Reflexiones de una primera gira internacional, por Gambeta de Alcolirykoz
Gambeta, uno de los integrantes de Alcolirykoz, nos habla sobre sus apreciaciones y reflexiones después de su primer periplo por tierras mexicanas
El primer viaje al extranjero siempre marca. Al regresar, volvemos con una nueva perspectiva del mundo y de nuestro entorno, con energías renovadas, e incluso con nuevas ideas para cada aspecto de nuestras vidas. Ya somos ciudadanos del mundo, ya vimos más allá de nuestras fronteras (físicas y metafóricas), y eso, en mayor o menor medida, transforma.
Algo parecido a lo descrito le sucedió a Alcolirykoz tras casi un mes de travesía por ciudades y pueblos mexicanos en su primera gira internacional. En bares, parques, calles y escenarios improvisados, estos Ninjazz tronaron con su sonido para fanáticos y desconocidos. Ellos dejaron su música, y de paso recibieron un montón de sensaciones e imágenes mentales que serán fundamentales en las creaciones futuras. Y algo de eso se ve en el mini documental que recién lanzaron, donde hicieron un resumen y un balance de su gira mexicana.
Pero para conocer a fondo todas esas impresiones y reflexiones, hablamos con Gambeta, con quien reconstruimos pasajes de su primer recorrido por tierras foráneas.
¿Cómo llegaron hasta México? ¿Cómo fue ese proceso de gestionar la gira?
Todo comenzó a gestarse por medio de un conocido de Henry González que vive en Bogotá y tiene una productora en México, él nos propuso unas fechas en México, concretamos cosas y cuando ya había una confirmación, comenzamos a hacer gestiones y esfuerzos para ir con todo el equipo y aprovechar para hacer cosas allá (como por ejemplo, un videoclip).
¿Cuál fue ese momento que no se le borrará fácil de la memoria a Gambeta de todo el viaje?
Uno de los momentos más difíciles y graciosos de la gira fue una noche en un bar que era muy conocido pero donde la mayoría de grupos que se presentaban allá eran de rock, y justo ése día había un toque de varias bandas de metal, y nos programaron ese por error. Nosotros no sabíamos si tocar o no, pero al final esperamos a que terminaran de tocar todos los grupos y la mayoría de gente ya se estaba yendo. No era mucha la gente que había ido a vernos (solo a nosotros) esa noche, pero igual decidimos tocar para ellos. Se abre el telón y salimos, y nos dimos cuenta que había gente que se estaba devolviendo a vernos o que pasaba y escuchó, y de un momento a otro ese lugar se llenó. Fue pasar del estrés y la tensión a la felicidad porque fue de los toques que hicimos en los que la gente salió más feliz. Al final, y medio en chiste, terminamos diciendo que éramos el grupo de rap más metalero de la noche.
¿Qué pudo haber faltado por hacer para Alcolirykoz en ese viaje por México?
Visitar más lugares. Hubo sitios como Guadalajara o Cancún, desde donde nos escribieron antes de viajar, y en los que nos han dicho que se mueve mucho el rap, pero que por lo alejados que están de Ciudad de México no alcanzábamos a llegar, ya que eran trayectos por carretera de hasta un día. Pero esto nos da la motivación de proponernos un viaje para regresar y llegar a todos esos lugares donde no pudimos estar esta primera vez.
¿Cuáles pudieron haber sido esos aprendizajes o conclusiones tras haber visitado México?
Uno de los más importante es, como decimos nosotros, medirse el aceite como banda. Saber para qué está hecho, cuánto voltaje aguanta. La experiencia de tocar tan seguido, para distintos públicos y en diferentes lugares, con condiciones diversas, unas muy pro y otras muy hechizas, creo que hace que la banda se reafirme. Fue como una prueba que nos mostró qué tan profesionales podemos llegar a ser, qué tan preparados estamos para enfrentarnos a diversos escenarios. La conclusión que saco de todo esto es que no solo nosotros, sino que hay bandas en Colombia que están para dar más. Y es que afuera hay que salir a que nos escuchen, hay gente que nos espera afuera y que jamás nos ha visto en vivo. Hay que seguir yendo a países donde hayan 100, 200, o el número que sea de personas que nos quieren ver tocar. Uno no se debe quedar sólo en lo que ya logró, sino buscar expandirse más allá de una frontera.
Después de lo que ustedes vivieron en México, ¿cuáles son esas reflexiones que se podrían hacer sobre una primera salida a tocar al extranjero y que podrían servirle a una banda emergente que quiere viajar con su música?
Lo primero que se me ocurre decir es que hay que hacer las cosas muy bien en este país. Hay gente que está buscando ser alguien afuera para que acá lo respeten, lo escuchen o lo valoren, y a veces funciona, pero considero que lo primordial es hacer carrera desde Colombia, y después de hacer esa tarea seguro habrá gente afuera que quiere escucharte y verte tocar, así como gestores y empresarios que después de ver lo que ha pasado acá, van a querer invitarte y llevarte para que toques en otros países.
Lo más importante es hacer las cosas por amor a la música, y empezar desde la casa. Trabajar con disciplina y convicción, que si algo es bueno seguro va llegar a otro lugar y no se va quedar solo acá, y más ahora en la época del internet donde todo se ve al instante en cualquier sitio. Hay que sudarla, hay que sentir que se está entregando todo para que los resultados se vean, sin estar apegado a ellos. A veces siento que hay músicos que quieren salir y tocar para darse la vida de los lujos y creerse el cuento del rockstar, y la verdad es que no sucede de esa forma. Hay que guerrearla, estar dispuesto a entregar todo por algo que uno ama hacer como la música, incluso si el dinero no es tanto como se podía esperar. Y creo que esa es la palabra: hacer sacrificios. Si uno está dispuesto a hacer todo para que la gente lo escuche y para que tus canciones tengan vida propia, luego de un tiempo todos esos esfuerzos que hiciste la misma música se encargará de retribuírtelos.
¿Qué cambió en la perspectiva de Alcolirykoz después de este viaje?
Hay que salir de la zona de confort siempre para enfrentarse a otras cosas. No siempre te tienen que estar esperando afuera, hay que salir a llevarle las canciones a quienes no te conocen porque esa gente nunca va a venir por vos. Nos quedó muy claro que la labor de irnos a abrir espacios por fuera es demasiado importante, y que debemos seguirla haciendo. Y que todas las bandas deberían hacerla también.
¿A qué otros países quisiera llevar su música Alcolirykoz?
A los que quisiera ir, no solo por tocar sino también por conocer el lugar y vivir lo que está pasando con la música allá, Francia y Estados Unidos. Pero también llegar a los lugares de Latinoamérica donde están pasando cosas importantes con el rap, como Perú, Ecuador, Bolivia y Chile. Esos son los que tenemos presentes desde hace rato.