Los ‘influencers’ del deporte no son futbolistas

La Revista Time publicó en días pasados la lista de los 100 personajes más influyentes en el mundo en 2018. Artistas, líderes políticos y activistas entre otros, han sido reseñados en dicha publicación. El deporte logró incluir en la misma a 5 referentes, una cifra no despreciable, teniendo en cuenta además que no figuran futbolistas en ella.

Los deportistas que han sido elegidos no necesariamente tienen poder o habilidad que los haga imbatibles en una cancha. Son personas, dice la revista, que han dejado huella por acciones diversas y decisivas para hacer de esta una sociedad mejor. Tenis, baloncesto, cricket, fútbol americano y snowboard, presentes en el top.

De entrada el que más llama la atención es el suizo Roger Federer. Más allá de ser uno de los más grandes tenistas de todos los tiempos, su fundación recoge miles de dólares para mejorar la calidad de vida de los niños más pobres en países como Sudáfrica. Bill Gates en su reseña para la revista lo describe así: “Roger sabe que la filantropía efectiva, como un gran tenis, requiere disciplina y tiempo. Será triste para nosotros sus fans el día que cuelgue su raqueta, pero podemos consolarnos con saber que está comprometido con hacer del mundo un lugar equitativo”.

Roger Federer. Foto Wikipedia Commons.

El críquet en la India es un deporte tan popular para ellos como para nosotros lo es el fútbol o el baseball para los norteamericanos. En el 2008 ese país asiático organizó el Mundial Sub-19 de críquet, y allí surgió la figura y liderazgo de Virat Kolhi. Su seleccionado quedó campeón y su carrera tuvo un ascenso tan vertiginoso como provechoso a la hora de servir a la comunidad. Su fundación se asoció con entidades como ‘Save The Children India’ para ofrecer educación básica a niños y personas que no tienen acceso a ella, ni a la práctica de deporte alguno.

Virat Kolhi. Foto Wikipedia Commons.

El baloncesto de la NBA nunca se cansará de producir grandes jugadores, algunos de ellos, provenientes de la extrema pobreza. Es el caso de Kevin Durant, quien logró salir adelante junto a su mamá y sus hermanos, y llegar a la élite de este deporte. Es uno de los jugadores que más ingresos tiene, y a su vez uno de los que más aportes sociales realiza a entidades que mejoran la calidad de vida de las personas. Y con base en sus logros, siempre da una mirada al pasado para agradecer a quienes en su momento le han tendido la mano.

Kevin Durant. Foto de Ezra Shaw de AFP.

Nunca antes en la historia reciente, el estado de Texas en Estados Unidos había recibido con tal magnitud la fuerza de la naturaleza como lo hizo con el huracán Harvey, en 2017. La estrella del equipo de fútbol americano de los Houston Texans, J.J. Watt, dejó a un lado su uniforme para repartir agua y alimentos a las víctimas, además de recoger más de 37 millones de dólares. El alcalde de Houston Sylvester Turner, para la revista en mención, lo describe como alguien que “levantó el espíritu de los habitantes de Houston”.

J.J. Watt. Foto Getty Images.

Chloe Kim tiene 17 años, habla 3 idiomas y es la atleta más joven de los EEUU en ganar oro en snowboarding en unos Juegos Olímpicos de Invierno (Pyeongchang 2018). Su padre llegó a Norteamérica proveniente de Corea en 1982 con apenas un puñado de dólares, e hizo su vida y familia en Calfornia de la cual surgió Chloe como un reflejo de esperanza para los inmigrantes, reabriendo de paso el debate sobre la política actual en esta materia del presidente Trump. La nueva sensación del snowboarding parece recordarnos a todos que el sueño americano sí es posible.

Chloe Kim. Foto de Mike Blake de Reuters.

Con toda certeza puedo decir que si esta o alguna otra publicación se anima a hacer una lista de los 100 deportistas más influyentes, podrá encontrar gratas sorpresas, y hasta se quedaría corta. Desde los líderes que aún creen en el deporte como agente de cambio, hasta deportistas que pese a vivir el maltrato familiar, la violencia socio-política y la extrema pobreza, sacan adelante a los suyos.

Habría que preguntarse por qué ningún futbolista se encuentra en este ranking. Sus ajustadas agendas deportivas, domingo a domingo, amistosos, partidos de Selección, entre otros, no les permiten realizar con frecuencia acciones sociales. Muchos de ellos, sí, tienen fundaciones, pero con poca actividad presencial.

Aún así, cada vez son menos frecuentes los escándalos de estos deportistas, al menos a la luz pública, con lo cual la niñez y adolescencia pueden jactarse de disfrutar de una gran e irrepetible generación de futbolistas, tenistas, basquetbolistas y demás deportistas a quienes quieren imitar en el barrio en sus ratos libres. Estos sí son los verdaderos ‘influencers’, aquellos que de manera desinteresada promueven acciones que tocan las fibras más sensibles de los seres humanos.