No se escucha música por caridad, sino por calidad
En Colombia hay mucho talento en diversos géneros musicales que ha sido reconocido a nivel internacional por su calidad, originalidad y contundencia. Sin embargo, ante la arremetida de propuestas que cada día son lanzadas a las plataformas de streaming sin contemplación alguna y tras más de 20 años de trabajar con sonidos nacionales, siento la obligación de aportar con algunas opiniones frente a lo que es actualmente el movimiento de sonidos emergentes en nuestro país; específicamente hablando de sonidos alejados del jazz, el folclor puro y en general la tradición musical nacional.
El día de hoy presento una nueva serie de apreciaciones y consejos que sin mayor pretensión buscan reflexionar frente a varios temas, todo con la mejor intención posible y entendiendo que nunca podrá generalizarse en un 100 % de los casos.
¿Qué es un sencillo?
Es la configuración más antigua creada para dominar la comercialización de canciones. Inicialmente ‘el single’ fue planteado como un tema musical que se podía distribuir y vender por fuera del formato del álbum (colección de canciones), independiente del formato físico en el que se publicara (Vinilo, Cassette o cd) y que podía estar acompañado de uno o dos temas más. Actualmente Itunes permite catalogar como sencillo una publicación con un máximo de tres temas, cada uno con tiempo no superior a 10 minutos de duración.
Un sencillo es un corte que por sí solo puede defenderse para generar sensaciones, replicando la imagen y estética de un artista. Su ritmo, melodías, arreglos, letra y producción en general, son algo que debe lograr que la canción destaque, seduzca al público y genere identidad alrededor del artista, y una experiencia contundente para el oyente.
Para seleccionar la canción deben tenerse consideraciones como la fecha del lanzamiento, si corresponde a un tema afín a una temporada en específico (ejemplo canciones de navidad o para un momento específico del año), o el tipo de público que se considera puede estar interesado en el tema. ¿Hay otras canciones parecidas en el mercado en ese momento? ¿Se entiende claramente la propuesta?, etc…
La canción debe ser consecuente con el plan de promoción y los medios en los cuales se espera difundir. Por ejemplo, si se piensa en una canción para que cuente con algún apoyo de radio, no es recomendable componer algo que dure 10 minutos. Si bien encontrarán eco en un puñado de espacios especializados donde no importa la extensión de la canción, en más del 80 % de los medios no será así. En ese caso es mejor utilizar otros medios de difusión con otras estrategias.
Contactar el espacio y la emisora afín a la propuesta sonora... es en serio
Este punto sigue siendo fundamental en tanto se evidencia que los artistas, o los promotores, o ambos, se encuentran disparando a lo loco a cualquier medio y más de la mitad de las veces llegan simplemente a destinos donde no hay ninguna relación con la música a presentar, perdiendo el esfuerzo realizado. Lo más complejo al respecto, es que adicionalmente esto refleja desconocimiento total de quién es cada dirección de correo electrónico (qué humano), al no tener claridad sobre las necesidades del espacio que está siendo contactado. Además, desgasta la relación con el medio y no genera confianza.
Es cierto que es muy difícil hoy por hoy lograr captar la atención con una sola canción, sobre todo cuando se presentan tantos lanzamientos al día y por eso mismo estratégicamente hablando, lo lógico es apuntar a los medios en donde en realidad puedan apreciar ese material y generar el eco en promoción que pueda ayudar al artista.
Nadie escucha o disfruta la música por caridad y menos en el mundo de hoy
La calidad es algo fundamental y no propiamente en términos de producción, lo cual también es necesario. Además de contar con un material audible en cuanto a características de captura y mezcla, es importante que la canción no suene a una maqueta, es fundamental asegurarse que los instrumentos estén afinados, estar en tempo, y sobre todo, que la voz esté afinada. De nada sirve tener una canción muy bonita y con muchos arreglos, si al escucharla es evidente que la voz está en un nivel muy inferior en cuanto a desempeño respecto al resto de la música.
Es claro que no es fácil encontrar un cantante y a todos nos gustaría serlo, pero realmente la voz es un instrumento tan, sino más complejo, que todos los otros que hacen parte de una canción. Muchos compositores o instrumentistas también recurren a cantar ellos mismos, lo cual no tiene nada de malo siempre y cuando se sepa hacer. Confieso que fácilmente un 70 % del material que recibo todas las semanas no cumple con un estándar en calidad a nivel de melodías y afinación de la voz, que permitan por lo menos contemplarlo en serio para programar regularmente en medios públicos o privados.
Es muy importante tener en cuenta que nadie escucha música por caridad, sino por calidad, así a veces esa calidad no sea de la estética o género musical que más le guste a uno.
¿Es bueno autoproducirse?
Autoproducirse es una opción muy viable hoy por hoy, toda vez que incluso a nivel técnico se cuenta con muchos elementos que pueden facilitar el proceso desde la casa y en un computador portátil. Sin embargo, el que uno pueda autoproducirse no significa que lo sepa hacer bien... de hecho es una de esas cosas complejas que requieren mucho fogueo, horas de estudio y experiencia.
En ese sentido se requiere haber escuchado mucha música para poder entender y descifrar cómo traducir esos sonidos de una manera especial al público.
Tengo que confesarles que este tema lo dejé casi de último, porque me parece uno de los más graves, toda vez que la producción de muchos sonidos nacionales es deficiente, homogénea y sin sabor. Una cosa es saber grabar, otra saber mezclar y otra saber producir.
Se puede lograr llegar a dominar los tres procesos por parte de una misma persona, pero para ello se requiere tiempo y es pretencioso pensar que una visión narcisista alrededor de la música que uno mismo está desarrollando, pueda ser la única válida y además exitosa desde el principio.
Sí hay cómo
Hay actores muy importantes en el medio de la música que parecen haber sido censurados en el reparto estelar de la película. Existen compositores, arreglistas, letristas, coach vocales, productores, ingenieros de grabación, ingenieros de mezcla y demás figuras que son necesarias y aportan enormemente al proceso creativo.
Tal vez en este aspecto el Pop colombiano lo tiene mucho más claro y por eso mismo vemos los grandes resultados que ha generado a nivel de ventas y reconocimiento Internacional. Después de todo, es de humanos no saber de todo, y porque todos lo sabemos, es que justamente podemos mejorar con la ayuda de los demás.
Estos puntos que he reseñado hoy no son ajenos a las reflexiones de la gran mayoría de actores del medio, sin embargo, lamentablemente el temor a no ser el más popular para las celebraciones y fotos en redes sociales, ha llevado a un silencio que a veces tiene el nombre de ‘cómplice’, tras mentir y frenar lo que puede llegar a ser la evolución de la música emergente en nuestro país.
El mundo de la música es un trabajo de equipo en el que convergen el arte y el comercio, si bien puede existir música sin el negocio de la música, no pude existir ese tipo de negocio sin la música… eso sí, música buena y de calidad.
PDT: Ya me puse el casco por si acaso...