#ConElOjoPuestoEnTumaco, un viaje a las profundidades sonoras del Pacífico
Aterrizar en Tumaco es encontrarse con múltiples formas de belleza. Aquí, los manglares, los ríos y el mar son los protagonistas, así como la música a golpe de marimba y de cununos y de ecos tradicionales que se unen a las influencias urbanas que a su vez dan paso a relatos de resistencia y libertad. Así, entre tumultos de motos, pescadores a los alrededores de la línea de la playa, frutos del mar y de la tierra en puestos callejeros, este territorio es sinónimo de aguante y vitalidad.
Conocida como la Perla del Pacífico, San Andrés de Tumaco es una isla de 900 kilómetros cuadrados, ubicada en el sur del departamento de Nariño y haciendo honor a su nombre, aquí la riqueza cultural, ambiental y social se respira en cada esquina.
Dicen que Tumaco significa “tierra de entierro”, expresión dada por los Tumapaes, una comunidad indígena que habitaba el territorio antes de la conquista y que hace alusión a varias vasijas de barro que encontraron a la orilla del mar y que interpretaron como un regalo del más allá.
Limitando con el municipio de San Francisco Pizarro, Barbacoas y Roberto Payán, con Ecuador y el Océano Pacífico que está de fondo adornando y arrullando con su canto todo el municipio, la cultura de la Perla está influenciada por los esclavos llegados de África en el siglo XVII y también por los Tumapaes. De ahí, su gastronomía exquisita en la que el plátano, el pescado y el coco son los protagonistas de cada plato, pero también de expresiones artísticas y culturales en las que la reivindicación de las raíces y la identidad son las máximas premisas.
Géneros como el currulao, el bunde, el bambuco y las jugas ponen su acento en instrumentos como la marimba, los cununos, los bombos y los guasás y presentan sonidos tan místicos como poderosos. Sumado a ello, las voces de las cantoras del Pacífico son expresiones que nos permiten adentrarnos en la sonoridad de un pueblo atravesado por una riqueza cultural que se resiste con fuerza y ahínco a la desigualdad y a la violencia.
Para homenajear sus raíces e identidad y entender más a fondo sus apuestas personales, conversamos con artistas como Analú, Verito Asprilla, Backsen, Bejuco, Plu con Pla, M.A Studio y ZooMusic. Ellos narran el territorio desde sus alegrías y luchas y al tiempo fusionan estos ritmos tradicionales con sonidos más urbanos, demostrando que poner el ojo en Tumaco es poner el ojo en la belleza de un pueblo que tiene mucho para dar.
No te pierdas el especial #ConElOjoPuestoEnTumaco, un viaje a las profundidades sonoras del Pacífico. A partir de esta semana en nuestras redes sociales y nuestra página web podrás conocer a cada uno de estos artistas.