Estado reconoce responsabilidad en el asesinato de Guillermo Cano
Cada 9 de febrero en Colombia se celebra el Día del Periodista, su objetivo es resaltar la labor que realizan los y las periodistas del país informando día a día a los ciudadanos.
Sin embargo, en este 2024, se realizará un evento histórico. El estado colombiano reconocerá su responsabilidad en el asesinato del periodista Guillermo Cano. Además, admitirá el fracaso en la investigación, juzgamiento y sanciones de los responsables y pedirá perdón a la familia del periodista por no haberles brindado, en su momento, la debida protección.
El evento se llevará a cabo a las 9:00 a. m. en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá. Contará con la presencia de diplomáticos, familiares y colegas del entonces periodista.
En Punto de Partida tuvimos la oportunidad de hablar con Ángela Caro, coordinadora legal de la Fundación Para la Libertad de Prensa (FLIP), sobre lo que ha sido el proceso judicial en el caso de Guillermo Cano, los que significa este evento y la importancia de que se en el marco del Día del Periodista en Colombia.
Muchos colombianos recuerdan el asesinato de Guillermo Cano, pero, no saben qué pasó después. Empecemos por ahí, hablando de ese proceso legal que ha llevado este caso. ¿Qué ha pasado desde el momento en que asesinan a Guillermo Cano?
Bueno, como tú lo mencionas, pues este es uno de los casos más emblemáticos de violencia hacia la prensa en Colombia y en el mundo; en diciembre de 1986 es asesinado el director del diario El Espectador Guillermo Cano. Hay que recordar que para la época de los hechos, pues se vivía un contexto de violencia muy álgido para los y las periodistas, sobre todo, que afectaba de manera particular al diario El Espectador y que se reflejaba en distintos actos como homicidios, censuras, amenazas y que tuvo su punto más álgido pues con el asesinato de Guillermo Cano.
¿Qué ha pasado desde esa época, en términos de la investigación? Una impunidad que ha sido generalizada actualmente, pues solamente se ha condenado a una de las personas que participó en estos hechos. Hay una persona que hacía parte del cartel de Medellín vinculada a los hechos, Jhon Jairo Velázquez, alias “Popeye”, pero pues esta se cerró considerando su fallecimiento.
Digamos que todavía hay una gran deuda con la familia y con el periodismo, en términos de esclarecer quiénes estuvieron detrás de este caso porque se sabe por el contexto que quienes ordenaron el asesinato fue el cartel de Medellín, pero también se sabe que pudieron existir participaciones no solamente de esta estructura criminal.
Así mismo, pues hay una deuda también en torno a poder conocer quiénes dilataron durante esa época el proceso, por qué los abogados de la familia recibieron amenazas. Fue un proceso que se dilató durante muchos años.
Esta dilatación, esta en falta de justicia, no es lejana a también censurar la verdad de lo que ocurrió en este caso que es un reflejo de lo que ocurre con muchos de los casos de homicidios en Colombia hacia la prensa.
Guillermo Cano en ese entonces era uno de los colombianos más amenazados del país, ¿cómo funcionaba la seguridad en ese entonces?, ¿por qué la protección hacia él nunca fue la necesaria, no era óptima?
En efecto para esa época existía un contexto muy álgido de violencia hacia la prensa, Colombia punteaba los rankings a nivel mundial de asesinatos y agresiones contra la prensa y con todo esto el Estado no tenía un sistema de protección a periodistas de manera particular.
Es hasta el año 2000 donde surge el sistema de protección a periodistas y este fue uno de los puntos que se discutió ante el Sistema Interamericano, la falta del Estado de adoptar medidas de protección integrales para los periodistas que en ese momento sufrían de estas situaciones de alto riesgo como lo era Guillermo Cano.
En el 2001 se conoce que la Corte Interamericana de Derechos Humanos reconoce la culpabilidad del Estado. ¿Qué pasó entre el 2001 y el 2024?, ¿por qué hasta este momento se realiza este acto?
Lo que ocurre es que la Comisión emite su informe, pero el caso tiene un trámite atípico al nivel de este organismo y solamente las organizaciones que representamos a la familia, que son la Sociedad Interamericana de Prensa, El Robert Kennedy Human Rights y la Fundación de La libertad de Prensa, conocimos este informe hasta el año 2018.
Durante ese tiempo la Comisión tuvo el caso congelado, no se implementaron ningunas acciones. Fue el impulso de nosotros como representantes de las víctimas lo que hizo que conociéramos en el año 2018 que sí se había emitido un informe de fondo en el que se declaraba la responsabilidad del Estado en estas violaciones a derechos humanos.
Esto es algo irregular y por eso el día de hoy en el acto de reconocimiento va a hacer presencia la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para ofrecer excusas a la familia por este trámite atípico que tuvo el proceso ante el Sistema Interamericano.
Una vez se conoce este informe, en el 2018, empiezan una serie de negociaciones, discusiones con el Estado, con las distintas entidades, para poder avanzar en el cumplimiento de las recomendaciones que tiene el informe de la Comisión que están orientadas básicamente a acciones que hagan que estos hechos no se vuelvan a repetir, avanzar en el acceso a la justicia y a reparar a la familia de manera integral.
Pero a pesar de que existe este informe, a pesar de que existen otras sentencias en el Sistema Interamericano que le han ordenado a Colombia avanzar en términos de protección y acceso a la justicia en los casos de violencia a periodistas, pues la deuda que sigue teniendo el Estado en estas garantías es bastante amplia.
Con este evento, ¿se puede decir que se hizo justicia en el caso de Fidel Cano o todavía hay muchas cosas ahí por hablar?
No, todavía hay muchas acciones que debe implementar el Estado.
En el marco también del acto de reconocimiento, el Estado y los representantes vamos a suscribir un acuerdo de cumplimiento de esas recomendaciones que tiene algunas obligaciones o acciones que van a estar en cabeza del Estado y, particularmente, a la que más queremos resaltar son las acciones que se van a implementar para lograr el avance de la investigación.
Este es solamente un punto de partida para lograr poder cerrar un capítulo de 37 años de impunidad. Es decir, acá todavía queda bastante en términos de acceso a la justicia por realizar y sigue existiendo una deuda enorme y nosotros no queremos ver este acto como un cierre del caso porque no lo es, es solamente una forma de enaltecer la memoria de Guillermo Cano, que el Estado reconozca su responsabilidad y de que este sea un nuevo punto de partida para implementar las acciones que sean necesarias para lograr que estos hechos, después de 37 años, puedan avanzar en la justicia y se puedan esclarecer.
Hoy en el Día del Periodista y teniendo en cuenta todo esto que nos has contado. Desde la FLIP, ¿han podido ver una corrección o quizás un avance en las medidas de seguridad o de justicia en los casos donde los periodistas salen vulnerados de alguna manera?
Bueno, nosotros no podemos desconocer que desde el asesinato de Guillermo Cano pues han existido avances en materia de ordenamiento jurídico que brinda mayores garantías. El hecho de que hoy contemos con un sistema de protección particular para periodistas, digamos que es un avance, si uno lo compara con otros países en la región que no tienen ese tipo de mecanismos.
Sin embargo, hoy en día encontramos que sigue presentándose un contexto de violencia hacia los y las periodistas relacionado con su labor. Si bien no tenemos las cifras de asesinatos que teníamos para la época de los hechos, donde más o menos se asesinaban diez u once periodistas al año, seguimos presentando en Colombia asesinatos a periodistas que es la forma más letal de la censura y que es un ejemplo de que todavía hace falta mucho para avanzar y que los periodistas y las periodistas cuenten con un clima óptimo
Según la documentación que se hace en la FLIP hay otras formas de violencia que siguen afectando de manera grave el ejercicio de la libertad de expresión y de prensa como amenazas, los hostigamientos, el acoso judicial, la violencia digital que tiene particularmente un efecto diferenciado en las mujeres periodistas.
Este es solamente un pequeño mapa de que seguimos en un contexto de violencia que sigue siendo problemático para el ejercicio de la libertad de prensa y de expresión. El Estado sigue teniendo una deuda en implementar acciones que sean eficaces y eficientes para blindar más a los y las periodistas y que puedan realizar su labor de una manera mucho más segura.
¿Cuál es ese gran mensaje que puede quedar hoy desde la FLIP para los periodistas y en general para hablar de libertad de prensa en Colombia?
El gran mensaje en el Día del Periodista es la de enaltecer la importancia de la labor que hacen los y las periodistas para que esta sociedad sea una democrática y para que la ciudadanía pueda acceder a información veraz, de calidad, para tomar decisiones informadas, como debe ser en un Estado democrático.