Molchat Doma presenta "Son" y anuncia su próximo álbum de estudio
Molchat Doma siempre ha exudado el tipo de estética brutalista de la arquitectura que adorna la carátula de su nuevo álbum. Es fría, gris, imponente, industrial y, sin embargo, hay corazones humanos latiendo dentro de esos cimientos. Tras su gran éxito en 2020, el trío vivió una polaridad de experiencias, desde el nadir de una vida desarraigada y el traslado forzoso lejos de su Minsk natal hasta el ápice de encabezar conciertos multitudinarios por todo el mundo.
Fue en este estado de ánimo cuando la banda se instaló en su nuevo hogar de Los Ángeles para terminar de escribir su cuarto álbum, Belaya Polosa, un testamento del cambio en tiempos difíciles, una carta de amor al pulso digital de los 90 y una reinvención en tecnicolor de los himnos sombríos de la banda para las pistas de baile.
En los cuatro años transcurridos desde el último álbum de Molchat Doma, Monument, hubo tantos cambios en las vidas del vocalista Egor Shkutko, el bajista / sintetizador, Pavel Kozlov, y el principal compositor, productor y arreglista, Raman Kamahortsau, que era inevitable escuchar una transformación en su música. "Todo el álbum es un prisma a través del cual intentamos reflejar lo que nos ha pasado", dice la banda sobre su nuevo trabajo.
Kamahortsau volvió a encargarse de la producción, aunque en cuanto al espectro sonoro es notablemente diferente al de álbumes anteriores.
Desde la oleada de sintetizadores y la palpitación de la caja de ritmos que abren el álbum, Belaya Polosa les impulsa en una nueva dirección, pero conservando su fría entrega minimalista por la que son conocidos. La suciedad del sótano y el sonido sucio de las cintas de sus trabajos anteriores dejan paso ahora al brillo digital y a unos valores de producción resplandecientes.
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La banda le da la bienvenida al disco con el sencillo "Son", una canción que destila emociones de ansiedad, decepción, desesperanza y miedo. Es un examen onírico de lo que se siente al partir hacia lo desconocido, sabiendo que no podrás volver a tu antigua vida.
"'Son' se escribió antes de que cada miembro del grupo experimentara cambios importantes en su vida, incluido un traslado a un país nuevo y desconocido. Refleja la destrucción de todo lo que una vez fue familiar. El video pretende captar la emoción de partir hacia lo desconocido, sabiendo que no hay vuelta atrás a tu antigua vida", describe la agrupación.
El video de "Son" fue dirigido por Bryan M. Ferguson en una pirámide remota de las tierras altas escocesas y en los estudios Assumption de Glasgow. Ferguson comenta: "Trata de un sueño que se siente como realidad, y de ese sueño desangrándose en la vida real. Los temas de 'Son' son universales y se reflejan en el video a través de una odisea de alienación al estilo lynchiano. Nuestro protagonista descubre una pirámide de piedra aislada en medio de un estado onírico, rompiendo los límites de la realidad al entrar en la estructura a través del líquido y la luz para encontrarse con la oscuridad. Quería hacer algo cargado de emoción pero atmosférico, a juego con la canción".
Mira el video a continuación:
Alejarse del sonido anterior de la banda era algo natural, dados los temas del álbum sobre el cambio y el alejamiento de un pasado problemático hacia un futuro incierto. "Es un grupo diferente", dice un miembro de Molchat Doma cuando se le pregunta por los arreglos avanzados y el caramelo tímbrico de Belaya Polosa. "Un sonido y un contexto diferentes, pero el mismo estilo y las mismas emociones".
Y en efecto, Molchat Doma conserva la dualidad de ser a la vez fríos y febriles en su entrega, al mismo tiempo que empujan su música hacia territorios más amplios a través de un arsenal de nuevas texturas. El trío sigue aprovechando el sonido de la belleza desgarradora que prospera bajo duras realidades y estrenará este disco de 10 canciones el 6 de septiembre de este año a través del sello Sacred Bones.