Una charla con Javier Hernández, de la Radio Nacional de España
El año pasado, Javier Hernández fue nombrado director de Radio 1, la cadena generalista que hace parte de las seis emisoras que contiene la Radio Nacional de España (RNE) y que cubren todo el territorio de ese país. Licenciado en periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, Hernández ha desarrollado casi toda su carrera profesional en esta empresa pública, siendo coordinador de programas, subdirector de contenidos y codirector y director de varias franjas. Además, en el año 2017, fue galardonado con el Premio Tiflos, otorgado por la Fundación ONCE, un organismo que tiene como misión la cooperación e Inclusión social de personas con discapacidad.
El madrileño también ha sido profesor de su alma mater en el Máster de Radio y en el Centro Universitario de Artes (TAI), una institución pionera en España que apuesta por la integración de las disciplinas artísticas en el ámbito académico. Asimismo, ha trabajado como docente y desarrollador del sistema de producción radiofónica Dalet Plus, en su versión para RNE.
Aprovechando su presencia el pasado 30 de octubre en el Foro Internacional de Medios Públicos (FIMPU 2019), que tuvo lugar en el centro de convenciones Ágora de Bogotá y que trató temáticas alrededor de la libertad de expresión y las nuevas dinámicas de contenidos, en Radiónica nos sentamos a hablar con él. Claramente la conversación giró alrededor de la radio y sus transformaciones. Esto fue lo que nos respondió.
¿Qué lectura hace de la radio pública en España y qué de esto siente que se extiende a contextos como el colombiano?
Gracias a los podcast, en mi país, que es un gran consumidor de radio afortunadamente, la radio se está volviendo a poner de moda, sobre todo en la gente joven. Esta estaba asociada a gente mayor y ya no. Las nuevas formas, narrativas y el poner el contenido donde están las personas, hace que estemos en el mapa, lo que es una gran noticia tanto para los periodistas radiofónicos como para quienes consumen el contenido.
Nosotros nos estamos adaptando al medio. El medio es la sociedad y la sociedad está cambiando. Hay un momento donde ciertos elementos se van introduciendo y tenemos que aprovechar. Para un país es muy importante exponer todas las culturas y la radio es un gran medio para cumplir esa función. Un país no es más rico por tener un Producto Interno Bruto superior, sino por tener muchas culturas y que estas convivan. Emisoras como Radiónica creo que tienen un papel esencial en ese sentido. Es ese escaparate cultural en el que no puede quedar por fuera nadie. Repito, es lo que enriquece y es la misión de los medios públicos.
La radio, en países como Colombia, se ha mantenido realmente firme dentro de las transformaciones que hemos vivido, ¿qué análisis hace usted al respecto?
La radio es el medio tecnológico más antiguo -pues es el primero que utiliza electricidad- que mejor se ha adaptado al más moderno, es decir internet. Si no se cambia lo básico, esta siempre va a triunfar, principalmente porque es gratis. En un país como Colombia hacer una red de fibra óptica es muy complicado. No quiero decir que es imposible, porque no hay nada imposible, es cuestión de invertir dinero. Pero el acceso a los contenidos, a través de fibra óptica, a través de internet, sigue siendo difícil. La radio supera con facilidad esas fronteras, pues con apena cinco o seis grandes centros emisores llega a todos los sitios. Por ejemplo, cuando se empezó a propagar el sida, esta sirvió como la mejor vacuna en África, porque contaba cómo prevenirse llegando a lugares remotos. Quizás esa es una de la razones de su permanencia.
También porque los profesionales de la radio hemos sabido contar las historias de otra manera, adaptándolas a las sociedades que han ido viniendo. Es un medio que está a punto de cumplir cien años y la forma como se hacía hace diez casi no tiene que ver con lo que estamos haciendo ahora. Ni la elección de temas, ni la elección de la narrativas.
¿Cómo se ha transformado la construcción de narrativas?
Si tú te propones contar una historia, la forma más obvia es seguir cómo han ido ocurriendo los hechos, un relato lineal que hablamos. Pero esa historia la puedes empezar a contar por la mitad, o por el final. O decir algo del final, ir al principio y luego al centro. Son formas que los guionistas de otros medios como el cine, o incluso la televisión, han trabajado mucho. No quiero decir que la radio se haya copiado de esas técnicas, se ha adaptado. Al no tener imagen no se puede apropiar de cualquier cosa, pero sí de aspectos como contar las historias de otra manera. Si hay algún estudiante leyendo esto, pues que simplemente se lo plantee. No es fácil, pero el lenguaje radiofónico tiene las herramienta necesarias para poder hacerlo. Recomiendo, ya que tengo la oportunidad, que entren a los podcast de la Radio Nacional de España y ahí tendrán varios ejemplos de cómo narrar de otra forma
En momentos en que las emisoras tienen páginas de internet y se están abriendo a otras plataformas o redes, ¿cómo lograr que se potencialicen las herramientas que se usan?
No entran en competencia. Lo importante es siempre la historia y las posibilidades que tenemos ahora de elegir cómo la queremos consumir. A lo mejor a mi me apetece leerlo, porque no quiero ver el video o escuchar el audio. Al final, repito, importa la historia y el contenido. Y ahí está la confluencia, es poner a disposición de los usuarios, de los oyente, de los espectadores, de como queramos llamarlos, el contenido. Que ellos elijan cómo quieren consumirlo.
¿Qué opinas de formatos como la radio con contenido visual?
Sí, hacemos ahora mucho contenido visual, pero la radio no necesita de las imágenes para contar una historia, eso es un error. Es simplemente una suerte de realidad aumentada, y ese es un camino.
Tras años de trabajar en esto, ¿qué es lo que más disfruta de hacer radio?
Yo he hecho de todo: informativos, he sido productor y reportero de calle, de manifestaciones, producción músical... Siempre me he divertido mucho y no he encontrado nada que me de pereza. Tiene un punto mágico y es que nos permite estar en todos los procesos. Es una tecnología fácil e intuitiva. Además, el contenido radiofónico te permite hacer muchas cosas: conducir, caminar, viajar, cosas que el video nunca te va a permitir. Cada uno es cada uno.