'Detrás de las colinas' de Eran Kolirin: un drama israelí en salas colombianas
Eran Kolirin debutó en 2007 con La banda nos visita, una película de dramas aparentemente pequeños pero con transfondos perturbadores, un relato pintorezco que sin caer en la caturización de sus personajes y el contexto, divierte sin obviar la ralidad. Ésa película puso a Kolirin en el panorama cinematográfico de Israel y del mundo; en su país fue ganadora de ocho premios de la Academia (incluyendo mejor director y mejor guion) e internacionalmente también se llevó varios galardones, algunos en La Semana Internacional de Cine de Valladolid y en el festival de Cannes.
Este año Eran Kolirin volvió a Cannes y lo hizo con su tercera película, Detrás de las colinas (2016), que si bien -y al igual que su antecesora The Exchange (2016)- no supera según la crítica a su ópera prima, nos pone frente a un escritor crítico y profundo, y un director obligatorio para comprender el presente cinematográfico de Israel.
Detrás de las colinas (2016) hace una aproximación a la crítica política pero se concentra en una búsqueda por recrear e interpertar los dramas y pequeñas tragedias de sus múltiples personajes; y la pregunta inicial para abordar la situación de cada uno de ellos nos deja en el aire esos críticos conflictos de la sociedad israelí: ¿Si somos buenos todo estará bien? ¿Qué tan bien le salen las cosas a aquellos de buen comportamiento?
La familia Greenbaum es el foco de toda este entramado, uno que fusiona aspectos personales y minimalistas buscando confrontarlos con las realidades de una sociedad cuyos conflictos se escapan al poder político de los individuos, problemas que también hacen que nos cuestionemos uno a uno a cerca de lo prejuiciosos que podemos llegar a ser pero que a la vez nos excusa argumentando el hecho con que siempre hay una razón para dudar del otro, ya sea válida o no.
Pero la nueva película de Eran Kolirin logra además de mostrarnos ese Israel contemporáneo que habita la familia Greenbaum, ubicarnos del otro lado a partir de un evento trágico, uno que nos saca de los meros cuestionamientos morales y nos aterriza en la realidad de aquellos habitantes que sienten angustia, miedo y dolor ante la situación que están viviendo.
Detrás de las colinas es entonces una película que busca mostrar de manera crítica la realida política de un país, y para ello se vale de aspectos morales que no sabemos si son la causa o la consecuencia de las realidades que allí se plantean, pero que nos permiten llevar el problema a otros contextos y ver la película fuera de esa crítica polítca que finalmente tampoco termina siendo abordada de ni de manera clara y/o directa.