Así fue el vals rocanrolero de Altavoz Fest 2018
Una nueva edición de Altavoz Fest sucedió en la ciudad. Un festival que con el paso de los años fue mutando de ser un concierto con bandas de la ciudad, el país y el mundo, para ser una fiesta, en la que la música era su centro y su pretexto para que miles de personas pudieran encontrarse en un mismo lugar.
Esta versión fue especial. 15 ediciones de este proceso que ha fortalecido a músicos, gestores culturales, periodistas y hasta a públicos se cumplieron desde 2004 cuando se realizó por primera vez. Los 15 de Altavoz llevó por nombre la edición 2018 y para ello la organización ofreció tres días memorables.
La fiesta inició temprano la tarde del sábado 10 de noviembre con los colores del reggae, para ir haciendo una transición poco a poco al rap, que tendría un momento histórico gracias al homenaje realizado por protagonistas del hip hop a las tres décadas cumplidas de este sonido en la ciudad. Allí, en poco menos de una hora, se hizo un repaso histórico por momentos invaluables del rap local, entre bailes de break, sesiones de Dj y fraseos de MCs: Mary Hellen, David Medina y el grupo Laberinto ELC fueron algunos de sus protagonistas.
Uno de los primeros momentos para no olvidar de estos 15 de Altavoz fue el regreso de Doctor Krápula al festival, una descarga de energía, donde miles de voces cantaron canciones históricas del grupo y gritaron cada mensaje que Mario -su vocal- lideraba desde el escenario, como expresión de resistencia a las cosas que pasan en el país y en el mundo.
Son muchas las sensaciones que grabó en el salón de los buenos recuerdos esta edición. En palabras de Alejandro Gómez, baterista del grupo Militantex. "este festival ha sido uno de los más bonitos que ha tenido Altavoz Fest, por las bandas, el cartel, la actitud de la gente y la logística... todo estuvo una nota, para mí ha sido de los mejores que hemos tenido."
Y sí que lo fue y el baile fue la nota resonante. Bandas como Bad Manners de Inglaterra, Hepcat de Estados Unidos y Capitán Rocksteady y la tripulación de Medellín pondrían a danzar a los miles en el escenario Cincuentenario, mientras en el escenario alterno continuarían los beats del rap hasta el cierre por parte de proyectos como Licencia2, Dionisio y Lord Pert de Bogotá.
El segundo día fue la ratificación de una tradición guitarrera en Medellín: ropas negras, pantalones cortos, mosh acrobático, chaquetas de cuero, cabeceo como una bandada de melenas volando y, sobre todo, ¡rock duro! Fue el encuentro del metal, el hard core y algunas pinceladas de blues y rock alternativo.
La descarga death metal de Six Feet Under desde Estados Unidos se conjugó cual trueno hard core con proyectos locales como Control y NIX. Por su parte, bandas como 4toDeMente y la Colombia Blues Society refrescaron la jornada con acordes bluseros y de indie rock.
Llegó un día esperado, el público de Medellín y Colombia estuvo ansioso por la diversidad sonora y las propuestas de esta tercera fecha. Y es que no hay duda, hubo una buena curaduría que hicieron particularmente de este día, un día especial, un día para celebrar los 15 años del festival querido, Altavoz.
Desde su inicio, esta fecha tuvo propuestas variables sonoramente en sus dos escenarios, desde el punk, el rock, la música electrónica, el índice, hasta el rock duro y comercial. Bandas nacionales como agresores, que mostraron el camino que recorre la nueva escena del punk rock, hasta una banda histórica como P-NE, que es una propuesta legendaria para el punk Medallo, que regresa muchos años después para demostrar que no hay edad y que su sonido e historias están más vigentes que hace 25 años.
Lo mismo pasó con Radio Calavera, vimos una banda que creció con el tiempo y que necesitó no sólo de ensayo sino de conciertos para convertirse en la gran banda que es ahora. Una banda que literal, suena duro, porque así lo requiere.
El Mató A Un Policía Motorizado, llegó a Medellín al caer la tarde de este tercer día, a mostrar su más reciente disco La Síntesis O'Konor (2017). Pusieron a cantar en medio de mantras guitarreros al público de Altavoz. Demostraron porque esta nueva generación del rock argentino, está re descubriendo esa historia patria sureña.
Sobre este baile de quince, Pantro Puto del grupo argentino El Mató A Un Policía Motorizado dijo: "la verdad es que este festival me pareció muy bueno; me llamó muchísimo la atención la gente que había. Tocamos a las cinco de la tarde y dije: generalmente a esta hora es cuando menos gente va, pero me sorprendió mucho salir y ver a toda la cantidad de gente ver cómo recibían a la banda, la verdad que me parece una iniciativa muy buena; encantado de ver el trencito pasar mientras tocábamos".
The Adicts fue la cuota internacional que repetía festival, y todos estaban felices por eso. Despliegue de la esencia del punk británico, y el color, diversión y alegría que significan en vivo. Ellos quizá, fueron la cereza del pastel, porque de verdad son una cereza de creatividad, felicidad y buen show.
Hubo una banda que la tuvo difícil en todo el festival. Estar entre The Adicts y entre Papa Roach, y con más de 40.000 personas mirándolos, no era nada fácil. Pero La Doble A, logró sacar su fuerza y demostrar porque hoy en día, es una de las bandas más importantes del rock de Medellín.
Para finalizar esta tercera fecha de música y estos 15 años de festival, llegaron los Papa Roach a demostrarnos porque fueron la banda sonora de adolescencia, y por qué necesitábamos verlos en esta ciudad que también los hizo grandes. ¡Qué gran banda!, no han envejecido, solo tienen los años necesarios para cerrar con aplausos, los 15 años de un festival que fue un sueño y ahora es una realidad.
“Vimos tocar a agrupaciones como The Adicts, Hepcat, Bad Manners, Ángeles del Infierno, Six Feet Under y Papa Roach, con el escenario totalmente lleno y la gente feliz, así que yo creo que es un gran balance, muy buenas bandas este año, las bandas de Medellín también dándole durísimo, así que estoy realmente contento por eso", finaliza Felipe Grajales, director de Altavoz Fest.