10 conciertos que le dieron sentido al 2022
2022 fue un año de mucho movimiento. Fueron días de volver a las pistas de baile, de sentir de nuevo el sudor del otro, de perder el control y dejarse llevar por el sonido y de encontrarse en este ritual de euforia y movimiento que envuelve la música en vivo.
Pero también ha sido un año jodido, muy jodido. Durante el encierro, cuando el mundo se puso en pausa, muchas cosas quedaron ocultas, olvidadas o congeladas. Pero el calor del baile derritió muchos velos y el reencuentro nos obligó a confrontar muchos demonios. A tumbar íconos, a conocer verdades incómodas, a mirar para adentro y enfrentar nuestros propios errores. El 2022 fue un año de cambio, pero no del de la propaganda política, sino del cambio real, para bien o para mal.
Y los conciertos son lugares donde se evidencia ese cambio. La reunión de cuerpos nos obliga a mirarnos a los ojos, a conversar, a sentirnos nuevamente como personas unidas por fuerzas más grandes.
Este 2022 hubo grandes momentos desde Quantic y Nidia Gongora llenando de vida el Bronx durante el Festival Centro a inicio de año, pasando por un Estéreo Picnic increíble en el que además no llovió, para cerrar con un Rock al Parque eufórico y distinto que muestra que el futuro será brillante o un emocionante Knotfest que marcó el triunfo del metal después de más de 30 años de lucha.
Pero también hubo grandes derrotas como el fracaso de Jamming Festival o la terrible organización de grandes eventos como Dua Lipa y Harry Styles, los artistas pop más grandes del momento, cuyo público la pasó mal en sus conciertos por cosas de logística que pudieron preverse.
Además de eso, el fin de año nos deja algunas preguntas y reflexiones acerca de la sobre oferta de eventos, los costos, no solo de las boletas sino de la comida y sobre todo del agua, cómo hacer para que estos conciertos no solo sucedan en Bogotá, y si bien es muy emocionante tener tanta oferta hay pensar en por cuánto tiempo esto se va a mantener y si es sostenible.
Ahora estamos viviendo la época dorada de los conciertos en Colombia y el 2023 pinta igual de intenso, pero no hay que olvidar, nunca, que así como vienen grandes nombres extranjeros, aquí también hay un montón de artistas haciendo cosas increíbles y algún día la oferta bajará pero el talento no parará de crear y así como fue muy emocionante ver grandes nombres de afuera, también lo es ver crecer, consagrarse y arriesgarse a las bandas locales.
Por eso esta lista busca rememorar varios momentos musicales, muchos de los cuales pasaron por fuera de los reflectores, pero que fueron igual de buenos. Pero hay que hacer un par de aclaraciones, la primera es que esta es una lista personal basada en las presentaciones a las que pude asistir y lo segundo es que prácticamente todo se organizó en Bogotá.
Salud por un 2022 lleno de músicos y 2023 igual de bueno.
La Sonora Mazuren y la Pambelé en Latino Power
La tradición de fin de año en Colombia es celebrar la vida con música tropical, pero desde hace décadas no se hace música tropical nueva, o esa es la mentira que les han vendido porque estás dos agrupaciones son la muestra de lo contrario. La Sonora le entra a la cumbia con psicodelia, rock y hasta algo de punk y la Pambe hace salsa brava enmarcada en el presente que pega duro, directo en todas las terminales nerviosas.
Ambas orquestas lanzaron sus EP de siete pulgadas en el clásico Latino Power con un par de shows alucinantes llenos de calidad musical y mucha sabrosura.
Ela Minus en Estéreo Picnic
Ela Minus en vivo es como ver un hada de las sombras revolotear al ritmo de un sonido hipnótico. Este proyecto encabezado por Gabriela Jimeno necesita de muy poco para ser increíble. Es ella vestida de negro con sus sintetizadores y unos visuales alucinates que te poseen y quitan el aliento. Ela Minus está radicada en el extranjero, por eso verla es difícil pero vale la pena cada segundo, porque uno sale recargado de una energía especial y durante el Estéreo Picnic dio un show que muy pocos artistas son capaces de lograr en el mundo.
10 años de Ondatrópica en el Teatro Colón
Hace una década nació uno de los experimentos sonoros más emocionantes y ambiciosos de la historia de Colombia y para celebrar ese encuentro entre dos épocas y muchas manos talentosas, Ondatrópica se reunió para dar un emotivo concierto en el bellísimo Teatro Colón de Bogotá. Fue un privilegio poder ver en el mismo escenario a Marquitos Micolta, Alfredito Linares, Mario Galeano, Nidia Góngora, Quantic entre otros grandes artistas que hicieron vibrar el teatro. Además hubo un homenaje a los que ya no están como el Michi Sarmiento, lo cual hizo aún más especial esta noche.
Vorágine en La Hoguera
En Colombia se hace muy buen metal, pero pasa mucho que se queda estancando en un sonido y una época. Hay mucho talento pero falta algo de riesgo y por eso encontrar una banda como Vorágine refresca un poco el sonido porque este grupo hace post black metal, un género difícil pero apasionante. Este año esta banda bogotana lanzó Esplín, su segundo disco, con un concierto muy especial en Teusaquillo.
Un lugar pequeño pero acogedor y cartel muy ecléctico en el que hubo desde el tranquilo sonido de Casi, hasta el descontrol de Hermanos Menores, pasando por las oscuras notas de Basura Astillada y Arda. Esta fue una noche muy interesante de sonidos variados y disruptores con la hegemonía musical de la ciudad.
Idles en Estéreo Picnic
Antes de ver a Idles se esperaba una gran presentación pero nadie estaba preparado para lo que fue ese concierto. Wall of death, saltos, cantos, gritos y euforia total. Desde el momento en que esta banda inglesa salió al escenario incendio ese campo de golf. La energía e intensidad de Idles es algo que se tiene que vivir, además de que es un banda impredecible. En un momento se armó un pogo alrededor de uno de los guitarristas que se metió a tocar entre el desaforado público. A pesar de la distancia que a veces genera el escenario de un festival, esta presentación se sintió muy cálida, cercana al público y humilde. La banda lo estaba disfrutando tanto como todo el que tuvo la buena suerte de verla.
Festival Petronio Álvarez en Cali
La gran fiesta del pacífico reúne agrupaciones de todo el litoral que llegan como pueden al corazón de Cali para tocar por unos pocos minutos y soñar con ganar esta competencia. Pero más que un concierto este es un descomunal encuentro cultural donde el Pacífico alza la mano y dice aquí estamos y el futuro está en esta selva. Hay pocos espacios de felicidad absoluto en Colombia, de hermandad, de compartir, de unirse en un baile colectivo para romper cualquier prejuicio o imposición falsa y realmente entregarse al goce a la par que se hace un diálogo muy necesario en este país. Cada día del Petronio es un sueño lleno de momentos de locura, de momentos conmovedores, de lágrimas, risa, abrazo y mucho viche.
The Scum en Teatro Acto Latino
El death metal es algo que se debe sentir en vivo y el lanzamiento de The Hunger, el más reciente disco de esta banda manizalita, fue uno de los mejores conciertos de metal del año porque reunió un cartel de lujo. Varios clásicos Bogotanos como Nonsense Premonition, Tears Of Misery, Soulburner y Threshold End, junto a Gutgrinder de Cali, uno de los mejores power tríos de Colombia, se reunieron en este teatro para hacer arder la tierra y fecundarla con sangre. Esta fue una muestra de que el metal colombiano no tiene nada que envidiarle a nadie.
Lucio Feuillet en Rock al Parque
Es difícil elegir un concierto de un festival tan grande, disruptivo y lleno de sorpresas como fue el Rock al Parque de este año, pero lo que el músico pastuso Lucio Feuillet hizo durante el último día fue impresionante. Antes de su presentación estaba la duda de con qué iba a salir este trovador, y fue increíble verlo con una orquesta que trajo todos los diablos del carnaval al Simón Bolívar. En los Andes los seres paganos se invocan zapateando y a punta de sanjuanitos, albazos y pasillos Feuillet prendió la fría noche para recordarnos los colores que corren por nuestra sangre y nuestras raíces y el ritmo al que late nuestro corazón.
Pixies en Chamorro Music Hall
Es difícil explicar el nivel de felicidad que la música de Pixies produce en la gente. Su segunda visita a Colombia fue un show sencillo, sin necesidad de hablar, sin clichés, sin pretensiones. Solo casi dos horas de música en las que sonaron todos los éxitos de la banda y los cuerpos vibraron ante una presentación muy honesta, nostálgica y a la vez vigente.
Festival Ansia en Boro Room
Los sonidos oscuros y los bailes sombríos son una combinación perfecta y desde hace ya varios años el post punk ha ido creciendo en Colombia y el festival Ansia es el mayor encuentro de esta música ecléctica, densa, mortecina y atrapante y este año su apuesta fue enorme. Además por primera vez salió de Asilo para encontrar un nuevo hogar el Boro Room una nueva sala de concierto que promete mucho para el próximo año.