Del Gótico tropical hasta Drácula en los Andes: el universo gótico colombiano
Si nos referimos al universo gótico ¿qué sería lo primero que se les viene a la cabeza? El arte, la arquitectura, la música, la estética de la moda, el cine o la literatura… Comencemos por remontarnos al nacimiento de la manifestación cultural gótica.
Resulta que, en un principio el término gótico fue designado de manera despectiva por los escritores italianos clasicistas del renacimiento que consideraban a todo lo que no era clásico como una fealdad.
Le atribuían el arte gótico a las tribus bárbaras que habían destruido al Imperio romano y su cultura clásica del siglo V. Por eso, no fue sino hasta el siglo XIX que el arte gótico fue valorado y considerado grandilocuente e imponente.
Arte y arquitectura
El arte gótico es un estilo artístico que predominó en la arquitectura religiosa, escultura y pintura de Europa entre el siglo XII y el siglo XV, hasta el surgimiento del movimiento cultural del Renacimiento. Lo precedió el arte románico del siglo XI y XII.
Se considera a la Basílica de la Abadía Real de Saint Denis en Francia como el primer monumento catalogado de estilo gótico. Fue construida a partir del 1140 por Suger, el abad o superior de ese monasterio, considerado el impulsor del arte gótico.
En Colombia, contamos con algunas estructuras arquitectónicas de carácter religioso que hacen una suerte de homenaje a este estilo que se caracteriza por los techos altos, los arcos arbotantes y las extensas paredes de vitrales. Comenzamos este recorrido por iglesias emblemáticas con este tipo de diseños arquitectónicos que nos harán remembrar historias del universo gótico.
El sonido oscuro
Y como en todos los movimientos culturales, el arte gótico trascendió a las bellas artes. En la música, por ejemplo, fue uno de los primeros receptores de esta manifestación artística. Para remontarnos a la historia, la música quiso salir de la línea recta (canto llano) que en cierta forma la oprimía contra el suelo. Para ello, y sobre la base de la monodia gregoriana, superpuso otra línea melódica, y a esta, otra. Con ello, se da el nacimiento de la polifonía.
Sin embargo, en la actualidad, ese espíritu rebelde que la música por sí misma invoca, fue explorado más desde lo oscuro que caracteriza al arte gótico. Y es que lo oscuro y sofisticado, lo fantástico y sobrenatural son algunas de las características más visibles del arte gótico. Esta esencia fue la característica identitaria para este movimiento que renace en la música durante el siglo XX.
Letras oscuras que hablan de la muerte, criaturas como vampiros, aparecidos o licántropos, entre otros; y en menor medida los sentimientos.
Ritmos que mezclan el rock con sonidos ambientales y sombríos, así como con instrumentos musicales clásicos, la utilización de voces guturales y de un largo alcance vocal, como las soprano o mezzosopranos, hacen parte de este movimiento musical generado como subcultura durante los años.
Frankie ha muerto, es pionero de los sonidos oscuros del rock gótico en Colombia.
Drácula y las letras
En la literatura el arte gótico también ha sido esencial en el desarrollo de esta subcultura. Las letras siguieron en los siglos XII y XIII una evolución paralela a la sociedad, a la música y a las artes plásticas.
La literatura gótica fue una de las más prolíficas durante el siglo XIX y XX, especialmente en Inglaterra. Sus obras se caracterizan por tener elementos de misterio, sobrenatural, espacios y atmósferas oscuras, así como ciertos toques románticos.
Obras como Frankenstein (1818), El extraño caso de Dr. Jekyll y Mr. Hyde (1886) o Drácula (1897) tenían características comunes como el misterio, lo sobrenatural, espacios y atmósferas oscuras, así como ciertos toques románticos. Esta combinación de elementos y temas dio gran popularidad a las historias góticas.
Por eso, en Pueblos mágicos proponemos una ficción radial, con Drácula como protagonista en una realidad macondiana de Colombia.
El cine y el gótico tropical
Y como las artes audiovisuales no podían ignorar este universo, nos proponen mundos imaginarios y oscuros a menudo habitados por seres inadaptados y enigmáticos. Visualmente propone la estética sombría y el misterio. Es allí, cuando surgen las imágenes vampíricas en el cine, convertidas en iconos, con el Nosferatu de Murnau como principal exponente. Drácula, por su parte, encarnado en diferentes versiones por Bela Lugosi y Christopher Lee, es otro de los clásicos.
El género gótico ha sido asimilado y modificado en su contacto con la cultura caribeña, la cual le ha dotado de elementos y temáticas propias, procedentes de las diferentes culturas y de la historia de esta zona geográfica. Es allí cuando surgen memorables figuras a orillas del mar Caribe que celebran y bailan en carnaval como el vampiro vegetariano.
En este país con dos océanos en sus orillas, atravesándonos en el norte con el Atlántico y al oeste con el Pacífico, nos une el agua salada, el clima cálido y el temperamento de quienes bañan sus penas en el mar. Por eso, la referencia cinematográfica recordada desde el Pacífico colombiano, es sin duda, Cali, reconocido por su estilo de gótico tropical.
Los cineastas no fueron ajenos a toda la transformación social de los años 70; más bien, lo que hicieron fue volver a sus raíces y emprender una búsqueda entorno a una “estética de lo propio”: más allá del documental y el cine social, era necesaria una expresión cinematográfica caleña, cálida y cosmopolita, que narrara los nuevos imaginarios urbanos sin desconocer su conexión con la tradición rural.
El gótico tropical, no es un mero subgénero del gótico, más bien, es una propuesta autóctona por tejer un relato de terror y fantasía inspirado en nuestro territorio y cultura. Mayolo, al respecto, rememora en La vida de mi cine y mi televisión una frase que Mutis solía repetir: “el calor es el origen de toda una estética”. La idea, entonces, era desentrañar una forma particular de imagen y una narrativa acorde a la realidad de nuestro trópico caliente, enmarañado y a la vez risueño, exuberante y desparpajado, repleto de aristas y recovecos.