"Fui tour manager de The Skatalites por tres días"
El pasado 16 de febrero se llevó a cabo otra edición del Jamming Festival, esta vez en Ricaurte, Cundinamarca (con un calor indescriptible). Este año el festival contó con la participación de artistas de la talla de Julian Marley, Cypress Hill, Method Man & Redman, Molotov, Café Tacvba y muchos otros, todos reunidos para celebrar la influencia de la música reggae y lo que el festival ha llamado la cultura ‘One Love’.
Al festival también fue invitada una de las bandas insignia de la escena reggae jamaiquina y pionera del movimiento ska hacia finales de los años 60. Tuve la oportunidad de acompañarlos de principio a fin en su visita a Colombia y conocer mucho más acerca de la historia de esta agrupación legendaria. Sí, les hablo de The Skatalites.
¿Y dónde está Ken Stewart?
El principio de esta historia no es propiamente agradable, la llegada de la banda a Bogotá estaba separada en 4 vuelos que provenían algunos de los Estados Unidos y otros de Jamaica.
El aterrizaje del último de los vuelos, en el que venía Ken Stewart, tecladista de la banda desde 1988, estaba previsto para la medianoche. A esa hora ya estaba listo para encontrarme con el único Skata que hacía falta, sin pensar que en lugar de encontrarnos haríamos precisamente lo contrario.
Una hora después del aterrizaje seguía esperando la salida de Ken, con quién había tenido una última comunicación minutos antes de su llegada al aeropuerto.
El reloj marcaba la 1:30 de la madrugada cuando recibí un mensaje vía WhatsApp: “Hola, ya estoy en el carro que enviaron a recogerme”. Para ese momento, no podía creer que pudo haber pasado frente a mí y ni siquiera me percaté, no había ningún transporte dispuesto para recogerlo: “¡se me perdió un skata!”, pensé.
Ken Stewart. Foto de skatalites.com
Luego de haber intercambiado algunos mensajes y que súbitamente se cortara nuestro canal de comunicación, acudí a las autoridades del aeropuerto. Como pude les expliqué quién era Ken y los pocos detalles que tenia sobre su llegada, o mejor su salida. Las confirmaciones y autorizaciones necesarias no demoraron y sin notarlo me encontré sentado en medio de dos agentes de policía frente a los monitores de las cámaras de seguridad del aeropuerto internacional El Dorado.
De video en video, recibí la llamada de Floriana, su manager a quien había recogido 12 horas antes, indicando que efectivamente, Ken había llegado al hotel en un vehículo particular. Había pasado uno de los sustos más grandes que he tenido y del que al sol de hoy no tengo mayor explicación, y de seguro no la tendré.
The Skatalites y Julian Marley ensayan juntos
Para el día siguiente a la llegada (pasado el percance) la banda programó un ensayo con Julian Marley… Al llegar a la sala cada uno de los músicos inicio su ritual. Val Douglas con una minucia clínica ajustó la altura del asiento en el que toca, debido a que no puede permanecer mucho tiempo de pie, encontró la forma más limpia de amplificar sus líneas de bajo y se dispuso a guiar a sus compañeros.
Val Douglas. Foto de skatalites.com
La sección de vientos repasó onomatopéyicamente cada arreglo, con Zem Audu en el saxofón tenor, “Buford” O’Sullivan en el trombón y James Smith, quien alguna vez formó parte de la agrupación dos veces ganadora del Grammy a mejor álbum de reggae Burning Spear, en la trompeta.
Ken Stewart y Maurice Gregory, quien también hace parte de la agrupación Third World, levantaron su estación de teclados. Natty Frenchy desbordando buena vibra afinó su guitarra y finalmente en el más místico de los rituales preparativos, Trevor “Sparrow” Thompson, el primer baterista jamaiquino en interpretar reggae y rocksteady fuera de la isla de la mano de Bunny Wailer y Bob Marley, en un silencio similar al conticinio y con una calma que envidiaría hasta Bobby Fischer, ajustó la altura de cada uno de sus tambores y platillos para luego esperar a sus compañeros.
'Sparrow' Thompson. Foto de skatalites.com
La llegada de Julian Marley dio la orden de salida, y al ritmo de Boom Draw inició el ensayo. La diferencia con la versión grabada de la canción era mínima y con una complicidad silenciosa todos bailaban al ritmo de la música.
Afuera de la sala, en un pequeño sofá, Doreen Shaffer, la reina del ska, esperaba pacientemente por su séquito. “No necesito entrar” respondía cuando la invitaban a hacer parte del ensayo.
Rápidamente llegó la hora de partir a la prueba de sonido, salida que fue retrasada por el caótico trafico de la ciudad de Bogotá, que usualmente saca de casillas a más de uno. Los Skatalites parecían ni percatarse de que llevábamos cerca de 20 minutos detenidos, hablaban de la última vez que estuvieron en Colombia, de Third World y Chronixx, con quienes compartirían escenario, y de sus vacaciones, pues este fue su primer show del año y varios no se veían desde el año anterior.
Al llegar a la prueba de sonido, replicaron la sinergia del ensayo, el set up fue sencillo con el apoyo de los encargados de tarima y su desparpajo dejo ver, otra vez, que esos 50 años de trayectoria no han sido gratuitos.
The Skatalites en el Jamming
Un aguacero incesante despertó a todos para el día del show, el mismo aguacero que retrasaría la agenda una hora, dándole la oportunidad a la banda de tomar jugos de cuantos sabores ofrecía el hotel. Y el mismo aguacero que formaría arroyos en el camino para ingresar al lugar de la cita, fue la antesala de la fiesta que estaba por tomarse la tarima del festival.
La banda estaba lista y dispuesta, pero especialmente Doreen se convirtió en alguien diferente. Cada persona que estaba en la tarima la miraba con una admiración que la engrandecía, ella lo sabía, y de seguro así ha sido desde el 64, año en que cofundó The Skatalites.
Doreen Shaffer. Foto de lagazzettadf.com
Justo antes de entrar a escena quiso confirmar conmigo la forma correcta de pronunciar el nombre del país, me dio su celular “tómame una foto, en Jamaica todavía hay gente que no cree que este es mi trabajo” me dijo, y con una sonrisa llena de picardía entro al escenario.
Uno tras otro, así fueron lo estallidos de euforia del público con la entrada de Doreen y la de Julian, quienes juntos interpretaron el clásico del rocksteady Simmer Down.
Good Vibes Only
Luego de este show todos los miembros de la banda retomarían el curso de sus vacaciones, en Jamaica o en Nueva York, en donde se volverán a encontrar para dar inicio a su próxima gira por los Estados Unidos.
The Skatalites es una institución, y viendo su funcionamiento interior uno entiende la razón por la que después de medio siglo siguen vigentes como un referente del ska y el reggae alrededor del mundo. Cada uno personifica la recurrente frase “Good vibes only” y de igual manera lo contagian.
Pasé un fin de semana con un grupo de leyendas vivas que me enseñaron que ningún problema es más grande que el poder de la música. Una vez, fui tour manager de The Skatalites y eso jamás lo voy a olvidar.