La moda: 5 prendas, 5 momentos
Cada prenda de vestir cuenta una historia y es una manifestación cultural que encuentra en la ropa, un discurso simbólico o político. Los periodos de guerra, el cine, la música han hecho eco en la moda que ha marcado a las generaciones y han sido el reflejo del mundo en un momento dado.
Recordamos, prenda por prenda, momentos de la historia.
Años 50 - Nuevo Look
Termina por fin la guerra y la necesidad de calma era cada vez más fuerte, las sociedades golpeadas por una extensa lucha que agotó la esperanza de miles en el campo de batalla, reconstruyen la ciudad. El clima limitado de austeridad y vida precaria, al menos en el campo de la moda, pasó de una profunda oscuridad a la luz, gracias a la renovación de Christian Dior.
Con figuras marcadas por siluetas justas y volúmenes de tela que llenaban de movimiento las prendas, el ‘Nuevo Look’ llevó a las calles la estela femenina con el glamour y el lujo que opacaron las armas. Las más exclusivas esferas del mundo europeo fueron testigo del ingenio del diseñador, especialmente París, en donde el gobierno apoyó el diseño de Dior con el fin de atraer la atención de todos a la Ciudad de la Luz.
La primera colección fue presentada en febrero de 1947 bajo el nombre de Corolle en honor a los anillos que se forman con la unión de los pétalos de las flores, así fueron bautizadas las siluetas que proponía el diseñador. El desfile de inauguración dio paso a la mejor época de la alta costura francesa, justo dos años después del final de la Segunda Guerra Mundial.
Años 60 - Minifalda
Los movimientos reivindicativos afloraban durante esta década y la liberación sexual con la llegada de la píldora anticonceptiva, dio cabida a una silueta corta y ceñida al cuerpo en una época de prendas holgadas, acampanadas y anchas.
Esta prenda fue creada por Mary Quant, quien la bautizó con el nombre de su auto favorito: Mini Cooper. El primer ejemplar medía 35 cm de largo, dejando al aire libre las rodillas de las mujeres que las usaban, aumentando el desprecio de los círculos más conservadores de la sociedad. En palabras de Quant, "el miniauto combinaba perfecto con la minifalda; hacía todo lo que uno quería, se veía genial, era optimista, exuberante, joven, coqueto... todo en su justa medida".
La minifalda marcó la cultura emergente de los sesenta en la que fue posible vivir y vestir la juventud que antes opacada, oculta. El mayor alcance de esta prenda se dio gracias a diferentes figuras del espectáculo como Bridgitte Bardot y Nancy Sinatra, pero fue hasta 1966 que se transformó el imaginario inmoral cuando Jacqueline Kennedy, primera dama de Estados Unidos, hizo una aparición pública usando una minifalda.
Años 70 - Zapatos de plataforma
Esta fue una década de encuentros estéticos. Por un lado, el punk se abría espacio en contraposición a los jeans anchos, herencia de los primeros vaqueros. Además, la androginia y las siluetas estilizadas estampadas con diseños de Arte Pop y Art Nouveau intentaban revivir el estilo retro. Sin embargo, la herencia se remonta al antiguo Japón en donde se crearon los Getas, tacones de 25 centímetros que usaban los sembradores para mantener sus pies ajenos al lodo. Tiempo después, las Geishas los sumaron a su vestimenta y a elementos característicos de sus espectáculos.
En la Edad Media se transformaron y tomaron como nombre Kabkabs. Su función era parecida, los zapatos altos eran útiles para caminar en superficies calientes o con agua. En el Siglo XVIII llegaron los Pattens, un calzado con plataforma que protegía el vestuario de las mujeres de heces y orina de caballos que movilizaban a quienes vivian en las ciudades.
Los Chopines se hicieron populares en el 1500 por ser el calzado de los Reyes y sus cortesanos para demostrar su estatus. Los zapatos con plataforma medían entre 15 y 30 centímetros, incluso Napoleón llegó a usarlos. Llegaron a América en 1930 sin ninguna función más allá de la construcción estética de quienes las usaban, pues estilizaban las piernas aumentando visualmente su tamaño. Uno de los primeros diseñadores de plataformas personalizadas fue Salvatore Ferragamo, quien trabajó para celebridades como Marilyn Monroe.
La fiesta disco fue la encargada de aumentar cada vez más el tamaño de los tacones, que se hicieron anchos y cuadrados, de punta cerrada y redonda. Los zapatos de plataforma conquistaron las pistas de baile junto a las botas hasta la rodilla hechas en vinilo brillante y cuero, creando todo un movimiento estético en los crecientes círculos culturales.
Años 80 - Leggings
Esta es una prenda transgeneracional, ha acompañado a casi todas las mujeres en algún momento de su vida, pero durante los años ochenta, tuvo gran acogida gracias a la ola deportiva de los aeróbicos. Durante este tiempo, se potenció la estética de los cuerpos trabajados y esculpidos con actividad física que se entendían como una diferencia de clase entre las personas.
Su creación fue posible gracias al Joseph Shivers, quien en 1959 creó la lycra, una fibra sintética elástica y resistente que transformó la forma de producir textiles. Fue incluso aceptada por diseñadores de alta costura, quienes mezclaron texturas de lana y paño para encontrar nuevas posibilidades a la prenda.
Fueron las generaciones más jóvenes de la época quienes hicieron de los leggins una prenda de diferenciación, una ruptura de posturas marcadas por corset y pliegues rígidos que vieron siempre en sus madres.
Licras pegadas a las piernas eran acompañadas con medias calentadoras y camisetas largas, junto a la infaltable banda elástica en el cabello se transformaron en colores metalizados y texturas brillantes que se encargaron de popularizar las figuras de entretenimiento del Studio 54 de Nueva York.
Años 90 - Jean
Esta prenda legendaria hace parte de la vida cotidiana desde hace 146 años. Fue en 1853 cuando Levi Strauss creó un pantalón lo suficientemente resistente para soportar el peso que cargaban los mineros de San Francisco.
El jean ha estado presente en las décadas que antes hemos recorrido, llegó como herencia una herencia y ha sido adaptado a los diferentes momentos del mundo. Para los años 90, la música fue aliada del jean, gracias al movimiento Grunge que se convirtió en un indispensable a la hora de vestir. Grandes personalidades se encargaron de hacer esta prenda mucho más famosa, debido al uso y estética que crearon para sus proyectos musicales con la misma.
El minimalismo y los colores básicos como el negro, el blanco y el gris, marcaron la tendencia y estética de los noventa. Es a partir de este momento que nace la ‘Moda Casual’ que buscaba recuperar la individualidad que los colectivos de décadas pasadas habían dejado atrás.
Varias de estas prendas han vuelto al presente y otras no se han ido nunca. Ahora sabemos que más allá de elegir un estilo único, las dinámicas de consumo hacen que los estilos se encuentren y den paso a la multiplicidad.
Así podemos pasar de jean a falda, tenis a tacones, chalecos a gabardinas sin tener nada que perder. Vale la pena preguntarnos ¿Qué queremos decir con nuestra ropa?¿Cuáles son esas prendas indispensables? ¿a qué época pertenecen?