Las ocupaciones ilegales en Pance
Texto de Estebán Zapata y Fabio Mejia
“Con un grupo de amigos quisimos desconectarnos un poco de la monotonía en la que generalmente caemos en la ciudad, decidimos hacer un pequeño paseo hacia este sector exótico para tener un momento íntimo con el medio ambiente, decidimos tomar uno de los famosos colectivos llamados “recreativos” ya que la parada final de una de sus rutas es el pueblo de Pance.
Llegamos, tomamos camino arriba para llegar a uno de los tantos chorros, pero nos encontramos de frente con una reja eléctrica que restringía totalmente el camino evitando así el paso, ésta estaba custodiada por un vigilante y decidimos preguntar a esta persona el por qué del bloqueo. El hombre dio respuestas vagas, dijo que las personas que vivían alrededor decidieron cerrar la vía porque estaban construyendo algo en ellas, que solo los habitantes de esa zona podían cruzar”, nos contó Andrea Rodriguez*.
Una actividad muy tradicional de las familias caleñas, al igual que los turistas es visitar las orillas del río Pance, un destino turístico predilecto y una parada obligada en la Sultana del Valle. Pero, ¿qué pasa cuando este paseo se frena cuando varios espacios han sido usurpados ilegalmente y no se puede ingresar a una que otra zona?
Pance es un corregimiento y destino muy apetecido. Recibe diariamente, y sobre todo los fines de semana, cientos de visitas a lo largo de todo su trayecto que inicia en pueblo Pance hasta el sector de la vorágine. Esta visita recreativa históricamente ha satisfecho las experiencias de todos sus visitantes para conectar con la naturaleza, estudiarla o simplemente observar. Sin embargo, en algunos casos, las memorias al ir a este lugar no terminan siendo las más agradables por distintos motivos. Uno de ellos, en particular ha afectado a todo el municipio de Santiago de Cali: estamos hablando de la ocupación ilegal de terrenos.
“Mi familia y yo queríamos celebrar el cumpleaños de un primo y decidimos organizar un breve paseo al río Pance, el papá de mi primo nos recomendó ir a un sitio que él conocía ya que ocasionalmente solía ir antes de la pandemia. Organizamos todo y decidimos subir hacia el pueblo. Faltando poco para llegar al destino que mi tío había propuesto, nos encontramos con un pedazo de la carretera que se encontraba custodiado por unos guardias de seguridad, cuando quisimos explicarles que queríamos atravesar el camino para poder llegar al sitio, nos negaron la entrada alegando que en ese l sector ya no podía ingresar la gente, aburridos nos devolvimos a buscar otro sitio donde llegar”, nos dijo, por su parte, Juan Camilo Botero, un joven habitante de Cali.
No es la primera vez que suceden experiencias de este tipo, ya que se han evidenciado otros casos que se han mencionado en distintos medios de comunicación a lo largo de los años, en el que varios tipos de terrenos han sido bloqueados ilegalmente, obstaculizando el paso diferentes zonas. En el 2017, por ejemplo, se informó sobre la inspección y revisión de las licencias de construcción en el sector de Pance por la urbanización irregular de inmobiliarias, también en 2020 hubo una gran polémica por la misma situación en la que algunas constructoras estaban tomando espacios importantes, comprometiendo el medio ambiente del territorio. También en 2021 se informó de distintos asentamientos indígenas que se consideraron invasiones en La Viga Pance, situaciones que además de comprometer el medio ambiente, obstruyeron el tránsito dentro del mismo corregimiento.
Río Pance: entre extensiones y biodiversidad
El Rio Pance y su corregimiento es una pequeña porción de toda una extensa zona natural conocida como el Parque Nacional Natural Farallones, dispuesto así desde el año 1968 por medio de la Resolución 092 de 1978 con el objetivo de “preservar la flora, la fauna, el caudal de los lagos y los ríos, las bellezas escénicas naturales y los yacimientos arqueológicos”. Este parque tiene una extensión de 196.429 hectáreas, siendo una de las zonas de protección natural más grandes del departamento del Valle y alcanzando a colindar con los municipios de Cali, Jamundí, Dagua y Buenaventura.
Son más de 30 ríos los que nacen desde los Farallones, por ende, la biodiversidad y los ecosistemas que habitan dentro de toda esta zona son urgentes de proteger. Además de que el recurso hídrico es fundamental para los municipios que tocan todo el parque nacional, por ende la ocupación y transformación de los espacios naturales tienen consecuencias legales.
Delitos alrededor de la ocupación ilegal de espacios
Los desplazamientos forzados, la violencia, ahora la pandemia, los estallidos sociales, entre otras cosas, han sido factores que han incrementado las invasiones en espacios públicos o protegidos. La intención de recuperación ha disparado las amenazas sobre los propios humedales de Cali y sobre los predios de protección hídrica como el Jarillón del Río Cauca y Pance, espacios que ambientalmente son críticos, estratégicos y nos afectan o nos tocan tanto como a la autoridad ambiental urbana como rural. Así lo explica Francy Restrepo Aparicio, directora del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente Dagma.
Por otro lado, César Lemos Posso. Subsecretario de Acceso a Servicios de Justicia y delegado para el control de invasiones de la ciudad de Cali, explica la cadena de delitos que se cometen al invadir un terreno: “la ocupación irregular es un hecho tipificado en el Código Penal como delito; como también los fenómenos de loteo y la conexión a los servicios públicos de manera ilegal como consecuencia de las ocupaciones. Desde un enfoque Ambiental esto también constituye un delito adicional porque generalmente se talan y se queman parte de las zonas verdes ocasionando un daño ambiental, de acuerdo a esto se pueden estar cometiendo más de cinco delitos al ocupar ilegalmente un terreno, esto representa una afectación ambiental y el deterioro de sus ecosistemas”.
El municipio de Cali y su intervención en zonas para la recuperación de los territorios
Francy Restrepo Aparicio comenta que, para prevenir el incremento de las ocupaciones informales e ilegales, desde el 2018 Santiago de Cali a través de un decreto distrital, creó un Comité de planeación de Coordinación de ejecución para el control de invasiones y protección de ecosistemas. Es decir, ya no solo se observa como una problemática social, sino que es una problemática socio ambiental, puesto que genera un crecimiento de la deforestación en las zonas urbanas.
De acuerdo con Cesar Lemos, el debido proceso se encuentra dentro del Código de Policía en el Artículo 80 y 81 "Acción Preventiva por perturbación", ya que previenen la violación de las normas balísticas de las construcciones o el daño ambiental que generalmente se ve en las cuencas de la red de aguas de áreas protegidas. Ahí se presenta ante el inspector cuando se trata de predios urbanos y al Corregidor cuando se trata de predios rurales, luego se inicia el debido proceso, se estudia la resolución de restitución y se interviene cumpliendo con el debido proceso y garantizando los derechos fundamentales
Por otro lado, también comenta que el 44% de los hogares de Cali viven en asentamientos precarios y 39% viven en zonas de alto riesgo que no pueden ser legalizadas y a pesar del riesgo, siguen en crecimiento, sobre todo hacia el sector de los bordes (sectores donde termina lo urbano e inicia lo rural). Las raíces de las ocupaciones irregulares de tierras tiene unas bases muy profundas en el tema de la pobreza ya que gran parte de la población son personas afectadas por la violencia, desplazados, campesinos, extranjeros, ciudadanos particulares adinerados, entre otros.
Lo que ha sucedido con estos procesos en Pance
En el caso de Pance, para el Subsecretario de Acceso a Servicios de Justicia y delegado para el control de invasiones de la ciudad de Cali, existen puntos que presentan ocupaciones en las que hubo un crecimiento de la actividad constructiva en dos sitios en especial, cerca al sector del Comfandi con Avenida Cañasgordas. En ese sector hay una actividad de gran importancia y el otro sector es el corredor férreo que a lo largo y ancho en su recorrido por la ciudad Santiago Cali presenta algo más de 90 puntos afectados.
Durante el 2021 se lanzó una mesa técnica que se encuentra realizando seguimiento a ese proceso. A finales del año pasado la estación Férrea, que es un sitio que tiene gran importancia cultural para la ciudad y hacía más de 30 años estaba ocupada, se recuperó. Ya, en estos momentos, queda pendiente recuperar no solamente las ocupaciones irregulares de personas que habitan en el corredor, sino también en los otros espacios donde particulares privados han movido sus cercas adueñándose de prácticamente de todo el terreno, finaliza Lemos.
Además de las herramientas legales de recuperación, el municipio, queriendo abarcar mucho más el control de protección sobre la porción natural que posee el corregimiento de Pance del Parque Natural Farallones, ha adquirido 90 hectáreas de predios comprados a privados para la construcción de un parque ecológico llamado “Corazón Pance” que busca además de dar protección, ser un espacio para la ciencia, la tecnología, la innovación.
Según Francia Restrepo, estas adquisiciones también ayudan a evitar la apropiación de terrenos ya que ponen un freno a la posible amenaza que ejercían las construcciones ilegales sobre estos y sus alrededores. Uno de los casos de uso ilegal de los espacios que esperan continuar controlando y mermando para que familias, amigos y turistas puedan continuar disfrutando y aprendiendo de este espacio icónico y natural para la Sultana del Valle.
*Algunos nombres en este texto fueron modificados para proteger su identidad.