Cinco (5) recomendados desde La palabra
Si alguna vez ha estado de paseo en alguna región del país, o incluso viviendo en la misma ciudad, tal vez se ha preguntado ¿qué podría hacer aquí? Colombia es un país donde existen muchas cosas para hacer, desde recorrer pueblos, probar la gastronomía del lugar e incluso aprovechar esos mismos sitios para hacer actividades que, por las condiciones del entorno, se pueden practicar allí.
Una de las cosas que más disfrutamos hacer cada sábado de 6 a 10 de la mañana en La Palabra es recorrer nuestro país a través de los lugares que ustedes mismos nos sugieren y nos describen. A partir de las experiencias de nuestros usuarios, hemos conocido y re descubierto parajes y actividades que desde otras regiones tal vez ni nos habíamos imaginado que podían existir.
No queremos ser una guía turística, pero es posible que estas recomendaciones puedan darle alguna idea de, cuando viaje a alguna de las regiones Radiónica, pueda tener un sitio más para visitar o un parche más para disfrutar, así que a tomar nota.
Dapa - Valle del Cauca
A unos kilómetros de Cali, yendo hacia el municipio de Yumbo, se encuentra el corregimiento de Dapa, que es descrito por Felipe, un taxista caleño que nos hizo esta recomendación el año anterior, como un rincón de naturaleza muy cerca de la ciudad. Una de las particularidades de Dapa es que cuenta con diferentes alturas territoriales, lo que permite encontrar desde bosques secos hasta bosques de niebla en las partes más de altitudes superiores. Es perfecto para hacer picnic, caminatas ecológicas y cuenta con una variedad de aves (alrededor de 280) que lo convierte en un sitio ideal para su alistamiento.
Palenque de San Basilio - Bolívar
Lo primero que debemos resolver antes de hablar de este sitio es, ¿qué es un palenque? Así se le llamó a las cercas que se levantaban con troncos delgados de madera para delimitar el espacio donde los esclavos se asentaron luego de quedar en libertad. Ellos, que estaban en Cartagena, fueron tomando rumbo luego de su liberación hacia diferentes sitios para allí hacer su vida. De todos esos espacios, el único que conserva esa esencia de palenque africano es justamente San Basilio.
Es un corregimiento a poco más de una hora de Cartagena, por la vía que conecta esta ciudad con Sincelejo. Su valor nos lo cuenta Kelvin Luna desde Barranquilla, quien nos recomendó este sitio: “ese es el lugar donde nos podemos re encontrar y re descubrir nuestras raíces afros en Colombia. Es un lugar mágico, lleno de historias, de historias y un legado cultural que fue dejado por nuestros ancestros africanos que habitaron en nuestro territorio”.
Santuario - Risaralda
Dentro del diverso paisaje cafetero hay una buena parte de posibilidades para vivir la experiencia típica de esa zona del país. Y seguramente ya municipios como Santa Rosa de Cabal, Montenegro y Salento están en el imaginario de alguien que va viajar a Caldas, Risaralda y Quindío.
Hoy Paola Morales nos presenta uno más: Santuario. A una hora y veinte de Pereira, se puede vivir totalmente el paisaje cultural cafetero: con su arquitectura tradicional llena de balcones y fincas cafeteras. Allí, además de perderse en las postales que se pueden encontrar a la vuelta de cada esquina, hay lugares para la pesca, el senderismo y un valor adicional, la Reserva Natural del Cerro Tatamá, que cuenta con un páramo y varios tipos de bosques donde habitan alrededor de 402 especies de aves y 110 de mamíferos.
Además de todo esto, Santuario cuenta con espacios desde los que se puede divisar parte del paisaje risaraldense, algo tradicional en los pueblos ubicados entre montañas.
Bolo criollo - Santander
Es posible que para jugarlo no tengan precisamente que visitar Bucaramanga o alguno de los municipios de Santander, pero si algo podemos afirmar es que, para sumergirse en la experiencia que implica conocer esta zona del país, además de la gastronomía y sus paisajes, es bueno darle una oportunidad a las diferentes actividades que son propias de esta región. Una de ellas es el Bolo criollo, un deporte que guarda ciertas semejanzas al bowling estadounidense, y que se convirtió en el pasatiempo preferido de los colonizadores de la Cordillera Central hace siglos.
Juan Camilo Ramón, de Bucaramanga, nos cuenta que, a diferencia del boliche, el bolo criollo se juega solo con tres pinos y no requiere de una pista especial para su práctica, por lo cual es perfecto para practicarlo en campo abierto, “y consiste en lanzar la bola en el aire y tumbar los tres fines que están al otro lado”.
Ruta del café - Antioquia
Uno de los elementos que identifica a nuestro país en el mundo es el café. Además de ser productoras de este grano, las fincas cafeteras se han convertido, con el paso de los años, en atractivos turísticos para quienes quieren vivir más de cerca esta tradición cafetera.
En el departamento de Antioquia la subregión que pinta sus montañas con cafetales es el suroeste. Allí, municipios como Venecia, Andes, Ciudad Bolívar e Hispania (solo por mencionar algunos) cuentan con mercados y cultivos desde artesanales hasta anclados a grandes líneas de producción que abren sus puertas para que propios y foráneos sigan de cerca este proceso.
Aunque el atractivo de esta zona no es solo el café, ya que la geografía montañosa de Antioquia ha dejado en sus territorios grandes tesoros: reservas naturales, lagunas, cavernas y miradores para disfrutar en ellos la riqueza geográfica de esta porción de departamento. Mención aparte requiere el irónico Cerro Tusa, una montaña que tiene forma de pirámide y que es un reto para senderistas por su dificultad en el ascenso, pero que se ha convertido con los años -y gracias a ser la imagen de una reconocida marca de café nacional-, en un símbolo de la región cafetera antioqueña.