[Reseña] Asesinato en el Expreso de Oriente, el regreso de la obra de Agatha Christie al cine
Inspirado en uno de los libros más populares de la escritora británica Agatha Christie, Asesinato en el Expreso de Oriente es una de las obras más importantes del género policial y una de las que estableció elementos fundamentales en el género.
Al ser relativamente poco adaptada en la historia, la esperada versión dirigida y protagonizada por Kenneth Branagh prometía ser una visión actualizada de un clásico de todos los tiempos.
El reto era grande, la última vez que vimos este libro adaptado en el cine fue en 1974, dirigida por Sidney Lumet, la película es considerada una obra maestra y una de las mejores adaptaciones del trabajo de Christie en el cine. El secreto fue adaptar el texto original a una narrativa cinematográfica que mantuviera al espectador pendiente de la trama hasta el final, a pesar del ambiente controlado y los espacios físicos y temporales delimitados, todo podía ser, todo era probable.
En el caso de esta nueva adaptación sucede todo lo contrario, todo es demasiado improbable, todo es demasiado absurdo. Lamentablemente la visión de Branagh mas allá de una estética impecable digna de la obra de Wes Anderson falla en capturar la esencia dramática del texto original, dejando un tono algo ligero, por momentos caricaturesco en sus personajes, llevándolos mas cerca al universo del juego de mesa Clue, que al del thriller policiaco.
Un reparto de lujo que lleva la visión del director a los estereotipos impide la capacidad del publico de conectar con la situación y su gravedad, dando como resultado la falta atmósfera. La película se esfuerza tanto en enamorarnos del detective Poirot que, a diferencia de éxitos recientes como el Sherlock (2010) de Steven Moffat, ni convence ni encanta, solo despierta una curiosidad superficial, que satisface con la misma superficialidad.
A pesar de eso, el Asesinato del Expreso de Oriente (2017) es un misterio entretenido, que no se re interpreta apropiadamente a nuestra época, dejando a la opinión del público la verosimilitud de unos hechos que, si no se presentan con fuerza, pueden parecer frágiles y poco convincentes. Hay que tener en cuenta que fue la fuerza de la escritura de Agatha Christie la que convenció a toda una generación de lectores que una teoría tan descabellada y absurda podía ser real. Ese fue el éxito de Christie y el fracaso de Branagh.