La literatura indígena como parte de la educación
Según la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) en el país existen 69 lenguas nativas de las cuales 65 son indígenas. La lengua es el tesoro más grande que guardan cerca de 400mil habitantes de los pueblos indígenas de Colombia, los cuales se encuentran ubicados en 30 de los 32 departamentos que tiene el país. ¿Por qué? Porque esa es la forma de mantener viva su cultura, de seguir contando sus historias.
Quienes vivimos en zonas urbanas pocas veces -por no decir nunca- escuchamos hablar de las comunidades indígenas, y muchas de esas pocas veces están relacionadas con los medios de comunicación y el cubrimiento que estos hacen de los paros que realizan por inconformidades con el gobierno o cuando hay noticias de asesinatos a los líderes de sus comunidades, pero de su cultura o costumbres, hábitos o historia, poco o nada sabemos.
Las cifras con las que inicia este artículo hacen parte de una realidad que escasamente miramos, pero a la que en teoría deberíamos tenerle mucho respeto, son nuestros hermanos mayores; sin embargo en todo el proceso de colonización las lógicas cambiaron y ellos terminaron siendo, frente a la sociedad, considerados inferiores justo por eso que los hace especiales y distintos: su pensamiento y cultura. Los obligaron a aprender español y con el tiempo sus lenguas empezaron a desaparecer.
Prueba de ello es que en Colombia pocas personas, que no pertenezcan a una comunidad indígena, conocen o hablan alguna de sus lenguas. La educación básica se limita a contar la historia de la colonización y hasta ahí, es como si hoy en día no existieran, no hablamos de su literatura, de su cultura, de sus costumbres, no resaltamos lo suficiente lo que son y tampoco nos interesamos mucho por establecer una comunicación con ellos.
Esto explica también el por qué de esa distancia que se ha instaurado respecto a la comunidad indígena, la diferencia en este caso puntual nos aleja, son diferentes por su forma de expresarse, incluso de vestir; hoy en día los niños no saben lo importancia de las comunidades indígenas porque ni siquiera sus padres entienden cuál es.
Este panorama se repite día tras días en muchas zonas rurales y urbanas de nuestro país y muchos niños indígenas se ven expuestos al rechazo social de otros niños por el simple hecho de ser indígenas. Este es el caso de los niños de la comunidad Huitoto Coreguaje (Caquetá) y Muinane (Amazonas), quienes asisten a su escuela para aprender, pero deben convivir con las miradas extrañas y los susurros de los otros niños que no pertenecen a su comunidad.
Viendo que esta problemática afectaba el desarrollo escolar de los menores provenientes de comunidades indígenas la profesora Yaneth Chaves, empezó a crear una estrategia en donde la cultura indígena y su literatura sería el centro para la aceptación social y la educación.
A continuación, les contamos esta historia en donde la cultura y la literatura indígena de estas dos comunidades es el centro de la enseñanza en el colegio IE Agroecológico Amazónico Buinaima de Florencia Caquetá.