Las dos caras de Jota Mario
Se fue Jota Mario y siempre que pienso en él se me vienen pensamientos encontrados a la cabeza. Cuando pienso en él, en sus últimos 30 años de carrera, no puedo dejar de pensar en el desafortunado papel que jugó en la televisión como presentador en programas de variedades, no solo porque a mi entender impidió que esos formatos evolucionaran, perpetuando un humor lleno de sexismo y discriminación, sino por la famosa antipatía que tenía no solo con su público fuera de cámaras sino con sus propios colegas con quienes poco hablaba, a pesar de ser una figura fundamental de los medios en Colombia.
Fue un hombre que decidió quedarse en la 'zona de confort' de su audiencia y no hacer nada con tanta influencia.
Sin embargo, también tengo la imagen de un hombre valioso de medios en los años ochenta, donde desde la programadora PROMEC hizo programas interesantes como ‘Valores Humanos’.
O donde en clásicos de la televisión como ‘Los Tres a Las Seis’ junto con Pacheco y Gloria Valencia, lograron hacer concursos familiares con un elemento cultural. Jota Mario de hecho fue fundamental para la consolidación de un formato hoy prácticamente desaparecido e interesante como era el de los concursos.
En general fue una persona que ayudó a consolidar a la televisión como industria.
Y al final, creo que Jota Mario Valencia fue un poco la historia de la televisión Colombiana: una televisión que dejó de reinventarse a medida que los grandes medios se la tomaron por completo. Una televisión que a pesar de tener poder y audiencia se volvió obsesiva por el rating y en ese sentido cambiaron las buenas ideas, por las seguras. Jota Mario es el símbolo de ese triste camino.
Tal vez sea esta una oportunidad de repensar nuestros medios y que tal vez los hombres de televisión con nuevas propuestas no se duerman en los laureles de hacer lo que sea por el rating.
Paz en su tumba.