Las iglesias góticas de Colombia
Cuando hablamos de estilo gótico, a nuestra imaginación rápidamente llegan colores oscuros, referencias misteriosas, pero necesitamos saber que cuando hablamos de arquitectura gótica estamos hablando de todo lo contrario. En realidad, este estilo tiene el objetivo de llevar más luz a los espacios, en cierta medida de colores claros porque estos son los tonos de las piedras combinados con los que están hechos estas arquitecturas; que incluye grandes extensiones de cristal, bóvedas de crucería, grandes arcos, arcos de medio punto y agujas en punta.
Este es un estilo arquitectónico que nació en Francia entre finales del siglo XII hasta aproximadamente el siglo XV y XVI cuando arrancó el romanticismo. Uno de los iconos arquitectónicos a nivel mundial, de este estilo, es la Catedral de Notre Dame, esa que en el 2019 sufrió un incendio de grandes magnitudes y que fue una noticia mundial, no siendo para menos, ya que databa del año 1163 y había tardado casi dos siglos (182 años) en construirse.
Y así como Notre Dame es reconocida en Europa, en América, específicamente en Colombia, también tenemos nuestra propia historia con este estilo arquitectónico, tanto que debemos hacer un viaje; un recorrido a diversas partes de Colombia que les contaremos hoy.
Ahora hay que hacer una parada antes de despegar para mencionar que en Colombia no existe arte arquitectónico gótico como tal; sin embargo, se han construido en nuestro país algunas edificaciones imitando y reinterpretando ese estilo. Construcciones que se denominan de estilo neogótico diseñadas por grandes maestros de la arquitectura.
Las 3 iglesias góticas de Colombia
Arranquemos en en el oeste de Colombia, cerca de la frontera con Ecuador en Ipiales Nariño, con el majestuoso Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Las Lajas, un templo y basílica que consta de un edificio principal que mide 27,50 metros de altura; la torre es de 100 metros y el puente mide 50 metros de alto por 17 metros de ancho y 20 de largo.
Este es un destino de peregrinación y turismo desde el siglo XVIII, cuando era una sola capilla y se creó el templo de piedra gris y blanca de estilo neogótico, a imitación del gótico del siglo XIV.
Subimos unos más de 923 kilómetros aproximadamente en carretera para bajarnos en la capital colombiana (Bogotá(, en la localidad de Chapinero, en la Cra.13 #63-27, en frente de semejante belleza llamada la Basílica de Nuestra Señora de Lourdes, considerada el primer ejemplo gótico, bueno, neogótico colombiano.
Construida en 1875, con una primera modificación en 1917 en la que se destacan los vitrales policromados elaborados en Bogotá, en el taller del artista alemán Walter Wolf Wasserhouen, y los monumentales espacios interiores, las torrecillas de cada lado de la torre cuadrangular, que enmarca la fachada, los arcos de ojiva; es decir lo arcos iguales de sus puertas y la ornamentación detallada de las cornisas.
Y por último recorremos ahora unos 418 kilómetros, aproximadamente, desde Bogotá para llegar a Medellín. Siendo Antioquia uno de los departamentos que más templos posee con una arquitectura inspirada en lo gótico, para encontrarnos con la más representativa, ubicada en el barrio San Diego, en la carrera 50 con calle 35, al sur de la zona céntrica de la ciudad.
Aquí se encuentra la preciosa Iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, con una fuerte influencia del gótico francés que sobresalta en la fachada, en la que se destacan la arquivolta de la puerta principal, el rosetón central y dos altas torres; además, sus laterales decoradas con coloridos vitrales que rematan con arcos apuntalados. Inspirado todo esto en el estilo de la catedral de la Asunción de Nuestra Señora de Chartres de Francia.
Varias se nos quedan por fuera, unas en el Valle del Cauca, otras Bucaramanga, Barranquilla pero pueden acceder a ellas a través de un click. Conocerlas, vislumbrarlas y detallarlas en fotografías, para la próxima vez que las tengan en frente. Con ese objetivo de origen, de alcanzar ese azul y ese blanco, la arquitectura gótica, para la vida, nos recuerda que el único límite siempre debe ser el cielo.