La subcampeona de parapole enseña cómo bailar sin ver
¿Se atreverían a lanzarse al vacío a ciegas, solo agarrados de una barra con sus piernas, sin sentir el miedo inminente de caer? Seguro muchos responderían que no, que sería loco siquiera pensarlo. Arriesgarse de esta forma es algo para temerosos y arriesgados; pero podemos decir que una persona que cumple con estas características es la ahora subcampeona mundial de parapone: Leidy Andrea Herrera. Tiene 32 años y desde hace solo dos años decidió aventurarse y hacer justamente lo que consignaba la pregunta con la que inició este texto.
Aunque con una condición adicional, lo hizo sin poder ver.
Antes de comenzar a experimentar con su cuerpo y las barras, Leidy era una chica normal (sí, normal, su condición no le impedía realizar nada), que pasaba sus días entre sus estudios de comunicación y su profesión de traductora. Pero quiso seguir apostándole a hacer realidad cada sueño que tenía, y decidió arriesgarse, sin saber bien cómo: “desde siempre había tenido el deseo de hacerlo, aunque no sabía que era un deporte, sino un baile sensual que me llamaba la atención, pero no inicié con él porque estaba en otros procesos de mi vida. Un día estaba en mi casa y me decidí a salir a averiguar cómo comenzar a practicarlo”. De su primer día practicando pole, recuerda que nunca le dijo a su instructora que no podía ver sino que ella se dio cuenta por si sola, “y ella me acogió con toda la tranquilidad y la normalidad del caso”.
De ahí a practicarlo como un deporte, solo distaron meses de arduos entrenamientos, de preparación física y mental para poder hacer peripecias sin titubear, aún sin tener claro a donde iba a llegar con su siguiente movimiento, o por lo menos no de forma visual. Para desarrollar cada pirueta, ella aprende desde el sonido y el tacto: “las profesoras me describen qué movimiento debo hacer y, cuando ya se requiere, ellas hacen la figura o el movimiento, y a través del tacto capto los detalles que necesito tener presente cuando yo lo vaya a hacer. Todo lo demás es corrección y práctica”.
Toda esa tenacidad la llevó a prepararse en tiempo récord (meses) para participar en 2019 en el campeonato nacional de Pole sport en la categoría Parapole y además salir campeona. De ahí, también el año pasado, competir representando al país en el mundial de esta disciplina que poco a poco va tomando auge en su reciente conversión a deporte, y allí también se colgó una medalla.
La determinación de Leidy, su perseverancia, pero sobre todo su convicción férrea de que todos podemos con cualquier cosa que nos propongamos, la llevó a meterse un proyecto a la cabeza: Pole a ciegas. Una serie de videos en los que está invitando a otros deportistas a aprender una rutina de pole sport y practicarla sin ver, así como lo hace Leidy cada vez que se sube a una de esas barras. Con esta serie de videos, más allá de introducirnos a todos en este universo lleno de sensualidad y habilidad física, Leidy busca “reivindicar cosas que en el pasado tenían algún tipo de estigma, como lo que puede hacer una persona con una condición diferente como la ceguera, e incluso el pole mismo”.
Ella, desde su experiencia, con todo lo que ha sido su camino quiere aportar su grano de arena en pro de visibilizar aquellas cosas que tal vez no notamos, o que a veces incluso necesitan resignificarse.