"Invisibles" (2020) de Invisibles
Desde hace buen tiempo el Caribe colombiano se ha acercado a muchos sonidos contemporáneos de vanguardia y experimentación atmosférica, algunos enmarcados en el post rock, indie pop y alternativo. Tal vez sea un capítulo del rock nacional que apenas comenzamos a descubrir y que desde ya perfila grandes propuestas en un futuro próximo.
Es así como se revela la honesta y atrevida música del cuarteto conformado por Jesús Borja en el bajo, Brian Oróstegui en la batería, José Mejía en guitarra y voz, y William Ballesteros también en la guitarra. La producción estuvo a cargo de Virgilio Rodríguez, conocido anteriormente por su trabajo con los también samarios El Otro Grupo, quien en esta oportunidad junto a Emiro Pérez realizó la grabación y mezcla en los estudios EM Records de Santa Marta.
Para cualquier fanático del rock nacional encontrar el álbum "Invisibles" revela una casi milagrosa evolución para las propuestas sonoras hechas en nuestro país. Alejados del estilo del grupo, su producción e intención generan orgullo frente al desarrollo del sonido independiente en Colombia, su propuesta en general es de factura internacional y cuenta con un alto nivel interpretativo.
La banda logra con mucha elegancia y de manera consciente, guiarse y nutrirse de grandes experiencias y texturas sónicas británicas en su propuesta, como lo pueden ser las influencias que van desde Coldplay con sus melodías y explosiva emotividad, hasta la amplia experimentación de Radiohead.
Esa estética sonora la complementan comodamente con melodías alternativas de influencias Smashing Pumpkins y algo de la agresividad dinámica de agrupaciones post-rock y post punk instrumental como Boris.
Cancines como "Alma", "Ícaro" y el sencillo promocional "Unidos por el Mar" demuestran que quieren ser tomados en serio y llamar la atención desde el primer momento, cautivando en un estilo que comienza a consolidar audiencias en varios rincones del país.
A nivel musical el balance tal vez más contundente e interesante en dinámicas del grupo, lo encontramos en canciones como "Despojos", la muy madura "Orion" y la homónima "Invisibles".
La música está lista, la propuesta es fértil para comenzar un recorrido que les permita explorar con la independiencia e identidad planteadas en este álbum, acumulando experiencias que les puedan ayudar a ser más radiales y digeribles. Es importante encontrar un balance que les permita llegar a más audiencias, sin sacrificar el público reclutado a la fecha.
A nivel lírico la banda está bien, tiene una firma sensible y honesta, a veces optimista y a veces melancólica. Tiene ritmo y cautiva, fortalezas con las que podrían aventurarse mucho más, tal vez de la misma y arriesgada manera que lo hacen a nivel de melodías, ritmos y sonidos.
El desarrollo introspectivo es honesto, sentido y bien balanceado, tanto, que seduce la idea de escuchar cómo abordarían otras temáticas de la vida cotidiana o del ser humano, a partir de esa misma visión íntima y personal pero más cercana a la crítica o ironía.
El disco cumple con la función de ser un álbum que marca un punto de referencia serio y profesional para una banda de la que seguramente podremos esperar muchas cosas más.
Me deja pensando que algunos temas podrían ser un poco más cortos y concretos. El disco invita a querer conocer más material del grupo pronto.