes, las cuales para esta ocasión se superaron con creces debido a una gran cantidad de factores donde el público demostró una fidelidad más que evidente, con todas las características de un concierto de hardcore: el mosh, el slam y el stage diving pertinente.
Vale la pena decir que el público demostró una intensidad increíble tras cada uno de los temas, siendo canción tras canción coreada al unísono para un repertorio que trajo consigo música de todos sus trabajos discográficos, desde himnos como la demoledora "Drop" del álbum Non-Stop Feeling, pasando por la contundencia de "Big Smile" y el plato fuerte, un despliegue principalmente enfocado a su más reciente trabajo Glow On, donde relucieron temas de alto reconocimiento como "Don’t Play" y "Black Out", pasando por sencillos con otro mood de la talla de "Underwater Boi", "New Heart Design" y "Alien Call Love", sin olvidar un cierre de celebración con la demoledora "TLC".
Turnstile es una banda que dentro de su misma concepción es abierta e incluyente a otros géneros, no por nada la irregularidad de sus ritmos hizo posible que este concierto se convirtiera en una fiesta, donde el cuerpo sí o sí se iba a mover, bien fuera desenfrenadamente entre los demás asistentes, o bailando de manera divertida, a la final todo resultaba siendo válido.
Una amalgama de géneros hechos una sola banda entre alternativo, shoegaze, soul, dream-pop y hasta samba, gracias al trabajo de todos sus músicos, donde se destaca la participación de su nueva guitarrista, Meg Mills, sin dejar de lado el talento del baterista Daniel Fang, quien se robó el show con un demoledor solo en el que la tarima recibió la visita de muchos fanáticos para celebrar esta presentación.
Palabras más, palabras menos, Turnstile es el futuro y la evolución, dejando más que claro que en este país su música llevó la pasión por el hardcore a un nuevo nivel.