‘Imperio de luz’ y la importancia de generar vínculos afectivos
Por: Dayana Michel Cárdenas Feria
La cinta es dirigida por Sam Mendes, premio Óscar a mejor director por Belleza Americana y también director de 1917; producida por Neal Street Productions y nominada a mejor fotografía en los Óscar 2023. Tiene una duración de 119 minutos cargados de diversas emociones.
Hilary es una mujer solitaria en los primeros años de los ochenta que trabaja en un cinema de una ciudad costera en Inglaterra desde hace varios años. Tiene compañeros de trabajo y charla con ellos, como cualquier persona, pero nada hace una diferencia significativa en su vida. Hasta que llega a este espacio un nuevo empleado llamado Stephen, interpretado por Micheal Ward. Él es un joven con sueños que ha tenido una vida complicada y que experimenta el racismo explícito de la época.
Aunque a simple vista, Hilary y Stephen podrían no tener nada en común, terminan convirtiéndose el uno para el otro en un apoyo y una luz que nació en el cinema Imperio.
Imperio de luz llega para recordarnos que hay temas que debemos hablar. La pandemia nos hizo creer que la salud mental es algo “nuevo”, que incrementó en ese contexto, pero lo cierto es que solamente se hizo más visible y Hilary es una muestra de ello. La película le da un tratamiento sutil al tema, ya que muestra una realidad de las personas con afectaciones en la salud mental, pero no las revictimiza; y al contrario, nos muestra que es posible vivir con ello si contamos con la compañía y el tratamiento adecuado. Pero el primer paso, es hablarlo.
Igual sucede con el racismo. En esta historia Stephen no puede llevar una vida tranquila, y aunque pareciera un tema que solamente está en el pasado, lo cierto es que en pleno 2023 aún hay personas que juzgan, encasillan y discriminan a otros por su color de piel, sin dimensionar cómo esto puede afectarles. Stephen es el reflejo de muchos jóvenes negros y es importante que se pueda hacer una representación, una historia que como las de ellos merece ser contada.
Esta cinta también nos deja claro que es posible que se generen vínculos amorosos que no necesariamente tienen que ser románticos, aunque luzcan como tal. Tener redes de apoyo es muy importante, no solo para tener compañía, sino para poder afrontar la vida. Esto para que nos muestren otras perspectivas y así mismo, nosotros también podamos hacerlo, compartiendo las cosas que nos hacen sentir vivos, impulsando al otro a seguir sus sueños, a vivir nuevas experiencias y a ser mejor. Estos vínculos pueden ser un sostén más poderoso de lo que imaginamos.
El cine, la música y el arte en general son elementos que implícitamente son protagonistas en la cinta. Como herramienta, este nos permite identificarnos o expresarnos y es una excelente forma de enganchar con nosotros y con las personas que nos rodean cuando lo compartimos, además, aquí se convierte en una conexión fuerte entre los personajes.
Es entendible que algunas personas no se lleven bien con sus familias, no todos tienen la oportunidad de crecer en un entorno sano, hay heridas, pero también podemos elegir nuestra propia familia. Esta puede conformarse con esos compañeros de trabajo que con el tiempo y en el momento menos esperado, se hacen amigos, que tienen un interés genuino en vernos bien, y que nos recuerdan que no estamos solos. Y aunque en Imperio de luz todos tienen personalidades muy diferentes, encuentran maneras de conectar.
Cabe resaltar que Hilary tiene una fuerza de voluntad digna de admirar, mostrando que aunque algunas situaciones sean difíciles de afrontar, lo mejor es hacerlo para poder estar tranquilos. Ella también nos muestra que podemos elegir no continuar con situaciones que son perjudiciales para nosotros y que únicamente dan un beneficio a quienes se aprovechan de la debilidad.
No somos culpables de nuestro pasado, pero sí responsables de la manera en la que elegimos ver la vida, y es algo que Stephen tiene claro y lo contagia a lo largo de la película, no es gracias a las adversidades, sino a pesar de ellas que este joven tiene una manera excepcional y linda de relacionarse con su entorno.
La calidez en las imágenes, la escenografía, el entorno y la música escogida, es ideal para acompañar esos sentimientos de esperanza que provoca, para evocar esos momentos en los que nosotros también hemos necesitado de esos rayos de luz que son un escape, para no olvidarnos de liberar un poco el pasado para que no interfiera en nuestro presente.
Imperio de luz es una obra motivadora, una carta de amor a lo majestuoso de ser seres humanos y sentir, un recordatorio de valorar a quienes nos rodean, pero sin rayar en la dependencia emocional, reconocernos y reconocer al otro en su individualidad y su derecho a tener una vida propia con o sin nosotros, y agradecer porque todavía hay cosas que nos conmueven.
Aquí pueden ver el tráiler de esta película: