Las futbolistas de EE. UU. lograron un acuerdo histórico de paridad salarial
Por primera vez en la historia, la selección femenina de este país, que ganó las últimas dos Copas del Mundo femeninas, recibirá el mismo monto por participación en juegos y victorias en torneos que la selección masculina. Así lo aseguran los nuevos contratos de la Federación de Fútbol de Estados Unidos que pondrán fin a una lucha histórica por la paridad salarial que ha durado décadas entre hombres y mujeres profesionales de este deporte.
“Los nuevos acuerdos también estipulan una redistribución de los millones de dólares en premios de la Copa del Mundo que las selecciones masculinas y femeninas pueden ganar al jugar en el torneo cada cuatro años. También contienen nuevos acuerdos de reparto de ingresos que podrían hacer que los jugadores reciban millones adicionales de su parte de los ingresos comerciales anuales de la Federación de Fútbol de Estados Unidos”, dice esta investigación del diario The New York Times.
Esta misma fuente de información afirma que esta es una novedad para la Federación de Fútbol de Estados Unidos, pero no para el fútbol femenino. Otras federaciones como las de Noruega y Australia ya han firmado acuerdos de paridad salarial en los pagos de los partidos.
Lo que hace que este acuerdo en el país norteamericano sea tan trascendental es la cantidad de dinero involucrado. Bajo los nuevos acuerdos, que se extienden hasta 2028, tanto hombres como mujeres recibirán 8.000 dólares solo por ser convocados a una concentración en la mayoría de los juegos y una bonificación de 10.000 dólares por cada partido que ganen.
En el pasado, esos pagos por partido diferían para hombres y mujeres. Estas últimas recibían bonificaciones más pequeñas a cambio de salarios anuales garantizados por la Federación de Fútbol de Estados Unidos. Mientras tanto, los hombres seguían un modelo de pago por juego: si los convocaban a la selección nacional, recibían una bonificación más alta, afirma este medio de comunicación.
Sin embargo, afirma la investigación, el cambio podría conllevar a cierto riesgo para algunas mujeres. “Una jugadora que disminuya su rendimiento y no sea convocada a la nómina de la Federación de Fútbol de Estados Unidos podría verse obligada a abandonar el deporte sin un ingreso constante más allá del salario de su club. Pero para las mejores jugadoras —quienes ahora ganan mejores salarios de sus clubes— la perspectiva de ingresos más altos por partido, pagos por participación en la Copa Mundial compartidos con los hombres y divisiones de ingresos compartidos con la Federación de Fútbol de Estados Unidos claramente valió la pena”.
No obstante, la idea de “paridad salarial”, dice el medio, siempre ha sido algo imprecisa. “La selección femenina, frecuentemente, ha jugado más partidos y pasado más tiempo en concentraciones cada año que la selección masculina, lo que significa que las mujeres a menudo tenían que esforzarse más y durante más tiempo para apenas mantener el ritmo. Además, no todos los jugadores son convocados para todas las concentraciones o elegidos para jugar en todos los partidos”. Lo importante acá, recalca, es que por primera vez, la Federación de Fútbol de este país y las y los jugadores de las selecciones nacionales están de acuerdo en que la tasa de pago será la misma hasta 2028.
¿Y en Colombia qué pasa?
De acuerdo a una investigación del diario El Espectador, la brecha cada vez es más pequeña en general en los deportes entre las selecciones masculinas y femeninas. Sin embargo, afirma el medio, las diferencias todavía son muy grandes. “Las mujeres desde hace décadas buscan que sus condiciones para ejercer el deporte sean más horizontales. La lucha es cuesta arriba pues los hombres deportistas triplican sus salarios, tienen mejores condiciones laborales y, como no, torneos mucho más competitivos en la mayoría de las disciplinas”, afirma.
En el fútbol, las mujeres se ganaron el espacio de poder competir y hasta este año pasado se disputa la Liga Femenina más grande en la historia de nuestro país: con 17 equipos y 150 partidos en disputa. “Un cambio motivado principalmente por la llegada de la Copa América Femenina al país a mitad de año, que servirá como un impulso para que el fútbol femenino en Colombia siga creciendo”, evidencia este medio.
De acuerdo a otra cobertura de este mismo medio, Isabela Echeverry y Melissa Ortiz, futbolistas de hace unos años de la selección femenina de fútbol, ya han denunciado antes que han tenido que sacar de sus propios bolsillos para representar al país. Y mientras que un jugador de la Liga Masculina, puede tener un salario desde los 4 millones hasta los 200 millones de pesos, según el club, afirma el medio, son pocas las jugadoras de la selección que superan los 2 millones de pesos por salario. En promedio, puntualiza, la cifra va desde 1 millón 500 mil pesos hasta los 2 millones, salvo que sean jugadoras con mucho recorrido que pueden ganar un poco más.