El Disco, más que una fiebre de sábado en la noche
Seguimos contando la historia de la música electrónica. Esta vez llegamos a uno de sus géneros más importantes. El género que impulsaría el deseo de bailar, el género que pondría a los djs como protagonistas de la masificación del mismo y el el que se encargaría de darle a una generación el sonido que se tomaría las listas de música como número uno: El Disco.
Soul Makossa de Manu Dibango
Y es que el Disco llegó al mundo para unir. Gracias a esta corriente musical gente de todas las razas, colores, nacionalidades, gustos, creencias e ideales encontraron en él ese punto común que logró volver a generar el sentido de integración, de ser uno gracias a la música.
Donna Summer
Todo empezó por la unión del Funk, el Soul y el R&B, una mezcla de sonidos y colores que se manifestarían en esta nueva corriente que se haría fuerte en la década de los 70. Si bien es cierto que en el Funk el nombre de James Brown tuvo una gran relevancia, en el Disco, aunque también se destacaron ciertas figuras, el amplio espectro de sus músicos e interpretes superó la demanda de lo que se había vivido con géneros pasados.
Jackson 5
Un pequeño ejemplo son canciones y artistas que llegaron al número 1 como Soul Makossa de Manu Dibango de 1972, Rock The Boat de Hues Corporation de 1974. La despampanante Donna Summer con su I Feel Love de 1977, el inicio de Jackson 5 y lo que representaría en el mundo el nombre de Michael Jackson gracias a este género. Los Bee Gees, los hermanos Gibb que con su voz, sus letras y su baile dejarían una huella en la música como la inmortal banda sonora de Saturday Night Fever (1977). Gloria Gaynor y su Honey Bee! en 1974. La revolución del show en tarima que generó los Village People con sus caracterizaciones, y algo vital y que cambiaría el papel del Dj en la música, Ten Percent de Walter Gibson (1976), ya que fue el primer disco en salir a la venta en formato de 12 pulgadas exclusivo para Djs.
Ten Percent de Walter Gibson
Señor DJ
Llegó el Disco, llegaron los remixes, llegaron los magos que tenían en sus tornamesas y sus discos los elementos para construir historia en la música electrónica.
Una característica importante del Disco fue la masificación de lugares dispuestos para la fiesta. Uno de ellos fue el legendario Studio 54 en la ciudad de Nueva York el cual abrió sus puertas en 1977 y reunió a personajes tan importantes en la cultura como Andy Warhol, Salvador Dalí, Mick Jagger, Woody Allen, entre otros. Allá se fortaleció el concepto de Dj residente, aquel que nace con un lugar, un club y que le da identidad a este mismo. En el caso de Studio 54 podemos mencionar a John Benitez, puertorriqueño, más conocido como Jellybean Benitez, figura importante en el Disco y posteriormente como productor de música House. Como él, muchos de los Djs que tuvieron la posibilidad de mezclar su música en este género evolucionarían en la música electrónica en diferentes corrientes, como el Hip-hop, el Techno, el House, el progresivo y muchos más.
El Disco hoy
Muchas de las voces que hoy conocemos, muchos de los ritmos que hoy nos hacen bailar, que tenemos presentes, llegaron a nuestros oídos gracias al Disco. Podemos hablar de historias cíclicas en las que se retoma lo mejor de la música pasada. Un ejemplo de esto es Daft Punk, que luego de un buen tiempo sin publicar material nuevo sorprendió al mundo dando a conocer su “Random Access Memories”, un álbum inspirado de principio a fin en el Disco gracias al aporte de figuras como Giorgio Moroder y Nile Rodgers. Que una agrupación que esté considerada como un icono de la electrónica haya decidido enfocar sus sonidos a lo orgánico, al origen, nos demuestra que la presencia del disco en las nuevas generaciones de músicos seguirá latente, seguirá vivo.
Los géneros musicales no mueren (bueno, los relevantes), ellos avanzan en el tiempo, evolucionan, se mezclan y en la voz de los artistas trascienden. El Disco es uno de esos. Es un género que con el pasar de los años se reinventa para ponernos cantar y recordarnos con sus ritmos que la vida también es para bailarla
Lean también:
Alemania, fuente inagotable de sonidos
De los audífonos y otras extensiones del cuerpo
Con ustedes su majestad, La Tornamesa
El sintetizador: La transformación de los sonidos
De Stockhausen a Kraftwerk, de lo clásico a la modernidad