[Entrevista] Fito Páez nos presenta su nuevo disco La Ciudad Liberada
Conversamos con el músico argentino acerca de su nuevo disco, la nueva escena musical argentina y los 30 años de uno de sus discos más representativos.
Para muchos el Fito Páez clásico regresó. Con La Ciudad Liberada (2017) más de un fanático del músico argentino se reencontro con su sonido característico. Y no es que se hubiera ido a ningún lado, de hecho, Páez es uno de los artistas contemporáneos más prolíficos en el continente.
Los últimos años ha publicado juiciosamente música: Yo te amo (2013), Rock and Roll Revolution (2014) y Locura total (2015) con Paulinho Moska. Sin embargo, no deja de emocionar un larga duración del rosarino que a lo largo de los años ha cultivado un público ávido de sus ideas y sus acordes.
En esta ocasión, con su disco publicado en noviembre del 2017 nos hemos encontrado con esa esencia pura roquera, reberle, afectuosa y casi poética de Rodolfo. Letras profundas, contestatarias, románticas, agradecidas y contundentes acompañan a los poderosos arreglos musicales de los 18 tracks del álbum, todos ingeniados por Páez.
En La Clase Radiónica tuvimos la oportunidad con este músico acerca de su más reciente producción y esto fue lo que nos contó...
La Ciudad Liberada (2017) es un disco muy completo, desde la perspectiva temática. Hay crónica, afecto, ensayo, crítica, es un disco en que encontramos personajes japoneses, los Stones en La Habana, el afecto en un estado tan pasional y tan puro. ¿Cómo define Fito Páez el disco?
La Ciudad Liberada fue una idea utópica por un lado, pero por otro lado también yo tengo un anclaje con mi juventud. A mis 20 años se termina la dictadura militar en Argentina entonces las ciudades vibraban de una manera muy especial. Se podía hacer cualquier cosa, era como un estado casi anárquico en el cual se vivía.
Por lo menos los que teníamos esa edad y veníamos de vivir unos años muy aciagos, entonces se vivía como una especie de situación como casi de posguerra, como de ciudad tomada, algo así como la toma de La Bastilla, pero había un aroma caótico donde todos los artistas estaban en actividad, donde en cada bar sucedía algo, en cada librería sucedía algo, en cada concierto sucedían cosas diferentes.
Fue como una especie de experimento en el que intenté retomar ese espíritu y volcarlo en el álbum como una especie de situación utópica y también real porque esas liberaciones sucedieron y fueron generadas por la gente en un sentido. Ahí se terminan las utopías cuando los hechos y las realidades invaden la vida de todos y la libertad se puede respirar con mayor énfasis en las calles del mundo.
El disco es bastante extenso pero completo, en especial la parte final del álbum en la que se llega a una especie de clímax ¿Cómo fue el reto de armar un disco de 18 canciones y contarlo tan bien?
Un álbum tiene muchos procesos, en un momento se pensó en hacer un álbum como los primeros de los Beatles con 9 canciones o como los hacía Charly a finales de los 80 y principios de los 90 que también tenían 9 o 10 canciones, después pasamos a 12, después a 15 y al final decidimos dejaras todas porque era lo que queríamos hacer y se acabó. Fue un acto de salvajismo total, eran todas muy hermosas, me agotaba tener que pensar cuál estaba bien y cuál estaba mal adentro de una estructura.
El álbum era evidentemente caótico y lleno de colores diferentes, entonces preferí dedicarme a la edición de los 18 temas y al terminado a ponerme a ver cuál podía entrar o salir de una estructura X. Entonces, claro, cuando tenés esa cantidad de material, arrancás el álbum, armás una pequeña mezeta en el medio y el final es como si fuera otro álbum que tuviera las mismas fuerza que el arranque. Por eso da esa sensación, parece que arrancara otro disco a la mitad del disco.
Queremos ahora preguntar por las historias detrás de algunas de las canciones del disco, la primera de ellas es Tu Vida Mi Vida, canción que hace parte del actual Radiónica Top 25 y de nuestra programación.
Me acuerdo cuando lo hice en Córdoba hace un par de veranos y en los que ese primer tramo, esos primero 34 o 62 compases cuya melodía sentís que son tuyas desde siempre. Fue bastante sencillo, pues fue una de esas canciones que salen solas, que vos no tenés que hacer nada. La letra sí, el texto sí lo trabajé bastante porque era una música muy particular y tenía que tener un texto muy particular también. Ahí me detuvo un poco más, pero la música surgió en un ratito de no más de media hora, es una de esas melodías entrañables.
Otra de las canciones más poderosas, directas y profundas del álbum es Navidad Negra, qué nos podrías contar al respecto...
Es una canción potente, la música también estaba compuesta hace muchos años y no podía encontrar la letra adecuada como me pasó infinidad de veces, con Confiá también me pasó lo mismo. Hasta que se dio una coyuntura, un marco especial, una época especial, este álbum que permitía el ingreso de cualquier célula especialísima que aportara al cuerpo álbum y apareció el texto. Creería que la época me lo puso en la mesa y en el lápiz. No tuve nada más que hacer que mirar para el costado y decir: "Esta es la próxima Navidad".
Y una tercera canción es Los Cerezos Blancos por las referencias a Japón, tal vez al propio Mijasaki con Chihiro que aparece como personaje y en la que hay cercanías con narrativas como la de series contemporáneas como The End Of The F*cking World que también tiene esa frescura...
La historia de la película de Los Viajes de Chihiro me la contó la hermana de mi hija y yo con lo poco que me acordaba y con el delirio que tengo en mi cabeza armé otra historia. Es una especie de homenaje a los Millenials que tiene sus historias, sus delirios, sus historietas, sus héroes nuevos, entonces era un poco estar ahí al lado.
Hablando de la nueva generación del rock argentino, en Colombia está pasando algo especial con bandas relativamente nuevas como Erica Sativa, El Mató a un Policía Motorizado, Luca Bocchi... ¿Qué piensa de esta nueva generación de la música independiente argentina?
Hay que dejar correr el tiempo, esa es la verdad, y lo nuevo siempre es bienvenido. Argentina y América en el siglo XX fue la fuente inventiva de la músico popular mundial. Creo que cuando más los jóvenes se acerquen a esa fuente inagotable más cerca van a estar de poder inventar cosas hermosas como la tradición de su lugar casi que les exige en un sentido. Creo que sí, que está buenísimo, como ellos conozco infinidad de autores y de cantantes, compositoras y músicos extraordinarios. Hay que ver ahora como la época y cómo estos artistas logran hacer una comunión y ver cómo se desarrollan en el tiempo. Creo que más que esperanza hay que tener paciencia.
La Ciudad Liberada (2017) es un disco con mucho poder alrededor de la letra, muy literario, muy cinematográfico, y en 2018 estamos ante un Fito compositor, escritor, cineasta... ¿Quizás algunos libros o películas lograron ejercer influencia sobre las letras del álbum?
Eso es como lo que uno come, ya no sabés si te engorda la pizza o la pasta. Entonces, esto es lo mismo, no sabes si es el libro o lo que encontraste por ahí, o la película que viste, o vos mismo que estás tratando de inventar algo. Creo que hay una interpelación entre todas las disciplinas y que uno hace las cosas porque es el escritor que deja de leer, como el estudiante de cine que empieza a rodar, o el músico que deja de escuchar música y se pone a hacerla. Supongo que debe haber un montón de elemento ahí que no tengo bajo control.
Finalmente, este año se cumplen 30 años del Hey! (1988), ¿qué recuerdas de este disco en particular?
Me acuerdo que en un momento estaba saliendo Ciudad de Pobres Corazones que fue un disco muy hermoso y que quiero mucho, pero era muy angustiante llevarlo, todo fue una pesadilla en ese álbum, cuando de repente un día estaba solo en un departamento que tenía en el centro de Buenos Aires y dije "Me tengo que sacar este disco de encima, no me importa cómo ni de qué manera. Voy a hacer música y las primeras 9 canciones que haga las voy a meter en un disco y lo saco".
Ese fue el objetivo, sacarme de encima el Ciudad y por eso tiene tanta libertad el álbum, hay de todo. En un sentido es como una Ciudad Liberada en chiquito. Tiene la mitad de temas y hy mucha variedad de música, de géneros. Es bien caótico el álbum y con los años se transformó en uno de mis favoritos, posiblemente por eso. También llegó en un momento de Buenos Aires bien extraño, estaba a punto de llegar Menem al gobierno, era un país muy perdido y yo encarnaba un poco eso sin saberlo. Es un disco que quiero muchísimo con el que tengo muchas anécdotas más.
(Escuchen aquí la conversación entre el Profe y Fito en La Clase Radiónica)