Cinco (5) músicos nos cuentan las historias de sus tatuajes
¿Tienen tatuajes? ¿Cuál es el que más quieren? Estas son las historias de cinco músicos paisas y la tinta en su piel.
Siempre he escuchado decir a la gente que la sensación que genera un tatuaje es de dolor y placer a la vez, un sentimiento de felicidad por saber que se tendrá plasmado un recuerdo en la piel para toda la vida, sin embargo, hoy con 23 años no me hecho ninguno porque aún no he encontrado nada significativo que quiera llevar en mi piel.
Hasta hace unas décadas el tatuaje era un acto de irreverencia, rebeldía y actitud negativa, pero ahora, en pleno siglo XXI se ha convertido en una costumbre popular que se podría leer en la sociedad como un medio de expresión.
No sé ustedes pero yo, cada que voy a un concierto me fijo en los artistas y en sus tatuajes, es por esto que decidí preguntarle a 5 integrantes de bandas de Medellín sobre la historia y significado de uno de sus tatuajes.
Alex Oquendo de Masacre
Buenos Aires, Argentina fue el lugar en donde Alex Oquendo decidió plasmar en su piel un tatuaje que llevaría de por vida en su alma y corazón. Una modelo Pin Up de los años 50 es la protagonista que abarca su antebrazo como reflejo de lo que su madre fue, es y será por siempre; una mujer alegre, segura de sí misma que refleja fortaleza y sensualidad.
Al principio, Alex quería tatuar el rostro de su madre en una modelo de esa época, sin embargo cuando le contó lo pensado a ella se desató una tormenta de opiniones no tan buenas de su parte que al final terminaron por acabar con su maravillosa idea, la cual finalmente plasmó pero sin su hermoso rostro.
Del día en que se lo hizo recuerda una tarde llena de risas, música, vida y rock and roll, un día especial en el que no solo partió con el recuerdo imborrable de su madre tatuado en la piel sino con el lazo de una amistad que perdura hasta hoy en día entre su tatuador y él.
David Viola de I.R.A
Desde hace más de 20 años, David Viola comenzó a tatuarse la piel con símbolos, recuerdos y experiencias que quería grabar por toda la eternidad. Recuerda en medio de risas el momento en que mostró por primera vez a su madre un tatuaje ya que hasta ese día Viola se había marcado en más de 25 ocasiones la piel. ¿Imaginan esconder a su madre más de 25 tatuajes por 10 años? Así fue como lo hizo Viola y hoy por hoy, cuenta que su madre le implora el no rayarse más.
Desde hace unos años comenzó a hablar con Mónica, su esposa y baterista de I.R.A, sobre un tatuaje que quería realizarse en los nudillos de su mano derecha con el objetivo de reflejar eso que tanto le mueve las vibras, y no, no es la música, es algo que va más allá de lo material.
VIDA, cuatro letras que para David integran su esencia: punk, metal, skate, arte e I.R.A. Un tatuaje que representa su estabilidad emocional, en cuatro falanges, cuatro letras, dos silabas.
Sebastián Mejía de Tr3sdeCorazón
27 de marzo del año 2012 será siempre una fecha especial. Salían a la venta las entradas para el concierto de Paul McCartney en Bogotá, cuando Sebastián Mejía entraba a una casa de tatuajes ubicada en la ciudad de Medellín junto a una amiga que lo acompañaba a realizarse el tatuaje de una frase que plasmaría por siempre su razón de ser, su existencia y su recorrido en este mundo: “Perdoname rock and roll yo te olvidé”, así, sin tilde, acentuado como se dice la frase en paisa.
Ese fue el tatuaje que Mejía se hizo a propósito de los 10 años de Tr3sdeCorazón, una frase insignia y emblemática de la banda que mueve las fibras no sólo de Sebastián sino también de los miles de seguidores de su grupo musical. Siete palabras que merecían la pena estar expresadas en su piel para homenajear el momento de la vida por el que estaba pasando el cual estaba lleno de festejo, felicidad y emoción.
Juan Antonio Murillo de Providencia
Desde pequeño Juan Antonio Murillo siempre amó el rock and roll, veía a grandes artistas que en ese momento no conocía tatuados y desde ese momento supo que él también quería marcarse la piel algún día. Hoy cuenta con más de cinco tatuajes, los cuales representan parte de la historia con la que ha ido creciendo y madurando. Si ven a Juan se llevarán de él una gran impresión puesto que es un hombre sonriente, alegre y carismático, sin embargo no todo en la vida de él ha sido color de rosas, lleva un tatuaje en su antebrazo que refleja la época más dura y fuerte que ha tenido que sobrepasar en su vida.
Un boxeador con la palabra héroe es esa metáfora que lleva en su cuerpo y en la que refleja ese momento difícil de su vida que superó junto a su padre, ese amigo, ídolo y modelo a seguir que luchó durante más de 1 año contra un cáncer etapa cuatro. Gracias a la vida, al universo y al combate imparable que llevó su padre con esta enfermedad, hoy disfruta junto a Juan Antonio de sus conciertos, sus momentos felices y su vida.
Jaime Ocampo de Athanator
Diagnóstico: cuna cristiana, metalero, 30 años, piel intacta. Esa era la vida de Jaime Ocampo hasta hace unos años ya que actualmente cuenta con una mentalidad diferente sobre algunos aspectos de la vida, entre esos, se encuentran los tatuajes, aquellos que se ha grabado en su piel sin arrepentimiento alguno.
Athanator, más que su banda, es un llamado a la vida y a luchar por lo que se quiere y se tiene, en este caso la música, es por esto que Jaime decidió después de 30 años tatuarse por primera vez en la piel ese símbolo emblemático de su banda, una calavera que hace parte de la iconografía del grupo y del himno que todos corean en sus conciertos llamado La Sonrisa de la Muerte. Un tatuaje que llevará por siempre y representará lo que es él en esta vida, un compromiso eterno con la música.