El rey del kitesurfing en el Lago Calima (Colombia) tiene 15 años
Valentín Rodríguez tiene 15 años y convenció a sus padres de ayudarlo a perseguir su sueño de ser el mejor del mundo.
Dejar la ciudad para mudarse al lugar donde el sueño personal se materializa es en realidad una aventura, una que algunos toman la mayoría de las veces tras varios años de reflexionar si vale la pena o no lanzarse y emprender ese camino. Esa es precisamente la historia de Valentín Rodríguez, un joven caleño de 15 años que se mudó a las cercanías del Lago Calima para practicar Kitesurfing día tras día.
Desde los ocho años, Valentín practicaba windsurf que, aunque era un deporte que sencillamente le gustaba, cuando empezó a ver a otros practicar Kitesurf, se enamoró por completo de este deporte extremo que consiste en deslizarse sobre el agua por medio de una propulsión de viento que una cometa de tracción genera, para navegar en una tabla sobre las olas y así realizar un sinfín de maniobras en el aire.
Ahora, a sus 15 años se dedica a practicarlo todos los días, pues logró convencer a sus papás para cambiar de colegio y dejar su casa en Cali para irse a vivir a El Darién, donde sigue con sus estudios vía internet y trabaja para posicionarse como el mejor deportista de kitesurfing del mundo mientras practica en el lago que le ha dado toda la fuerza.
Su gusto por este deporte extremo acuático ya le está dando resultados. Su nombre ha empezado a cobrar importancia entre los aficionados por el kirtesurf e incluso, este año ganó un premio a la mejor maniobra en el DR Open de Kiteboarding en República Dominicana.
Esos logros se suman al primer puesto que conquistó en la modalidad de Freestyle Junior en Ecuador en el 2015 y en Aruba. Y aunque también fue tercero en la copa mundo pro de Francia del año pasado, Valentín dice que no para de entrenar porque su sueño es convertirse en el campeón del viento y mar de manera internacional.
Este deporte extremo que consiste en el deslizamiento sobre el agua con una tabla que a su vez está impulsada por una cometa de tracción, es poco conocido en Colombia. De hecho, ese ha sido uno de los principales obstáculos que ha encontrado Valentín para el desarrollo de su carrera en esta disciplina.
Valentín ha logrado dedicarse a su pasión deportiva gracias al respaldo de su familia, pero sigue en la búsqueda de otras opciones que le permitan tener más recursos para ser campeón con las seguridades que pueden brindarle respaldo. Por ahora sigue siendo el rey de las aguas en el Lago Calima, la sede donde explota todo su talento y que puede observarse desde lejos mientras vuela con el viento y toca el agua haciendo piruetas que muchos quisieran explorar.