El saber ancestral y espiritual que ayudó a los niños del Guaviare
Cuando se dice que el rescate de Tien Noriel Ronoque Mucutuy, Lesly Mucutuy, Soleiny Mucutuy y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy, los cuatro niños que pasaron 40 días perdidos en la selva del Guaviare, es un milagro, no es una exageración. La palabra "milagro" está atravesada por la creencia de que algo bueno pasó, gracias a la intervención divina, entendiendo lo divino como aquellas fuerzas que están más allá de nuestra comprensión e incluso de nuestros sentidos.
Para los 87 pueblos indígenas de Colombia, la conexión con estas fuerzas espirituales es algo que se siente todos los días. La sabiduría milenaria que guardan, les ha enseñado que hay formas de entrar en contacto con la naturaleza que en Occidente serían consideradas fantasiosas, pero en verdad esta comunión con la divinidad es mucho más fuerte y real de lo que los mestizos podemos llegar a entender.
Apenas se supo que los cuatro niños estaban vivos luego del accidente, varios sabedores y sabedoras de distintos pueblos indígenas se unieron al esfuerzo por encontrarlos. Algunos acompañaron al ejército en su búsqueda por la espesa y dura selva y otros a través de medicinas sagradas como el mambe, el yagé y su conexión con la maloka entraron en comunión con estas fuerzas ancestrales y espirituales para ayudar a que algo que está más allá de nosotros cuidara a estos niños.
El sabedor Huitoto, Pablo Zafirekudo, nos contó que la selva es como una madre a la que se le pidió que velara por el bienestar de Tien, Lesly, Soleiny y Cristin. También nos habló de la importancia que tuvo el mambe en todo este proceso, ya que esta planta busca crear equilibrio y dar calor, y nos habló de esa sabiduría ancestral que los pueblos indígenas han adquirido desde el vientre de esa madre que nos cobija.