La Orquesta Filarmónica de Medellín celebra 41 años conectando vidas
El sábado 13 de abril a la 6 p. m. en el Teatro Pablo Tobón Uribe, la Filarmónica de Medellín festeja su aniversario 41, más de cuatro décadas de evolución y conexión con la ciudad. Una celebración que además unirá dos mundos, la música y el deporte.
“En la Temporada 2024 queremos honrar las comunidades que hacen de Medellín lo que es hoy, una ciudad completamente distinta y diversa. En el mes de abril hemos hecho la curaduría de nuestros conciertos con la comunidad de deportistas, esos que pedalean por la Avenida Las Palmas, practican cycling y se preparan para maratones. Unir estas dos disciplinas son experiencias que podrían sonar descabelladas para un concierto sinfónico, pero es nuestra forma de enaltecer a estas comunidades que son parte de la vida cotidiana de la ciudad”, comenta María Catalina Prieto, directora ejecutiva.
Una celebración en dos momentos
Primero: el momento de conexión. Un performance que medirá la frecuencia cardiaca entre un músico y una gimnasta; dos corazones que latirán al unísono y se encontrarán al límite tocados por el ritmo, el talento y la pasión.
Participan el percusionista Jhon Fredy Rojas y la gimnasta con proyección olímpica, María José Villegas, campeona en varias categorías a nivel nacional e internacional.
Segundo: el concierto. Bajo la dirección de David Greilsammer, la Filarmónica de Medellín interpretará Tristán e Isolda: Preludio y muerte de amor de Wagner y Sinfonía en Re menor de Franck, dos compositores que reflejan la sensibilidad del espíritu en sus creaciones.
Además, los asistentes podrán escuchar la potencia del Concierto para trombón del colombiano Jorge Pinzón, con la participación del solista Vladímir Hurtado, principal de trombones de la Filarmónica.
Una maratón llamada 'Filarmónica de Medellín'
Desde su fundación, el 16 de abril de 1983, por el maestro Alberto Correa, actual director emérito, la Orquesta ha sido consciente del papel transformador de la música en el país. No, en vano, ha sido ese su propósito superior y su razón de ser.
Es por eso que en 2024 decidió usar la temporada para generar conexiones entre las personas, su forma de ver la vida y sentir la música; una apuesta diferente donde no solamente programa para la gente sino con la gente.
También trabaja en la apropiación de la música, en que sea un tema de conversación, y tiene un modelo de formación que va desde el primer contacto de los niños con la música en la escuela, pasando por la iniciación musical hasta la práctica instrumental.
Además, lleva a cabo un par de programas en los que se hace patente que la música puede transformar vidas, uno con población neurodiversa, llamado Soy Músico, en el que los jóvenes trabajan con musicoterapeutas y luego hacen un concierto con sus instrumentos al lado de los músicos sinfónicos profesionales.
Y el Coro Reconciliación, en el que víctimas del conflicto armado colombiano, reincorporados y firmantes del acuerdo paz suman sus voces y nos dan ejemplo de construcción de paz y armonía.
Esas son algunas de las muchas cosas que ha hecho con todo el corazón junto a 64 músicos comprometidos con el progreso. Una historia de una orquesta que, más allá de entretener y producir belleza, es una institución que abre caminos para crear sociedades más pacíficas en Colombia.