James Brown y su ‘Live at The Apollo’ de 1962
Se celebran 55 años de la grabación de uno de los conciertos más importantes en la historia del R&B y el soul, producto de la visión del padrino del género, el hombre más trabajador del negocio de la música, el norteamericano James Brown.
La captura del concierto se llevó a cabo en el famoso Teatro Radio City Music Hall de la ciudad de Nueva York a finales de Octubre de 1962, en un momento en el que la historia de la música y del arte afrodescendiente en Estados Unidos, eran centro de críticas y atención.
El aporte e impacto de ‘Live at The Apollo’ en la carrera del músico fue fundamental, no sólo vendiendo rápidamente más de un millón de copias, sino también manteniéndose como el álbum más exitoso de toda su discografía. En total acumularía 66 semanas en los listados de álbumes para Billboard, llegando a escalar hasta la posición número 2.
Podríamos decir que este disco es uno de los más potentes y emocionantes trabajos de captura en vivo de James Brown, su banda, personalidad, sonido y sentir. Adicionalmente, catapultó al cantante a otro nivel de reconocimiento dentro de la industria de la música y lo llevaría a tener la confianza necesaria para seguir decidiendo sobre el destino de su carrera a nivel administrativo.
No en vano, el riesgo lo asumió desde que decidió financiar él mismo la realización del proyecto, convencido de su potencial en vivo y alimentado por un ego que era reconocido desde su adolescencia. La idea era vender más shows a partir del éxito del disco, por lo que el producto final, debía acercarse lo más posible a la experiencia de uno de los 300 conciertos al año que James Brown estaba desarrollando en ese entonces. Es decir… Se convirtió en una máquina de shows que estaba caliente y en forma, algo que Brown tenía muy claro.
Además, se consideraba en la época que un álbum al vivo no tenía la posibilidad de generar un sencillo y que por el contrario, arruinaría la misteriosa y reservada experiencia de pagar por un concierto para ver al artista en tarima.
Con excepción del exitoso Fingertips Pt 2 de Little Stevie Wonder, no había mayores referentes de que las emisoras incluirían temas en vivo durante su programación regular.
La emocionante presentación del show y el álbum a cargo del M.C. Fats Gonder enmarcaba desde el comienzo el ingreso a un mundo de carácter teatral, mágico y de mucho baile. Una inmersión a una ceremonia que tenía grandes raíces en el góspel y los coros de iglesia, los cuales habían sido fuente de inspiración para Mr. Dynamite desde temprana edad.
Para el desarrollo dramático del show y el enriquecimiento coral de la presentación, debe destacarse el gran aporte de The Famous Flames, quien acompañaba a Brown en escenario y le asistían en los momentos en que interiorizaba el despecho, amor o locura de soul, que permanentemente desarrollaba en sus canciones y en los intermedios.
La inmersión en este testimonio de un show de James Brown comienza a cargo de I’ll Go Crazy, para de inmediato viajar a otro extremo sonoro, con el muy romántico Try Me. A medida que se escuchan los primeros temas, se percibe el grado de emoción e incluso histeria a la que llegaban algunas personas del público, quienes no podía creer estar viendo al ídolo del corazón, el soul y a un hombre que posicionaba a los afrodescendientes norteamericanos frente a las discriminatorias comunidades blancas del momento.
El funk comienza a desatarse alrededor de temas como Think o Night Train y por supuesto mantiene el coqueteo con el soul declamado y profundo en temas como I don’t Mind, I Found Someone, Why Do You Do Me o Lost Someone.
Otro gran reto se presentaba a nivel tecnológico y de mezcla del disco dadas las limitantes técnicas de la época y que el lugar estaba repleto de gente gritando, lo cual dificultaba una clara captura de los micrófonos. Para complementar el equipo, Brown incorporó al ingeniero de estudio Tom Nola, quien trabajó de la mano con Chuck Seitz en la edición y mezcla.
Lamentablemente no existen registros de video de esa noche, pero eso mismo ha permitido que su magia e importancia se mantengan por más de cinco décadas.
¡Mucho Soul para esta semana!