Fútbol colombiano: ¿Qué ocurrió con el ‘Tiburón’ y el ‘Poderoso’ de la Montaña?
Atlético Junior e Independiente Medellín quedaron eliminados de la Copa Sudamericana y no pudieron seguirle el paso a Atlético Nacional, cómodamente instalado en semis ante Cerro Porteño.
Hay comunes denominadores al momento de analizar las dos eliminaciones. Malas e inoportunas decisiones de los dirigentes, las lesiones y una de las más importantes: el deficiente diseño, planeación y ejecución del proyecto deportivo para lograr todos los objetivos por los cuales comenzaron jugando en 2016-II.
Comencemos por el final: tanto Junior como Ind. Medellín no se reforzaron convenientemente para encarar los retos del segundo semestre del año: Liga, Copa Águila y Copa Sudamericana. Combinar calidad con cantidad. No sucedió. En Junior habían llegado Fáber Cañaveral y Sebastián Hernández. En el DIM, Jorge Arias, Carlos Ibarguen y Yorleys Mena.
A los barranquilleros aún les queda la final de la Copa Águila (vs Nacional), mientras que al rojo de Antioquia, la liga es el único faro a seguir. ¿Habrá energías, actitud y ganas para encararlas? Difícilmente la percepción de los aficionados cambie, aún si conquistan estos logros. Los objetivos eran otros.
Junior tenía una gran oportunidad de volver al plano internacional y de jugar por la liga una vez más, teniendo en cuenta lo esquiva que le ha sido en las últimas temporadas. El ‘Poderoso’ debía dar un paso al frente en la Sudamericana, estar a la par de su rival de patio que no se cansa de levantar copas.
Atlético Junior. Foto tomada de lachacara.org
Las lesiones
No sería un causal para la decepcionante temporada si tuviesen nóminas amplias. Junior perdió desde inicio de temporada a Jorge Aguirre, también a Andrés Correa, y esto hizo mella en el funcionamiento colectivo. En Ind. Medellín, inclusive, la lesión de su delantero Leonardo Castro, más las ausencias prolongadas de jugadores como Marrugo y Arias también afectaron el rendimiento del equipo.
Todos estos jugadores nombrados anteriormente tenían un plus aparte de lo futbolístico: jerarquía. Puede que tengan uno o dos recambios en la nómina, pero ese valor agregado es indispensable para jugar en clubes de la grandeza tanto de los ‘tiburones’ como del DIM.
Los desencuentros internos
El inicio de la debacle, al menos para Atl. Junior. El pasado 19 de Julio el profesor Alexis Mendoza renunció luego de un cruce de declaraciones con el máximo accionista del equipo, Fuad Char. En una sabia decisión, Mendoza dio un paso al costado para evitar futuras confrontaciones.
Producto de esto, Junior decidió contratar a alguien ‘de la casa’: Giovanni Hernández, DT en aquel momento del Real Cartagena. Tras un mes de actividades y luego de eliminar precisamente a Ind. Medellín de la Copa Águila, el equipo cayó en una de sus peores rachas de los últimos tiempos (12 fechas sin ganar), y de la cual Hernández nunca pudo sacar a sus dirigidos.
Aún así le alcanzó para llegar a 4tos de final de la Sudamericana y a la gran final de la copa vs Nacional, pero tiró por la borda la liga y descuidó su cupo a la Copa Libertadores de 2017 por vía de la reclasificación. Lo más preocupante: no jugó bien sus partidos.
Independiente Medellín. Foto tomada de dimoficial.com
En Ind. Medellín, vigente campeón de la Liga, también la situación comenzó a complicarse a finales de agosto cuando versiones de prensa provenientes del sur del continente vincularon a Ricardo Zielinski (hoy DT de Racing) con el rojo de Antioquia para el próximo año, algo que a Leonel Álvarez no le gustó.
Con tres competiciones por delante, un apretado calendario y una nómina tan corta, Medellín trató de gestionar de la mejor manera posible estos retos sin mayor éxito. Queda la liga y por ende, mayor tiempo de descanso entre juegos. Es favorito. Es el campeón.
¿Qué les queda entonces? Entender (una vez más) que a las grandes citas se va con la mejor ropa. Si el ‘Poderoso’ y el ‘Tiburón’ desean ser protagonistas en 2017, necesitan invertir fuerte y acertadamente en contrataciones, y ser coherentes entre los objetivos planteados y los recursos para conseguirlos. Sus hinchas tenían un sueño continental, pero nunca se percataron de eso, parece